Qué fue de las promesas multimillonarias para León como las que ahora se anuncian en Cataluña

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció esta semana inversiones en obra pública en Cataluña por valor de 4.200 millones de euros. Se trataba de un sorprendente anuncio tras más que meses, años de fuertes desencuentros políticos con la Comunidad catalana a costa de la polémica sobre su referendum de independencia, como buscando nuevos tiempos aprovechando el momento de la mayor debilidad con la que el presidente popular ha gobernado hasta ahora.
En la provincia leonesa, nada más conocerse el anuncio de esta lluvia de millones del PP específicamente para Cataluña, el partido de Unión del Pueblo Leonés (UPL), hoy con Eduardo López Sendino a la cabeza, se mostró “indignada” ante esta inversión millonaria para Cataluña, exigiendo con firmeza “por equidad y por necesidad” el mismo trato económico para la Región Leonesa.
No muy lejos, en Galicia, el también popular Núñez Feijó ya expresa la preocupación de esta otra Comunidad del noroeste por el hecho de que el plan para Cataluña, que entre otras cosas impulsa el llamado Corredor Mediterráneo, relegue esta zona de la península y su esperado Corredor Atlántico.

Joaquín Otero y José María Rodríguez de Francisco, artífices del 'Pacto por León' para sustentar a Amilivia en la Alcaldía de León. / Peio García /ICAL
Pero por León, aunque suene cada vez más lejano, hubo tiempos de promesas económicas no menos multimillonarias y en ocasiones oportunistas. Promesas que hay que valorar en qué quedaron finalmente, cómo se convirtieron -o no- en realidad.
Y la primera de ellas tiene como protagonista, precisamente, no sólo al PP sino también a UPL. El 10 de octubre de 1999, siendo presidente del Gobierno José María Aznar, el alcalde popular Mario Amilivia vio peligrar su Alcaldía. Y el leonesismo que entonces abanderaba con mano de hierro José María de Francisco, aunque el relevo había pasado a manos de Joaquín Otero, vio el momento de aprovechar la ocasión para comprometer su apoyo a cambio de un plan de inversiones muy concreto para León.
Pacto por León, 230.000 millones de pesetas por la Alcaldía
Se llamó el 'Pacto por León', y su rúbrica en San Marcos fue un auténtico esperpento al que hicieron venir al número 2 de Aznar en persona, Javier Arenas, para sellar un documento de compromiso de inversión de 230.000 millones de pesetas de las de entonces. Al cambio, poco menos de 1.400 millones de euros. Se incluyeron el aeropuerto de León, el parque tecnológico, un nuevo hospital, las sempiternas autovías entre León-Astorga y León-Benavente, numerosos regadíos, especialmente vinculados al pantano de Riaño, y hasta museos.
El hoy en entredicho judicial por la Gürtel Jesús Merino, entonces consejero de Fomento de la Junta y secretario autonómico del PP, y el mismo Mario Amilivia que quería retener la Alcaldía de León para no dar opciones al PSOE, asistieron a aquel acto, en el que los leonesistas se tomaron la pequeña venganza de retrasar la firma para que el secretario general Arenas llegara tarde a Valladolid para clausurar el Congreso del partido que reeligió presidente a Juan José Lucas. Apenas 9 meses después, el 19 de julio del 2000, UPL pasó a convertirse en socio de Gobierno del popular, algo que a la postre desgastó a ambas formaciones en detrimento de los socialistas.
Poca opción hubo de que aquellos multimillonarios compromisos se materializaran, hasta el punto de que el aeropuerto apenas fue incluido en la red Aena del Estado, pero sin inversiones destacables hasta que llegó Zapatero al Gobierno; la autovía León-Astorga acabó siendo tras inaugurarla Aznar la autopista de pago que hoy aún es; el Parque Tecnológico siguió siendo una quimera hasta muchos años después y aún hoy a medio gas; y por los regadíos, especialmente los de Riaño, aún se espera que concluyan totalmente 17 años después. Eso sí, el Museo de León se ubicó en Pallarés gracias a una importante aportación estatal.
El Plan Oeste de Zapatero
A principios del siglo XXI comenzaba en León un tiempo, inédito en la política local, en el que el PSOE crecía y tomaba el mando. Aunque nadie podía prever que tanto como para que el lider provincial, José Luis Rodríguez Zapatero, acabara siendo en tiempo récord un consolidado líder nacional, candidato al Gobierno y finalmente presidente en La Moncloa.
Recién llegado a la cúpula del poder estatal, el 23 de julio de 2004, para demostrar su compromiso con su tierra, Zapatero presidió -también en San Marcos, por cierto- un histórico Consejo de Ministros. En él anunció “un conjunto de iniciativas, actuaciones y compromisos” que serán “un instrumento poderoso de desarrollo de todo el noroeste, del oeste de la comunidad y de la provincia de León”.
UPL, ahora con los socialistas
Había nacido el llamado 'Plan Oeste', justo en el momento en el que, por cierto, UPL volvía a cogobernar la ciudad de León, en este caso con Javier Chamorro como vicealcalde del socialista Paco Fernández.
“Ninguna provincia, ninguna comunidad autónoma -precisó- puede quedar atrás en la España que concibe este Gobierno, tengan más dificultades por su retraso histórico, por la naturaleza de su sector productivo o por su propia situación geográfica”, porque “eso es hablar de equilibrio territorial y de cohesión”, fueron aquel día sus palabras.

