Las mejores materias primas, tres fermentaciones y mucho mimo: Los secretos del roscón

Está muy claro, León es de tradición rosconera. Por ello, la alternativa del típico roscón de reyes en la capital leonesa es... sin alternativa. Después de un año esperando, y con la ilusión de poder disfrutar de este dulce que anuncia el final de la Navidad, los leoneses llevan consumiendo este bollo, relleno o no, los últimos días, desde el 2 de enero aproximadamente. Pero sólo podrán hacerlo durante dos o tres días más a partir de este miércoles, Día de Reyes.

Para descubrir cuál es el secreto de este dulce español, nos acercamos a una de las confiterías más concurridas, y cuyos consumidores aseguran que realiza los mejores roscones de reyes de todo León. “Secreto no hay ninguno. Sólo utilizar la mejor materia prima y seguir los pasos que marca la tradición. Un roscón bien hecho tiene que llevar tres fermentaciones, un proceso largo y muy cuidado. Así el resultado es siempre el mejor”, explica Juanjo, dueño de la Confitería Alonso.
Roscones de tradición familiar heredada
Pero el punto de distinción de esta pastelería va mucho más allá. Las manos de Juanjo y familia llevan elaborando roscones 24 años en León, en la calle Roa de la Vega 20, y anteriormente otros muchos más en el negocio familiar en Mansilla de las Mulas. Su bien hacer se basa en el mimo a la hora de esta producción totalmente artesanal. “Le ponemos crema cuando le metemos al horno, por encima, que le da un toque muy rico”, confiesa el pastelero.
Luego son los clientes los que deciden si lo quieren relleno de nata, de trufa, de crema, de cabello de ángel, o mixtos, a su gusto. Para los más golosos, o para aquellos que sólo quieren matar el gusanillo, Confitería Alonso produce tres tamaños diferentes de roscón: el de cuarto de kilo, el de medio kilo y el de kilo. “No nos vamos a piezas muy grandes, porque sería complicado de cocer, y el resultado no sería el deseado”.

Lo que más demanda la gente son los tamaños grandes y medianos, sobre todo rellenos de nata.
Amasando, cociendo, y saliendo por la puerta
Ante tal demanda, Juanjo es incapaz de dar una cifra acerca del número de roscones fabricados. “Nunca los hemos contado, son muchos y hacemos de continuo. Estos días estamos todo el tiempo amasando y haciendo, y van saliendo por la puerta sin parar”, apunta.
Confiterías Alonso comienza con los roscones el 2 de enero, y sigue con su elaboración hasta pasados 4-6 días el Día de Reyes.
Sin alternativa al roscón de reyes
“No hay alternativa al roscón para reyes. Aunque mantenemos las elaboraciones típicas del resto del año, como los hojaldres, los pasteles y las pastas, el roscón es la estrella. Además, dura tan poco, que para los rosconeros a medio camino, por San Juan, hacemos 'la coca de San Juan', que aunque no es exactamente lo mismo se le parece mucho: es suave y también se le pone crema por encima antes de entrar al horno, cerezas rojas y piñones”, apunta Juanjo contundente.

Los turrones artesanales de Confitería Alonso también tienen mucho éxito y, es que, el proceso es idéntico: una materia prima de primera calidad -sólo utilizan almendra marcona, la más equilibrada dentro de las variedades de almendra- y la medida justa de azúcar, “sin traspasar la línea que separa lo dulce de lo empalagoso”.
Después de tantos años elaborando roscones, Juanjo asegura que la tradición continúa y continuará. Pero sí que destaca una importante diferencia este año con respecto a los pasados: “Este año se ve a la gente con más alegría”.
La Confitería Alonso está en la calle Roa de la Vega 20.
Teléfono: 987 23 72 92