Año nuevo salvando vidas en Lesbos
“Íbamos a ver en qué podíamos ayudar y al segundo día a las 6 de la mañana ya estábamos en el agua”. Así relata David Barrio, bombero de 33 años del Ayuntamiento de Palencia, la aventura iniciada por cuatro compañeros del parque en la isla griega de Lesbos a primeros del mes de diciembre. Isla a la que vuelven hoy otros cuatro bomberos para ayudar en las labores de rescate de los refugiados que cada día arriban a la costa griega.
La imagen de Alan, el niño kurdo que apareció ahogado en una playa de Turquía, recorrió el mundo y dio visibilidad a la tragedia que sufren los refugiados. Esa imagen fue el arranque de una iniciativa impulsada por bomberos profesionales de Castilla y León que ya se ha convertido en ONG (G-Fire Bomberos CyL) y que desde el pasado 9 de diciembre permanece en la isla griega de Lesbos participando en las labores de rescate.
Hoy, 1 de enero, cuatro nuevos bomberos -dos del parque de Palencia y dos de Salamanca- parten a estas horas para Lesbos para dar relevo a otros compañeros que han pasado las Navidades en la ciudad de Mytilene, al sureste de Lesbos, atendiendo a los refugiados que llegan en alguna de las 20 barcas que arriban cada día a la isla griega.
“¿Qué hacemos con esto?” fue la reacción de los bomberos del Parque de Palencia al ver la historia de Alan y ahí comenzó la aventura que les llevó a la zona el pasado 9 de diciembre a Francisco Pérez, Javier de Abajo, Sergio Rebollo y David Barrio. En principio iban a ver cómo estaba la situación y a ver en qué podían ayudar. “Al día siguiente, a las 6 de la mañana ya estábamos en el agua”, comenta David Barrio, que viaja hoy por segunda vez en esta misión, junto a Javier de Abajo, que también estuvo a principios de diciembre.
“Cuando estás allí, la primera barca que ves te impacta mucho”, señala David, quien reconoce que ver a 50 personas en una barca impresiona porque muchos no saben ni nadar. “Llevan tanto tiempo viajando que el solo hecho de tirarnos al agua a echarles una mano les emociona”, recuerda David, quien asegura que es en España, al regreso, “cuando te das cuenta de lo que has vivido”.
Su labor, continúa, es la de ayudar cuando están llegando a tierra. Huye David de ese calificativo de héroes que se les pone porque, dice, su labor es preventiva para conseguir que las barcas entren a tierra por la zona más segura. “No nos jugamos la vida”.
Lo cierto es que, jugándose la vida o no, la labor es completamente altruista. Son los propios bomberos los que se sufragan el viaje hasta Lesbos. Los gastos mensuales de 450 euros de un vehículo que tienen de alquiler, los 330 de una habitación en la que viven los cuatro durante los 15 días que dura la misión, y los de manutención, los pagan con las aportaciones que reciben en la ONG a través del número de cuenta (ES43 30585201552720010749), en su página web y en Facebook.
Hoy llegan de nuevo David y Javier de Abajo y se suman Álvaro Vallejo y José Luis Carrera, para dar relevo al equipo que ha permanecido allí las Navidades y se quedaran hasta el próximo 15 de enero. La idea es establecer turnos de 15 días y para ello están movilizando a todos los parques de la Comunidad para permanecer en Lesbos hasta que la situación se normalice.
Después, la idea es que la ONG continúe y pueda participar en otras catástrofes o misiones para aportar su granito de arena, de momento, sin ninguna subvención pública, porque la intención es mantenerse por sí mismos.
