Marcos Martínez niega que Carrasco se sintiera amenazada o llevara seguridad

El que fuera vicepresidente de Carrasco desde 2011 al 12 de mayo de 2014 en la Diputación y que después la sustituyera tras su muerte, Marcos Martínez Barazón, recordó cómo la dejó a las 4,45 en la puerta de su casa, con la idea de esperarla en la sede del PP. “A las 5.30 salíamos para Valladolid en una furgoneta porque había un mitin de Rajoy a las siete”, una convocatoria que se había anunciado en prensa.

“Lo más normal” es que fuera andando casi siempre de su casa a la sede del partido, “los lunes casi siempre desde las 5.30 o las 6” y “habitualmente iba sola, alguna vez la acompañaba yo, pero otras sola y sin escolta”, porque no tenía. El fiscal quiso saber si se sentía amenazada, algo que negó, ni siquiera “movimientos extraños a su alrededor”. Y respecto a la reclamación económica de la Diputación a Triana, mantuvo que “se decidía en Recursos Humanos y después a la Junta de Gobierno”, afirmo, negando que fuera decisión personal de la presidenta, a preguntas del fiscal.

“Pensé, no es hora para tirar petardos”

Respecto al día del asesinato, “nada más aparcar del coche bajé y oí esas detonaciones, en mi interior pensé que qué horas eran esas para tirar petardos”, recordó. “Después me quedé a loa orilla del río y pasados unos minutos, como no venía Isabel, crucé el paso de peatones hacia la sede del partido; y en un acto simultáneo, cuando veía llegar al novio de Isabel en moto, me di la vuelta al ver dos motos de la policía local; la llamé por teléfono a Isabel pero ya no lo cogió”, continuó su relato, añadiendo que “corrí por la pasarela y llegué a unos 20 metros de la víctima y la policía me impidió llegar más allá”.

El ex presidente admite que conocía a Triana, que era funcionaria interina. “Coincidí con ellas en el Congreso Nacional que el PP”. Y también aseguró que “no lo creo de ninguna manera” que Isabel Carrasco tuviera que ver con la decisión de incluir o no a Triana en las listas del Ayuntamiento de Astorga, negando “para nada” que ella tuviera un control de las listas.

Barazón niega rotundamente “que se filtraran preguntas” de opocisiones

Admitió que Triana Martínez visitó a la presidenta para reclamarle las preguntas de la oposición convocada para la plaza que ella ocupaba interinamente, algo que en la misma le confesó, recordado que dijo: “Ha venido a verme Triana, la cara que le ha echado, que me ha pedido las preguntas, sin más; lo normal es que no se las diera”.

Y también a él. “Se personó en el Ayuntamiento de Cuadros, un día a última hora que no había nadie más abrí la puerta y era Triana, se sentó y me dijo que tenía que darle las preguntas del examen, que no había estudiado absolutamente nada y si no se las daba iba a suspender; yo le dije que ni las tenía ni se las iba a facilitar”.

Ante el defensor de las dos acusadas, de si “era normal que las preguntas circulaban de un lado a otro”, el ex presidente quiso zanjar: “No, para nada era normal, los tribunales eran de funcionarios, no de políticos; y la instrucción de la presidenta a los miembros del Tribunal era que no se filtrara absolutamente ninguna pregunta”.

¿Sabe si Triana estuvo alguna vez en casa de Isabel? “No lo sé, nunca me lo dijo”, afirmó, igual que cuando le preguntó si a Carrasco le gustaban las mujeres desde el punto de vista sexual. “No, para nada, lo que le gustaban las mujeres me parece una patraña, de lo más feo que he oído en mi vida”, comentó enfadado tras la pregunta del fiscal.

Negó que Triana fuera contratada para instalar el ADSL de la guardería de Cuadros o instalara también la sintonización de la antena del teniente de alcalde y su suegra, “me imagino que lo haría el antenista”, respondió Martínez.

La presencia de Martínez Barazón fue especialmente seguida, sobre todo tras los serios problemas del ex presidente con la justicia, ya que sigue imputado por la Operación Púnica por orden de la Audiencia Nacional.