El accidente más grave de los últimos 30 años en la minería leonesa

Pozo Emilio del Valle este trágico lunes.

ileon.com

El terrible suceso del pozo Emilio del Valle, en el Grupo Tabliza de Llombera (Pola de Gordón) en el que seis mineros han perdido la vida por un súbito escape de gas metano, es el más grave producido en la minería leonesa desde los últimos treinta años, tras el del Fabero en noviembre de 1984 con ocho muertos y el de Caboalles de Abajo en 1979 con diez.

Además, entre los provocados por bolsas de grisú -como se denomina al gas metano incurso en el carbón-, es el segundo más grave de los últimos 45 años tras el del siniestro en el pozo Santo Tomé de Turón (Asturias) que costó la vida a 11 mineros, en una mina de la empresa Hullera Española, en Asturias.

1984: ocho muertos en Fabero

Según el blog de Juanma G. Colinas (Plumilla Berciano), el accidente de hace casi treinta años (los cumpliría el 19 de noviembre que viene), ese mismo día de 1984, una explosión de gas grisú terminó con la vida de 8 mineros en Fabero. Concretamente, en el Grupo Río, de Combustibles de Fabero (Cofasa).en él murireron los mineros Tomás Abella, Adelino Alonso, Emilio Álvarez,Santiago Álvarez, Manuel García, Ramiro Guerra, Luciano Iglesias y Manuel Tejón.

Especialmente cruel fue la lucha de Tomás Abella de la Mata durante 61 días contra la parca, que no pudo superar el 20 de enero de 1985 en la residencia sanitaria La Paz de Madrid, por un paro cardiaco que le sobrevino, según el parte médico, por las graves quemaduras que sufrió en el accidente a pesar de que “había tenido momentos de mejoría y animaba constantemente al resto de sus compañeros heridos en el mismo siniestro. Las familias de los mineros fallecidos recibieron un telegrama de pésame del entonces presidente del Gobierno, Felipe González.

1979: 10 muertos en Caboalles de Abajo

El miércoles, 17 de octubre de 1979 perdían la vida diez mineros en el pozo María de la entonces Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), ya cerrado.

La noticia del accidente del pozo María quedó grabada en la memoria de los lacianiegos. Perdían la vida los mineros Basilio Uría Cangas, Manuel Gómez Díaz, Adolfo Real Suárez, Emilio Pinillas Álvarez, Arselí Fernández Díez, Otilio Álvarez Fernández, Antonio Restrepo Vior, Manuel González Acero, José Ouviaña Díaz y Alfredo Prieto Suárez.

Los trabajadores fallecidos habían entrado a trabajar en el segundo relevo, a las 16:15 horas, y en el momento del suceso estaban desarrollando su labor en el taller sobre la capa 13 de la planta quinta del citado pozo, según cuentan en este reportaje de la también cerrada, como aquel pozo, La Crónica de León: Según el informe elaborado en su día, el accidente se produjo por una explosión de grisú. “Sin lugar a dudas, todos los hechos apuntados en la segunda parte de este informe evidencian la existencia de una explosión de grisú”, recoge literalmente el informe. Una explosión que escucharon los mineros que estaban trabajando en las plantas tercera y quinta. La deflagración pudo tener su origen en una chispa producida en la locomotora de baterías. Así en el informe se puede leer que “indudablemente, de todas las causas posibles en taller y galería, la locomotora de baterías es la que razonablemente ofrece más posibilidades de haber sido el origen de la deflagración”.

Los últimos muertos

El último accidente mortal en la minería española tuvo lugar el 12 de mayo del pasado año, cuando un trabajador de mantenimiento de una mina de Súria (Barcelona) perdió la vida al caer en un pozo de 80 metros de profundidad. En León, la anterior tragedia mortal minera hasta se remota al 18 de julio de 2011, cuando un electricista de 41 años murió en una explotación de Torre del Bierzo (León).

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