La Junta no ve que haya ningún problema de brucelosis en León

El director general de Producción Agropecuaria y Desarrollo Rural, Jesús Mª Gómez

Isabel Rodríguez

No habrá vacunación contra la brucelosis para el ganado de la Montaña Oriental de León. Lo ha dejado muy claro este viernes el director general de Producción Agropecuaria y Desarrollo Rural de la Junta, Jesús María Gómez, poco antes de reunirse en León con las organizaciones agrarias para tratar el tema que afecta en especial a la zona de Riaño. “La decisión de vacunar hay que tomarla cuando existe ya una situación preocupante y sobre todo cuando la enfermedad no está controlada”, ha manifestado. Gómez ha llegado al encuentro sin ánimo de atender las peticiones de dichas asociaciones porque, según ha manifestado, “León no tiene ningún tipo de problema con la brucelosis”.

La declaración la argumenta con datos generales. Según asegura, “el 99,29% de las explotaciones ganaderas de León y el 99,8% de animales no tiene ningún problema con la brucelosis”. Además ha advertido de los riesgos que pueden tener las declaraciones alarmantes para los precios de la ganadería. “Los precios de la leche y la carne están muy relacionados con el estatus sanitario que tenga la cabaña ganadera y determinadas noticias pueden incidir de manera negativa”.

En cuanto a la zona de la Montaña Oriental, Gómez ha asegurado que en ella trabajan desde hace dos años, cuando fue declarada Zona de Especial Incidencia de Tuberculosis, aunque no de brucelosis como esperaban los ganaderos que se hiciera este viernes. El responsable de la Junta ha restado importancia asegurando que es necesario “poner las cosas en su justo término” ya que manifiesta que “siete explotaciones afectadas en el término de Riaño y un máximo de 14 en toda la provincia supone unos índices de incidencia bajísimo”.

Gómez ha explicado también que la vacunación contra la brucelosis implicaría “vacunar a todas las explotaciones y no solo a los que tengan alguna incidencia”, lo que por otra parte “supondría una restricción de movimiento muy importante para el ganado”, y aque las explotaciones vacunadas no podrían llevar al ganado a cebar a ninguna unidad veterinaria clasificada como B4 (libre de brucelosis), que son 92 de las 103 existentes en la provincia.

Una a una ha ido descartando las peticiones que hacen los ganaderos, como la de un mayor control de la fauna salvaje. “Tenemos un teléfono las 24 horas para que los ganaderos nos avisen cuando encuentren algún animal muerto para hacerle las pruebas”. Hasta ahora lo que hacía la Junta era analizar los animales abatidos en cacerías. “Desde 2011 hasta 2013 se han tomado más de 400 muestras -57 en Riaño- y solo ocho animales dieron positivo en tuberculosis y ninguno en brucelosis por lo que no consideramos que sea un elemento fundamental”. Tampoco habrá cambios en la Ley de Saneamiento Animal o contraanálisis, algo que no depende directamente de la Junta sino de la Unión Europea.

En relación a que sean veterinarios públicos los que realicen los controles, Gómez ha explicado que el 42% de los animales saneados son vistos por veterinarios oficiales, pero ha explicado que allá donde no llegan los funcionarios públicos deben contratar una empresa externa para completar el programa de saneamiento. La petición del secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, pasa entonces por solicitar que en la comarca de Riaño, “donde los ganaderos están reticentes”, lleven a cabo el saneamiento únicamente veterinarios públicos. “Si no es así, será por un capricho de la administración”, explica. Turrado ha insistido a los medios también antes de entrar en la reunión que “no se pueden medir de la misma manera situaciones diferentes” y que “no es lo mismo la ganadería de montaña de León que de dehesa”.

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