El cierre de Compostilla y la sangría de sus cientos de empleos abren la guerra política

Central Térmica de Compostilla en Cubillos del Sil. / César Sánchez / ICAL

ileon.com / ICAL

Con inusitada urgencia, ante lo gravísimo del anuncio oficial del cierre inminente -no más tarde de 2020- de la central térmica de Compostilla de Cubillos del Sil y la pérdida de sus cientos de empleos, por parte de Enel (Endesa), las encendidas reacciones políticas no se han hecho esperar.

La más relevante es la adoptada por el PSOE, que ha exigido al Gobierno del PP y a la Junta medidas urgentes para evitar el cierre de la central térmica de Compostilla. La primera ocasión del Ejecutivo nacional para demostrar su compromiso con el mantenimiento de las térmicas y el carbón autóctono llegará la próxima semana al Senado. El Pleno de la Cámara Alta lleva en su orden del día una pregunta dirigida al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, formulada por el senador del PSOE por León, Graciliano Palomo.

El parlamentario leonés reclamará al representante del Gobierno que exponga qué planes tiene para que las centrales térmicas productoras de energía eléctrica adapten sus instalaciones a la Directiva Europea de Emisiones Industriales y puedan seguir operando más allá de 2020.

Graciliano Palomo ha señalado que con esta acción, “el PSOE mantiene su apuesta por la actividad en las centrales térmicas, con todas las garantías medioambientales y con el objetivo de que se defienda el fututo del carbón autóctono como reserva estratégica y el futuro de las cuencas mineras”.

Los socialistas el próximo lunes han convocado una sesión de la Mesa de la Energía del Bierzo con el fin de adoptar posible acciones. El secretario comarcal en El Bierzo, Gerardo Álvarez Courel, ha señalado que la noticia ratifica “nuestros peores augurios”. El también presidente del Consejo Comarcal y de la Mesa de la Energía del Bierzo manifestó que “no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se desmantela lo que ha sido motor económico del Bierzo durante más de 50 años”.

Acto seguido, exigió “al Gobierno de España y a la Junta de Castilla y León que defiendan la supervivencia de la central de Compostilla y de Teruel (abocada también al cierre) e impongan a Endesa y a Enel medidas para que se mantenga la actividad y el empleo”. La térmica berciana cuenta con una plantilla de 300 trabajadores pero genera mucho más indirectos.

Coalición por el Bierzo

Por su parte, Coalición por El Bierzo considera “lamentable que una empresa española como Endesa, que fue pública en su día y que se privatizó de forma escandalosa, pertenezca a una multinacional pública italiana y que sea precisamente Italia quien adopte decisiones que afectan a un sector estratégico de la economía y la industria españolas, como es el sector energético”. Por lo que “el cierre de la central de Compostilla no es que sea un atentado contra El Bierzo, sino que, se quiera o no, es un atentado contra la soberanía española y al Reino de España le compete defender sus sectores básicos”.

“Estamos seguros de que nadie se hubiera planteado una insensatez similar en el País Vasco o Cataluña. Al contrario, cuando problemas similares han sucedido respecto a sectores estratégicos como el de automoción (caso de Seat), han sido los gobiernos central y catalán quienes han acudido raudos la rescate de la empresa”, lamentan.

“Ahora vendrán el PP y el PSOE a intentar erigirse en defensores de la minería y de El Bierzo y a echarse en la culpa mutuamente del desastre que supone el cierre de Compostilla II. Por una vez no habrán mentido, porque efectivamente ambos son culpables, prácticamente en igual medida”, censura la formación bercianista.

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