La agente de Policía Local argumenta que las asesinas de Carrasco querían responsabilizarla

Peio García / ICAL Raquel Gago entra a declarar en los juzgados de León en un vehículo policial camuflado

ileon.com

Raquel Gago, la agente de la Policía Local de León encarcelada ayer sin fianza en la prisión de Mansilla de las Mulas por su presunta implicación activa en el asesinato de Isabel Carrasco (se la imputan supuestos delitos de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas) mantiene en su círculo más próximo una versión muy diferente de los hechos, probablemente el mismo en el que sustenta su defensa ante la jueza que investiga el caso.

La policía municipal leonesa de 41 años, y amiga íntima (que no sentimental) de Triana Martínez, la hija de la asesina confesa, podría estar defendiendo que la intención de Triana y su madre era responsabilizarla del crimen e incriminarla con la prueba principal: el revolver del que salieron los tres disparos que acabaron el lunes con la vida de la presidenta de la Diputación y del PP.

Para ella, esto explicaría que su amiga quedara con ella con una breve llamada de teléfono y le introdujera, sin su conocimiento (como ha declarado en todo momento) una bandolera que resultó contener el arma homicida en el interior de su coche mientras ella estaba manteniendo una conversación con un controlador de aparcamiento de la ORA en la confluencia de las calles Sampiro y Lucas de Tuy de la capital leonesa, a escasos centenares de metros donde la madre de Triana, Montserrat González, ya habían asesinado a Carrasco, según confesó ésta tras su detención.

Es más, en esos mismos círculos, la agente de policía viene en cierto modo a congratularse de que finalmente se pudiera detener en sólo unos tres cuartos de hora a Monsterrat y Triana en el vehículo de esta última, ya que de no haber sido así la aparente implicación de Raquel la habría situado como principal sospechosa, aunque sólo fuera por tener en su poder la pistola Magnum del calibre 38 que mató a la presidenta.

El resto de la historia que ella ha defendido primero en Comisaría y luego en el Jugado ya es conocido: que la agente sólo tuvo noticias del arma en su vehículo cuando en la tarde siguiente descubrió por casalidad el terrible contenido de la bandolera que Triana depositó en él.

En el mismo módulo, pero sin posible contacto

Las mismas fuentes confirman a iLeon.com que la Policía Local ya ha recibido en esta mañana de sábado la primera visita a través de cabina por espacio de 20 minutos. Acudieron su padre, su madre y sus dos hermanos. Esta medida resulta excepcional, ya que sólo suelen realizarse los domingos.

Raquel Gago y su amiga Triana Martínez, hija de la asesina confesa, comparten módulo en la prisión de Villahierro. Se trata del módulo de ingresos. Sin embargo, la posibilidad de comunicación entre ellas es nula, dado que se las ha ubicado en celdas de alas totalmente separadas y en ningún momento hay opción de que compartan espacios comunes.

Montserrat tiene acceso a las noticias

En cambio, la madre de Triana, Montserrat González, permanece en una celda del módulo 10, destinado a mujeres. Allí la presunta asesina de la presidenta de la Diputación y del PP tiene acceso a la sala de día, donde puede recibir información de todas las noticias que se airean sobre ella y el caso a través de la televisión.

Igualmente puede estar al corriente de las informaciones que se publican en prensa escrita pero sólo en el caso de que alguna reclusa adquiera por sus propios medios los periódicos, ya que ni siquiera los funcionarios de prisiones disponen de prensa. Eso sí, como es lógico, ninguna de las tres dispone de acceso a Internet, como el resto de los reclusos de Mansilla.

La madre, satisfecha; la policía, hundida

La actitud de la presunta autora de la 'ejecución' de Carrasco sigue sorprendiendo a todos. Animada, sonriente, involucrada en las rutinas, comentando incluso con satisfacción las condiciones en las que se encuentra... Satisfecha, en una palabra, muy acorde con lo que declaró ante la magistrada en el sentido de que Isabel Carrasco había recibido su merecido.

Fuentes fiables consultadas por este medio atribuyen a su hija Triana una actitud también bastante natural, aunque más afectada, y destacan que la peor situación anímica, al menos durante las primeras horas tras su ingreso en prisión, ha sido la de la agente de policía local, en cuyo caso se ha considerado esencial el protocolo impuesto a todas para evitar un posible de suicidio o autolesiones graves.

El hecho de que sea agente de policía no facilitó, al contrario, la labor de buscar una reclusa 'de confianza' para asignarla a su misma celda y que la acompañaría las 24 horas del día, pero finalmente se solucionó. Todo indica, además, que en cuanto Raquel Gago ya no necesite estar a disposición de la jueza que instruye las diligencias previas, será trasladada a cualquiera de las dos cárceles con módulos especiales para la reclusión de miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado: Ávila o Sevilla.

Dos policías locales más han testificado

En la parte judicial, bajo secreto de sumario previsiblemente por poco tiempo, pocas novedades. Ya han sido requeridos ante la jueza del número 4 otros dos policías locales del Ayuntamiento de León con los que Raquel Gago había hablado después de saber que en su coche estaba la prueba principal del caso, para profundizar en las averiguaciones y posibles contracciciones de su versión.

Queda aún por testificar el policía jubilado que habría perseguido y facilitado la detención de Montserrat González en las proximidades de la avenida Gran Vía de San Marcos, y de su hija que la esperaba en su coche, apenas 45 minutos después del asesinato. Así como las declaraciones de otros testigos presenciales de los disparos sobre la pasarela del río Bernesga.

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