La operación contra la red de carne de caballo adulterada alcanza ya 25 investigados

Durante la mañana del pasado jueves pasaron a disposición del juzgado de la capital berciana, que coordina las actuaciones, los diez primeros detenidos. Tras declarar ante el juez, seis de ellos ingresaron en prisión provisional comunicada y sin fianza mientras que otras cuatro personas quedaron en libertad con la obligación de presentarse dos veces al mes ante la autoridad judicial.
A última hora de esa misma jornada de jueves fueron puestos a disposición judicial los tres nuevos detenidos. Para dos de ellos, el juez decretó su ingreso en prisión, mientras que el tercero quedó en libertad con la misma obligación de comparecer ante el juez, lo que eleva hasta ocho el total de personas enviadas a prisión y a cinco los encausados que deberán presentarse en los juzgados dos veces al mes.
El último en declarar, ayer viernes, es un transportista gallego que sería el encargado de realizar transportes de equinos desde los mercados gallegos al matadero de Astorga cada quince días, según informa este sábado Diario de León.
Tras tomársele declaración, la titular del Juzgado número 4 de Ponferrada decretó su puesta en libertad con cargos por presuntos delitos tipificados en el Código Penal como blanqueo de capital, falsedad documental, pertenencia a organización criminal y un delito contra la salud pública.
La red
En ese sentido, la investigación busca esclarecer si los investigados son responsables de los supuestos delitos de blanqueo, falsedad, contra la salud pública y de pertenencia a organización criminal, aclararon fuentes del tribunal. La operación, que continúa bajo el secreto de sumario, investiga las supuestas irregularidades en el sacrificio y posterior distribución para el consumo de esta carne con la que se habría elaborado cecina para exportarla a varios países europeos. Entre los matederos implicados presuntamente en la red, el de Toreno.
El diario El País situa a un ciudadano de origen holandés, pero afincado desde hace un año en Alicante, que ya habría estado implicado en otro caso de venta fraudulenta de carne.
Al parecer, la red se dedicaba a comercializar en diversos países de Europa (fundamentalmente Francia, Italia, Rumanía y el Benelux) como ternera carne supuestamente mezclada con la de caballo, en una parte de ejemplares que sí estaban siendo criados para la comercialización de su carne, con otros que no estaban sujetos a control, y que incluso provenían de robos o restos de enfermos.