'Juanín' y Mestre recogen sus premios Castilla y León de deporte y letras

Rubén Cacho / ICAL. Juan Carlos Mestre (i) y Juan García Lorenzana 'Juanín',  Premios Castilla y León 2017

Ical

La sociedad de Castilla y León reconoció hoy el mérito, esfuerzo y compromiso social de seis referentes de la investigación, las letras, las ciencias sociales, el deporte y los valores humanos. El Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid acogió un año más el acto de entrega de los Premios Castilla y León 2017, galardones que concede la Junta de Castilla y León como prólogo del Día de la Comunidad, que se celebra este lunes 23 de abril.

Unas 500 personas volvieron a reunirse en un viernes primaveral para reconocer la trayectoria de personas e instituciones, como la ONCE, en un acto institucional en el que la música dio la bienvenida a los asistentes, con la actuación de intérpretes de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, las voces del Conservatorio Profesional de Valladolid y bailarines de la Escuela Superior de Danza Moderna de Burgos.

Además del discurso del presidente de la Comunidad, Juan Vicente Herrera, también intervino el poeta y artista plástico leonés Juan Carlos Mestre, Premio Castilla y León de las Letras, que dirigirá unas palabras a los asistentes en nombre de todos los premiados.

Mestre, nacido en Villafranca del Bierzo en 1957, es autor, entre otros, de poemarios como 'Siete poemas escritos junto a la lluvia' (1982), 'La poesía ha caído en desgracia' (1992), 'La tumba de Keats' (1999) o 'Un poema no es una misa cantada' (2013), entre otros. Además, ha firmado numerosos ensayos y ha protagonizado diversas exposiciones individuales y colectivas. Entre sus galardones cuenta con trofeos como el Premio Adonáis de Poesía, el Premio Jaime Gil de Biedma, el Premio de la Crítica de Poesía Castellana y el el Premio Nacional de Poesía. En su fallo, el jurado destacó que se trata de un creador “polifacético, poeta original, imaginativo y feliz, autor de una obra desbordante en la que se mezclan con excelencia todos los géneros literarios”.

En su discurso, en nombre de los premiados, apostó por una comunidad de tolerancia donde tengan cabida los que discrepan y los que al diferir “ennoblecen” los argumentarios de la libertad y hacen del disentimiento salud de un bien “irrenunciable”. Durante su discurso en representación de los galardonados, de los que precisó que sus méritos “sobrepasan su capacidad de elogio”, Mestre consideró que no cree en un arte, una filosofía y una literatura sin ideas.

Frente a la “catástrofe inminente” del totalitarismo, Juan Carlos Mestre abogó por “reconstruir” la sociedad sobre unos nuevos cimientos donde no tuvieran cabida la iniquidad de la pobreza ni el sufrimiento. No en vano, manifestó que toda tarea humana debería tener como fin el “refuerzo” de la dignidad espiritual y civil de las personas frente a la “tolerancia” ante la “herida colectiva, el daño y la precariedad”, sin olvidar el cuidado de la naturaleza y el planeta.

Mestre se acordó de la “tragedia” de los refugiados, los “argumentos procesales” que avergüenzan las legislaciones, los desplazados a la fuerza, los cesantes y los “nadie” en la sociedad. Frente a eso, echó en falta la época en que los poetas eran los “legisladores invisibles” de un mundo donde el derecho a soñar era aceptado como un principio de civilización y cultura.

El premiado valoró la “esforzada perseverancia” de los antepasados así como las manos de quienes sostuvieron el peso de la esperanza y la honradez política. Además, lamentó que la palabra haya caído en desgracia porque opinó que está hecha para ayudar a construir la “casa de la verdad” y no para silenciarla.

El Premio Castilla y León de las Letras también tuvo palabras para su orígenes, en los valles del Bierzo y un pueblo donde nació Fray Martín Sarmiento y Enrique Gil y Carrasco. Se acordó de la historia de la poesía, a la que calificó de “patria”, con nombres como Federico García Lorca –que sigue siendo un detenido desaparecido, al igual que los “olvidados”· en las cunetas-, Miguel Hernández –víctima del totalitarismo franquista- y los intelectuales republicanos del 27 –“diezmada” por el exilio político-.

El poeta de Villafranca del Bierzo valoró, por último, el esfuerzo, la superación y el trabajo de los premiados. En concreto, el “saber jurídico” de Mangas, la “excepcionalidad aptitud” de 'Juanín' y Hernández, el “claro don y la discrepante luz” de la mirada de Cuadrado Lomas, la “emprendedora dinámica” empresarial del Grupo Antolín y la “labor bienhechora” de la Once.

Castilla y León también homenajeó al burgalés Grupo Antolín, Premio Castilla y León Investigación Científica y Técnica e Innovación, por su “decidida” apuesta por la innovación, su compromiso con el desarrollo técnico e industrial de Castilla y León y la aplicación de las innovaciones tecnológicas a los procesos industriales. Además, el jurado destacó una trayectoria de más de 60 años construida sobre la innovación, con cientos de patentes mundiales, lo que le ha llevado a ser “líder mundial” en su sector de la automoción.

Por su parte, la catedrática salmantina de Derecho Internacional Público de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, Araceli Mangas Martín, recogió el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades, por su aporte decisivo en el encaje de España en las instituciones europeas. Pionera en el Derecho Comunitario en España, el jurado resaltó su aportación en temas como el Brexit, la crisis de los refugiados o los procesos separatistas en Europa.

También subió al escenario del Miguel Delibes los responsables de la Organización Nacional de Ciegos Españoles, Premio Castilla y León de Valores Humanos y Sociales por su “dilatada” trayectoria social y humana a lo largo de 80 años, así como su compromiso con las personas con discapacidad. El jurado también valoró su importante labor de solidaridad, igualdad e integración por medio de la formación, el empleo y las acciones de accesibilidad.

Asimismo, los jugadores de balonmano Juan García Lorenzana 'Juanín' y Fernando Hernández Casado, de 40 y 45 años, respectivamente, y aún en activo en la máxima categoría Asobal, recibieron el Premio Castilla y León del Deporte ex aequo. El jurado valoró los los méritos acumulados por ambos a la hora de concederles la máxima distinción deportiva en la Comunidad.

Como estaba previsto no acudió a la ceremonia el pintor vallisoletano Félix Cuadrado Lomas, Premio Castilla y León de las Artes 2017, que un día después de conocer el fallo del jurado, “por su capacidad de unir tradición y vanguardia, por su dominio de formas y colores y por haber sabido captar de manera magistral los campos y gentes de Castilla y León con un estilo propio y una visión esencial”, anunció en declaraciones a Ical su renuncia al galardón al no conllevar dotación económica.

El acto, que arrancó a mediodía, se cerró como es tradición con la actuación de la 'Big band' de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León.

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