Rechazo total a la privatización del Registro Civil

“El registro civil ni se vende, ni se regala”. Con carteles en los que podía leerse este mensaje, varias decenas de funcionarios de Justicia se han concentrado ante los Juzgados de León durante media hora en un nuevo Viernes Negro, en el que han mostrado su rechazo a la posible privatización del Registro Civil. “Entendemos que es un servicio con el que no se puede hacer caja”, han manifestado.

A la posible pérdida de puestos de trabajo -solo en los pueblos de la provincia 140 personas podrían verse afectadas- se suma la puesta en jaque de un derecho de los ciudadanos. “Al Gobierno no le interesa si no hay dinero de por medio”. De privatizarse este servicio, los ciudadanos tendrían que pagar cada vez que quisieran hacer uso de él y lo harían “dos veces, a través de aranceles y a través de impuestos”.

Además, advierten de que esto provocaría que se alejase este servicio de los ciudadanos y se centralizase en las capitales.

La calidad es la tercera pata que se verá afectada. “Ahora está servido por funcionarios especializados en esto, después no se sabe lo que pasará”, comentan.

Todo está además envuelto en la bruma de la incertidumbre, ya que tampoco está claro qué ocurriría, en caso de privatizarse, con los datos personales de los que dispone el Registro Civil ni si estarían seguros en manos privadas.