Tu foto más solidaria por solo dos euros
Una foto divertida. Eso es lo que ofrece Susana González en su estudio 'Su Fotografía' en La Bañeza a cambio de contribuir con un donativo de dos euros a un proyecto solidario en Kenia, la construcción de un comedor social para los niños de la comunidad de Kabarnet.
A través del proyecto 'Fotografía Solidaria', Susana realiza una fotografía a los que quieren colaborar y se la envía a través de correo electrónico o, si dan permiso, la sube a la página de Facebook. Al ser todo digital, el dinero va íntegro al proyecto, aunque si la persona lo desea puede pagar por obtener una copia en papel.
La idea surgió a finales de junio, a través de una pequeña asociación -Bamba Project- que se encarga de un orfanato con 33 niños en la zona. A los pocos días de comenzar, Susana había conseguido reunir ya 600 euros y a día de hoy la recaudación ronda los 2.000. Para el comedor necesitan unos 7.000, pero la asociación trabaja también en otros proyectos con los que financiarlo.
Esta fotógrafa bañezana se muestra encantada con los resultados. “Hay gente que llega mal a fin de mes y que aporta su granito de arena, gente que viene desde Astorga o Valencia de Don Juan a colaborar, veraneantes que no se van sin ayudarme con este proyecto y algunos que no pueden venir pero me envían su donativo”, explica entusiasmada.
Con esta satisfactoria respuesta, Susana continuará haciendo fotos hasta la primera semana de octubre, fecha en la que termina el proyecto pues el 14 pondrá rumbo, junto a sus padres y una amiga, al país africano para llevar personalmente el dinero y poner en marcha la construcción del comedor.
Clases de foto y vídeo para los niños del orfanato
Una vez allí, también se encargará de dar unas nociones básicas de imagen a los niños del orfanato. Para ello lleva tiempo recogiendo todo tipo de material audiovisual y hasta el momento tiene 20 cámaras de foto y una de vídeo. “Los niños están locos de contentos”, comenta Susana. Por ello, anima a cualquiera que tenga cámaras en casa sin usar a que las done para este fin, igual que tarjetas de memoria. “Para ellos es un lujo y algo inaccesible y en muchas ocasiones son cámaras que te da pena tirar porque funcionan pero que ya no usas”, comenta.
