Cierra una de las mejores escuelas del periodismo de España

Última portada de La Crónica de León.

Jesús María López de Uribe

Los leoneses tienen que asistir estos días al cierre de La Crónica de León, el periódico que salió en marzo de 1986 para “compensar” la dictadura informativa del Diario de León, que desde mayo de 1984, tras la compra del periódico estatal La Hora Leonesa el cual cerró, tuvo dos años para hacerse un poquito “insoportable”. Es síntoma de muchas cosas: de lo difícil que es sobrevivir escribiendo para que una rotativa saque las noticias y las deje más viejas aún de lo que lo hace la radio con la presencia de Digitales como éste, iLeón; del resultado de ser propiedad de “ladrilleros”; de la crisis que ha secado la publicidad en el periódico; del desánimo en las redacciones que no cobran; de una forma de hacer periodismo que está desapareciendo (sinceramente no sé si para bien o para mal).

Y es que muchos no son conscientes de que La Crónica de León es una de las escuelas más importantes del periodismo leonés, que, por otra parte, es una de las más fuertes de España (no en vano los mejores literatos de este país son de León: Julio Llamazares, Andrés Trapiello, Luis Mateo Díez, Gamoneda y todos los que ustedes van a recordar que ya no están entre nosotros). Un periódico, por cierto, que se adelantó a los tiempos porque fue el primero completamente informatizado de España, como indica esta noticia de la hemeroteca de El País.

¿Y porqué me atrevo a hacer esta afirmación? ¿Una de las escuelas más importantes del periodismo leonés? Pues, salvando los enormes profesionales nacidos en el Diario de León (Fernando Aller, Javier Melero, Marco Romero, Ana Gaitero y el recientemente fallecido fotógrafo Norberto Cabezas, entre otros) les voy a contar una historia de nombres (y allí donde están hoy) que les va a dejar boquiabiertos.

La Crónica de León comenzó con un plante de media redacción del Diario de León, ya que casi toda la plantilla se marchó de golpe y porrazo a La Crónica. Entre ellos, y ojo al dato, estaban que yo recuerde un tal Óscar Campillo (entonces corresponsal de Astorga y Comarca), Rafael Blanco (que fue jefe de Deportes en la Voz de Galicia y lleva un montón de años como subdirector del Diario, Benigno Castro (ya fallecido que también fue director de La Crónica y llegó a ser director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios en el primer gobierno de Zapatero, nada menos), Lolo (nuestro gran dibujante), el hasta hoy jefe de fotógrafos 'croniquero' Mauricio Peña, algún que otro corresponsal y fijo que algún grande del periodismo del que no me acuerdo ahora.

Casi como venganza del destino, el Diario de León se surtió al pasar de los años de periodistas de La Crónica, al principio pocos como Susana Vergara (la primera), luego más como Verónica Viñas. Pasamos también por allí José Antonio Otero (Jao) y el que suscribe en Provincia; Emilio Gancedo hizo sus primeras prácticas allí y el multipremiado Manuel Cachafeiro fue la última incorporación. Fijo que me dejo a alguien en el tintero.

¿Pero quienes han pasado por La Crónica? Que yo recuerde, de mis años de prácticas, 'adjunto al redactor' y editor del suplemento de Tecnología al final (del 92 al 98) me salen varios directores:

Óscar Campillo, el que le tocó el marrón de ser director -y de meterme en este mundillo-, y le dió la vida (lo fue también de Diario 16 Burgos compatibilizándolo con La Crónica 16, de El Mundo de Castilla y León, director general de Radio Televisión Castilla y León y hoy nada menos que Director General de Marca), José Luis Prusén (director hoy del diario 'La Rioja'), Pablo R. Lago (director del Diario de Soria, hasta hace poco de Diario de León y hoy de El Mundo de Castilla y León), Joaquín Sánchez Torné (director de El Mundo-El Correo de Burgos y hoy de Diario de León), Ángela Domínguez (directora de El Mundo de León y hoy del Diario de Soria, aguerrida y durísima periodista, pero encantadora mujer fuera de la redacción) y los del propio medio José Luis Estrada y, el último, al que le toca cerrarlo con todo el dolor de su corazón, Daniel Álvarez de la Torre (lo sé porque era mi compañero de Comarcas en mis primeros años de trabajo allí, del que aprendí a hacer periodismo riguroso y honesto y dejarme de objetividades y ser lo más ecuánime posible, el mejor periodista que he conocido). Por cierto, este último, Daniel Álvarez es documentalista y ha estado en las finales de los premios Goya con documentales tales como 'La Escuela Fusilada'. Ah, y Antonio Corcoba (que fue jefe de Prensa en la Diputación de León y hoy es el director de Radio Marca). Y Eva Suárez (hoy 'Dolcetriz') que fue directora del fallido Peatòm.info. Y, de paso, Javier Calvo, que era en La Crónica el sempiterno jefe de Deportes y hoy es el sempiterno director de Leonoticias (y por muchos años espero). Casi nada.

