“La polémica de la carne equina afectará al mercado hispano-bretón de Babia”

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Marta Cuervo

El escándalo de la carne de caballo encontrada en alimentos procesados etiquetados como vacuno suscitado en Alemania, y los restos de medicinales antiinflamatorios hallados en carne equina en Francia, han creado alarma social también entre la población leonesa a la hora del consumo de este alimento.

Este martes una nueva noticia ha incrementado la preocupación; la retirada por parte de la multinacional suiza Nestlé de una serie de productos de pasta con carne de vacuno en España e Italia, tras desvelarse que contienen trazas de ADN de caballo superiores al uno por ciento. Pero, ¿por qué se está desprestigiando el consumo de la carne equina? ¿Se considera, de repente, de peor calidad que la proveniente de ternera, cerdo o pollo?

El presidente de la Asociación Hispano-Bretón de Babia, Sixto Martínez, ha declarado que estos últimos acontecimientos afectan de manera muy negativa a las próximas ventas de potros que se efectuarán en octubre, cuando los nuevos caballos se desteten.

La ganadería, a día de hoy, empieza a no ser rentable

Martínez explica que los criadores de esta raza de caballos no son los responsables del cebado de los animales, ya que, en el 90% de los casos no se ocupan de su cebado. “Lo vendemos con 7 u 8 meses a granjas donde los ceban”, ha apuntado. “No somos los responsables de en qué se transporta el producto pero pagamos las consecuencias”, ha añadido el presidente de la asociación, en relación a las críticas de muchos consumidores que opinan que la polémica nace en el tipo de alimentación de este ganado.

Por otra parte, Sixto Martínez ha hablado de las duras consecuencias que este tipo de publicidad negativa tienen para los ganaderos de la zona de Babia. “Se reducirá la campaña equina. Ya se están vendiendo muchas explotaciones enteras. A día de hoy no es rentable”.

Un problema que se acentúa por la eliminación de las subvenciones que provenían por parte de la Junta de Castilla y León. “Disfrutábamos de una suma de unos 130 euros por animal por haber sido declarada raza en peligro de extinción. Pero se han suprimido las ayudas por la crisis, desde la Junta nos han anunciado la falta de fondos”.

Martínez también ha subrayado que “son los ganaderos quienes fijan la vida en la montaña de León”, por lo que una bajada en cuanto a su producción puede tener “consecuencias muy graves”. “Con la crisis que se está sufriendo también en el sector de la minería, no hay otro medio de vida a parte del que proporciona una buena temporada de esquí”.

La carne equina, la más sana

Una de las incógnitas que el presidente de la Asociación Hispano-Bretón de Babia no sabe explicar es por qué, tras la polémica, la carne equina 'se ha convertido en la peor'. “Es la más sana y la de mejor calidad”, ha apuntado. “Supera a la de pollo, ternera y cerdo porque es la menos grasa. Además, está muy indicada como alimento para los niños y para las personas enfermas. En el ganado equino no existe ni la tuberculosis ni la brucelosis”, ha afirmado.

Otro de los agravantes es que en España, “no hay cultura de consumo de carne de caballo”. En la zona de levante, en el País Vasco y en Barcelona sí, en el resto el consumo es mínimo, según ha explicado Sixto Martínez, y la mayoría de la producción se exporta a Italia y a Francia.

¿Por qué hacer pasar carne de caballo por carne vacuna? El problema del etiquetado en España

Según el experto ganadero de cabezas equinas, la alarma social suscitada por el consumo de carne de caballo se debe más bien a un fraude hacia el consumidor, es decir, al engaño por falta de información o información engañosa, que a un problema de seguridad alimentaria. “Se trata de un problema en el etiquetado. Pusieron que se trataba de carne de vacuno cuando en realidad también contenía de caballo”, ha sentenciado Martínez.

El presidente de la asociación ha criticado, además, el problema del etiquetado en España, muy deficiente con respecto a otros países. “Los ganaderos somos los primeros interesados en la investigación de los cebaderos, para que nuestra carne fuese óptima, y para garantizar una buena seguridad en cuanto a la calidad y control de la carne. Los ganaderos no entramos en la transformación de la carne pero somos los perjudicados”.

“La falta de etiquetado, la cooperación en las distribuidoras, la ausencia de una marca de calidad, y el desdén en crear una mentalidad de consumo son los principales problemas con los que se encuentra el sector”, ha declarado.

En relación a esto, Martínez ha anunciado, además, una “competencia desleal”, que se genera, de nuevo, por un etiquetado insuficiente. “Los dos o tres mejores tipos de carne de hispano-bretón se producen en León, pero se venden como si fueran carne de caballo corriente debido a la ausencia de una marca de calidad”. En este punto entran a colación las diferentes razas de caballos existentes, “donde la calidad de la carne es muy diferente”.

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