Movilización vecinal en Sueros de Cepeda para que un menor se quede en su casa
Sueros de Cepeda ha vivido la mañana del Domingo de Ramos con la emoción a flor de piel. Desde las 10 horas, alrededor 400 personas, todo el pueblo junto con vecinos llegados de otras localidades de la comarca, se concentraron para mostrar su solidaridad y cariño con Julio, un niño de 10 años que desde hace seis vive con sus tíos paternos. El menor tenía que estar a las 13 horas en el Punto de Encuentro Familiar de León, para ejecutar la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria de 5 de julio de 2013 que dio la custodia a los abuelos maternos, basándose en los informes de los psicólogos que estiman que el cambio pemitirá al menor crecer “sin odio”.
Este el hecho objetivo y técnico de una sentencia judicial que la tía con quien vive en la actualidad, Antonia Fernández Fernández, ha recurrido al Tribunal Supremo. Sin embargo, los vecinos de Sueros todavía recuerdan la conmoción vivida en mayo de 2009 cuando el padre del muchacho, natural de la localidad cepedana, fue asesinado por dos leoneses en Mataporquera (Cantabria), un hecho por el que la madre fue condenada a 18 años de cárcel por probarse su participación.
El pueblo entero, de manera pacífica, no se ha movido de la calle durante más de cuatro largas horas, manifestando su apoyo incondicional a un niño que en su corta vida se ha visto envuelto en situaciones sumamente dolorosas, “Julio viene de una situación muy dramática, sufrió primero el abandono materno, al poco tiempo sufre la muerte de su padre, y cuando consigue integrarse plenamente haciendo la vida normal de un niño feliz que va a la escuela, es monaguillo..., toda la gente que estamos aquí no entendemos por qué se tiene que ir ahora. Todos pensamos que no se puede traer y llevar a un niño como si fuera un juguete. Él está bien aquí y no se quiere ir de ninguna manera”, asegura Juan Pedro Cabezas, portavoz de los vecinos.
El menor finalmente no ha podido acudir este domingo al Punto de Encuentro Familiar, porque el informe médico emitido por la facultativa de guardia del Centro de Especialidades de Astorga que tuvo que acudir a Sueros para certificar el estado psicológico del niño, desaconsejaba ejecutar la sentencia. No obstante, una ambulancia llegaba sobre las 13,45 horas para trasladar al muchacho al Hospital de León, donde después de otro análisis Julio ha vuelto a Sueros, “porque han visto que el niño sufría una ansiedad extrema”, ha explicado Juan Pedro Cabezas. Uno de los guardias que intervino anunció a los vecinos, poco antes de que llegara la ambulancia, de que la prioridad en este caso es el menor “y hay que protegerlo”.
El portavoz de los vecinos ha insistido que en este caso “algo se ha hecho mal, alguien se ha equivocado”, Juan Pedro Cabezas ha señalado que “esto no es una ciudad, esto es un pueblo y todos sabemos que Julio es feliz. Con un niño no se puede decir 'ahora es tuyo, ahora es mío', no se puede hacer eso”. Pero lo que no acaban de entender en el pueblo es cómo el juez no ha enviado “a nadie al colegio o al pueblo” para ver como vive el menor.
El muchacho ha vuelto a Sueros, no se sabe por cuanto tiempo porque la sentencia se tendrá que ejecutar “y en el pueblo lo respetamos”, ha subrayado el portavoz, que no descarta, “si la familia nos lo pide”, continuar con las movilizaciones pacíficas, “para decir que respetamos la ley pero que no estamos de acuerdo con lo que el juez ha dicho”.
