El controlador de la ORA oyó a Triana decir a Raquel “abre” y que ésta abrió el seguro de su coche

Carlos S. Campillo / ICAL Llegada del controlador de la ORA, Julio Mozo, a la Audiencia Provincial en la quinta jornada del juicio por la muerte violenta de Isabel Carrasco

C.J. Domínguez / M. Cuervo

Julio Mozo, el controlador de la ORA que fue el único testigo del fugaz encuentro de Triana Montserrat tras el asesinato de Isabel Carrasco, y su amiga Raquel Gago, aseguró hoy que sí vio llegar a una chica Triana a la que no conocía -Triana-, que se acercó en la calle Lucas de Tuy y con cierta prisa “dijo 'abre' o 'abre el coche'”, dirigiéndose a Raquel, y añadió “ahora mismo vuelvo, voy a la frutería”, después de lo cual Raquel “siguió hablando conmigo”.

Sin embargo, aportó otro detalle importante sobre cómo respondió la policía Raquel Gago: “El coche se abrió, no sé quien lo hizo, sí oí el crack de la apertura de los seguros pero no si Raquel accionaba el mando”. Sin embargo, a preguntas del fiscal, el controlador aseguró que no vio si Triana metió algo en el coche, pero “sí el portazo de cerrarse” el coche de Raquel Gago.

Julio Mozo, controlador de la ORA, dijo no recordar ninguna llamada que recibiera Raquel Gago, aunque hubo una de Triana de 17 segundos.

Raquel estaba orientada hacia su propio coche, de manera que el controlador afirmó “supongo que sí” a la pregunta de su la joven policía podía ver lo que ocurría con Triana. Poco más detalles, porque “estábamos muy enfrascados en la conversación”, que continuó unos pocos minutos, hasta que él tuvo que marcharse y la policía local quedó allí.

Eso sí, también importante: El controlador aseguró no haber oído ninguna llamada de teléfono. Y eso que existe una llamada de 17 segundos, realizada por Triana con el teléfono de prepago, al número de Raquel Gago.

“¡Joder, cuánto tarda esta tía!”

A preguntas de la letrada Beatriz Llamas, el controlador sabe que antes de irse, Raquel sí que dijo “¡joder, cuánto tarda esta tía!”. Y a las del acusador Ricardo Gavilanes, recordó que había una frutería “a unos 20 metros” desde la calle por la que venía, pero no en Gran Vía de San Marcos a donde Triana Martínez se dirigió tras meter el bolso con el arma homicida en el vehículo de su amiga la agente. Todas las acusaciones trataron que reafirmar que Raquel Gago tenía visión clara sobre el coche y sobre la posible maniobra de Triana.

Una 'desconocida' reunión del controlador con el jefe de Policía Local

El defensor de Raquel Gago preguntó a Mozo por una hasta ahora 'desconocida' reunión que mantuvo junto a su jefe de la ORA, Díez Mata, con el jefe de Policía Local de León, Martín Muñoz, el mismo día 12 de mayo en el que había muerto asesinada Isabel Carrasco. No quiso el letrado profundizar demasiado, sólo dejar constancia de que hubo este primer encuentro antes incluso que el primer testimonio del agente de aparcamiento en Comisaría o en el Juzgado.

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