La cripta que muestra las termas y el campamento romano junto a la Catedral de León 'hace aguas'
Teatro Furtivo aborda las circunstancias del amor en la comedia de enredos 'No hay burlas con el amor'
“Nuestro teatro nace por una cuestión de deseo. Muchas convicciones,
alguna esperanza. Nuestro teatro nace de nuestro tierno deseo de seguir
viviendo, de empezar a vivir en el teatro a pesar de los pesares“. Estas
palabras sirve como declaración de principios de la compañía vallisoletana
Teatro Furtivo. “Queríamos actuar, divertir, comunicar, contar historias que
nos lleguen, sin ninguna solemnidad, con la máxima comunicación.
Atrevernos con todo además, sin pudor, tirándonos a la piscina“. Hace poco
más el grupo se inició en la acción teatral con la puesta en escena de un
clásico de Shakespeare, 'El sueño de una noche de verano' y ahora regresa
al escenario con otro clásico, 'No hay burlas con el amor', de Calderón.
“De nuevo nos encontramos ante un texto en el que la trama genera multitud
de situaciones cómicas en las que los personajes intentan conseguir sus
deseos e intereses o atemperar sus pasiones desbordadas a través de un
ritmo trepidante dominado por la belleza sonora del preciosista verso
barroco“. Son palabras de Carlos Marchena, director de esta adaptación de
la obra de Calderón que hoy se representará en El Albéitar. La define como
“una comedia vertiginosa que participa del juego de simetrías tan
característico de otras comedias de su autor“.
Un joven galanteador, Don Juan de Mendoza, echa mano de un amigo,
Don Alonso de Luna, para cortejar a su enamorada Leonor, hija del déspota
Pedro Enríquez, sin que Beatriz, la hermana de esta, se dé cuenta. Para
ello, Don Alonso deberá seducir a Beatriz, mujer de rígida moral. Este es
básicamente el argumento de una obra que data de 1637. “No es nuestra
intención hacer un clásico al uso y sí por el contrario acercarlo a la
cotidianidad contemporánea que este texto nos permite aunque con el
respeto que nos merece el verso calderonianio“, asegura Marchena,
profesional del teatro que alterna su trabajo como director con el de docente
(ejerce como profesor de Interpretación y Teoría de la Interpretación en la
Escuela de Arte Dramático de Castilla y León). Además, ha contando con la
colaboración de Rodrigo Zaparaín, como escenógrafo, Luis Perdiguero,
como iluminador, y Laura Escribano, como figurinista.
“El autor llena la obra de guiños anticonvención: cambio de roles, saltos
espaciotemporales, escenas en movimiento,citas de obras y autores... En
general, plantea una divertida crítica de las actitudes de algunos personajes,
como Alonso, que se ríe del sentimiento amoroso, o Beatriz, con su ridícula
pedantería. Un mosaico de las vanidades y egos que, aunque cambien las
modas y las costumbres, siguen siendo fiel reflejo de nuestros
comportamientos cotidianos“, asegura Marchena a propósito de una obra
repleta de alicientes para el actor y para el espectador. “En definitiva, un
juego dinámico de tramas y subtramas con un tema central, el amor y las
contradicciones que crea en cada uno de los personajes en la constante
búsqueda de deseos e intereses“.
Este montaje, que ha permitido a Teatro Furtivo encarar nuevamente un
clásico (“es el lugar donde encontrarnos con problemas atemporales y
enfrentarlos con una sonrisa a nuestro trabajo“, se dice desde la compañía),
disfruta de un espacio escénico matizado mediante el uso de 24 elementos
que se van uniendo separando según las exigencias de la puesta en
escena. En él desarrolla su labor un elenco actoral que ha cuidado con
especial esmero el uso del verso y que se ha acercado al texto desde el
juego. “Jugar con las palabras de Calderón, con las situaciones, con todo”,
se descubre desde Teatro Furtivo, integrado por un grupo de jóvenes
actores a los que les une su pasión por el teatro. “Buscamos ser actores
sólidos que formen un equipo sólido y que trabajen la verdad que contienen
las palabras de Calderón, que se enfrenten al público sin ningún miedo pero
con todo el respeto. Buscamos un proceso de trabajo centrado en el trabajo
creativo de los actores, en la esencia última del teatro, en buscar lo que el
montaje exigía más que lo nosotros le exigíamos a él. Y al final de todo, una
divertida reflexión sobre lo que nos mueve a todos: el amor“.
El actor leonés Javier Bermejo forma parte del reparto de esta versión de
'No hay burlas con el amor' en la que también intervienen Angel Martín, Luis
Heras, Alfredo Noval, Silvia Herraiz, Sheyla Niño, José María Ureta y Raquel
Varela.
Lugar: El Albéitar. A las 21 horas.
Día: 5 de abril de 2014
Entradas: 8 euros (la mitad los miembros de la comunidad
universitaria)