El histórico Consejo de Ministros celebrado en León bajo presidencia de Zapatero en 2004, donde nació el Plan Oeste.
El plan se acabó cifrando en unos 4.000 millones de euros. En el caso estrictamente de la provincia leonesa, recogía la sempiterna autovía León-Valladolid, con un presupuesto de 365 millones de euros, para que “esté operativa en su integridad en 2009”, autovía que hoy sigue en obras; la “reducción parcial y progresiva del peaje” de la autopista León-Asturias, una anécdota sobre la realidad; y el AVE a Valladolid en 2007 y el tramo Palencia-León (424 millones de euros) en 2008, así como la alta velocidad León-Ponferrada-Monforte de Lemos en 2011. Recordar que el AVE a León llegó finalmente en 2015 y a Ponferrada ni se le espera.
En cuanto al AVE de León a Asturias (la Variante de Pajares incluida), se concretó una inversión de 1.218 millones aunque sin fecha de culminación, sino “máxima agilización”. Zapatero también incluyó la integración del ferrocarril en León, con 18 millones de euros más (con obras incipientes ahora mismo); y anunció en el aeropuerto de León la ampliación de la pista y de la plataforma de estacionamiento con un presupuesto de 12 millones de euros, así como un sistema avanzado de ayuda al aterrizaje por 1,5 millones más. Y aquí acabó invirtiendo más, hasta 70 millones.
La reparación de los canales del Órbigo y del Páramo sumarían otros 28 millones y la depuración integral del río Órbigo por otros 29 millones, hoy no terminada. Completaba el Plan Oeste un Plan Director para la preservación integral de la muralla romana de León, con reparaciones parciales y caídas también parciales; el centro cultural Lyda en Astorga (hoy incompleto); actuaciones para la Ruta de la Plata, hoy desconocidas; o un Parador nacional en Villablino (comarca de Laciana) de 12 millones de euros, del que nunca más se supo.

Por otra parte, el Palacios de Congresos de León, en construcción pero con dudas sobre su finalización; un Laboratorio de Tecnologías Avanzadas en El Bierzo que sería la Ciudad de la Energía, y que luego en la práctica desmanteló el Gobierno de Rajoy; el Instituto Nacional de las Tecnologías de la Comunicación (Inteco, hoy Incibe, una firme realidad); y un nuevo cuartel para el Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil en Valverde de la Virgen (13,5 millones) que el ministro Alonso cumplió a rajatabla.
Cumplimiento en dinero... por sobrecoste
El grado de cumplimiento del grueso de este Plan Oeste, con el paso de los años hasta que el PSOE perdió las elecciones de 2011, acabó siendo muy escaso. Aunque en términos estrictamente monetarios, el Plan Oeste se cumplió en cuanto a inversión, ya que sólo la variante ferroviaria de Pajares lleva 'comidos' cerca de los 4.000 millones euros, pero no por menoras sino por inexplicables sobrecostes que aún mantienen alejada la posibilidad de que el AVE circule de León a Asturias.
En el resto de proyectos, algunos son realidad pero casi todos en plazos excesivamente largos en el tiempo, hasta el punto de que algunos ni se acabaron con siete años de Zapatero ni con otros seis del PP de Rajoy, que bloqueó muchas de las propuestas. Ahí está aún la Ciudad del Mayor como monumento a la dejadez. ¿Ocurrirá lo mismo con el nuevo Plan Cataluña del PP?