Más gente: en Comarcas y luego en Economía Juanjo Valverde (que llegó a ser jefe de Prensa de Victorino Alonso, el empresario minero), en Comarcas Josu Rodríguez (hoy jefe de Prensa de Amilivia como presidente del Consejo Consultivo de Castilla y León), Carlos J. Domínguez (que fue jefe de Prensa del PSOE de León, otro enorme periodista y mejor persona); en Local Anabel Rodríguez (primera jefa de Prensa de Manuel Martínez en San Andrés del Rabanedo), Rosa Martín (que fue jefa de Prensa y de Gabinete de Alcaldía del Ayuntamiento con Francisco Fernandez), Violeta Rodríguez Oria (jefa de Prensa de Comunicación en la Ciuden en Ponferrada), en Cultura Ana Ustáriz (hoy en Prensa de la Universidad de León).

Más aún: Astrid Rodríguez (jefa de Prensa de la Subdelegación del Gobierno), Lorena Fuertes (que ha pasado por varios destinos de Comunicación dentro del Ayuntamiento y tantos otros más como Mónica Garrido (que entre muchas otras cosas como directora de la compañía de teatro de Calle La Danáus, fue jefa de Prensa de IU cuando se presentó Hernán Hijosa como candidato a la Alcaldía fue luego directora accidental de Peatòm.info), Susana Martín (directora del primer diario digital de la ciudad de Léon, con Estrella Digital), José Ramón Bajo, 'Jota' (que era el subdirector de La Crónica y luego lo fue de 'El Día de Valladolid' para regresar a León como director de 'Gente en León'). Por no hablar de los periodistas que han ganado premios Cossío como el fotoperiodista Secundino Pérez (hoy en el Diario). También Amparo Martínez (que estuvo en Prensa en el Gobierno de Zapatero) o Isabel Barrionuevo (jefa de Prensa en Aena dedicándose al aeropuerto de León) o literarios como la archiconocida y buenísima escritora Noemí G. Sabugal. O Fulgencio Fernández que pese a su carácter nos brinda premios a los leoneses todos los días con su pluma y sus historias de 'Sidoro' y la peña de Cármenes. O 'Trapi', Pedro Trapiello, que comenzó en el Diario, estuvo en La Crónica y volvió al Diario donde hoy nos da “cornadas de lobo”.

O López, el fotógrafo más alto de la tierra, jugándose hoy el tipo en Siria sacando unas fotáncanas de cuidado. O Andrés Martínez Casares (el sobrino de Javier Casares el fotógrafo de Efe en León, que también pertenece a la extensa familia Trapiello al fin y al cabo, aunque el segundo apellido sea de su padre; sí, también familia del Premio Nacional de Literatura, que lleva casi su mismo nombre Andrés Trapiello). Andresín que estudió periodismo de letras y cuando entró en La Crónica cogió una cámara, con dos cojones, para no soltarla en la vida (llegó a ser jefe de fotografía de ADN.es y ha publicado sus instantáneas sobre Haití en los mejores periódicos de Estados Unidos)... con dos cojones de nuevo. Y tantos otros que se me olvidarán. Pero la lista, y dónde están ahora o lo que llegaron a ser, de los que les he contado abruma. Ahora entienden lo de escuela del Periodismo leonés.

Y la tele, también de La Crónica

Por cierto, como anécdota final el periódico de la mítica serie televisiva 'Periodistas', -aparte de llamarse 'Crónica' como cabecera ficticia-, estaba basado en La Crónica de León con tantos paralelismos que podías reconocer a los alter egos reales de los personajes (incluso la subdirectora era rubia). No en vano uno de los guionistas de aquella serie fue periodista en La Crónica, la de aquí, la buena, la de León. La legendaria. Algunas risas nos echamos con ello: aunque la serie se parecía como un huevo a una castaña al periodismo real, en las anécdotas de las vidas de sus protagonistas alguna vimos clavadita de las que pasaron en verdad en aquella redacción de la Plaza de Toros).

Todos, hasta los más descreídos del periodismo estamos hoy echando una lagrimita cuando hemos el último ejemplar de La Crónica de León. Tiene que ser hoy, en día en que siento que se me ha muerto alguien de la familia (qué duro y difícil resulta eso) que llevaba enfermo mucho tiempo; el día que tengo que reconocer que llevo esto del periodismo metido en el ADN. Maldita sea. Yo, que he visto este oficio como una maldición, hoy, al menos -aunque me duela reconocerlo- me doy cuenta de que San Juan me echó una bendición.

Adiós a nuestra Crónica de León. La echaremos de menos pero la llevaremos con orgullo allí donde vayamos. Porque la experiencia de trabajar allí nos permitió llegar alto. Muy alto. Y no a pocos como han podido comprobar leyendo este pequeño homenaje a esta Escuela de Periodismo español. Se acaba la vida de La Crónica. Comienza la leyenda.

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