Libertad para el presunto testaferro de los Martínez Núñez, Ángel de Cabo

Ángel de Cabo

Antonio Vega

El polémico testaferro Ángel de Cabo ha quedado este viernes en libertad provisional tras abonar una fianza de 300.000 euros en valores inmobiliarios (que deben tener al menos el doble de valor que la fianza impuesta). Así, el empresario de origen valenciano logra salir de prisión tras estar en ella por no hacer frente a la fianza de 50 millones de euros por el llamado 'caso Marsans', la mayor impuesta hasta la fecha en España.

En este caso se investigaba el vaciamiento del conglomerado empresarial turístico de Gerardo Díaz Ferrán -entonces presidente de la patronal CEOE- en el que la figura de De Cabo habría sido decisiva para ocultar fondos y bienes de la familia propietaria de Marsans. Por estos delitos la fiscalía pide ocho años para De Cabo y quince para Díaz Ferrán, entre otros imputados.

De Cabo también tiene que responder a la justicia por un caso similar relacionado con León y destapado en la llamada operación 'Caballo de Troya', y que se relacionaba con el conglomerado empresarial de los Martínez Núñez, y en particular sobre Teconsa y los hoteles del grupo en Lugo, Orense y Santiago.

15 detenidos, entre ellos los hijos de Martínez Núñez

Una operación policial desarrollada en febrero de 2013 se saldó con 15 detenidos, entre ellos los hijos del polémico empresario José Luis Martínez Núñez y el propio Ángel de Cabo (ya en prisión), así como registros en 17 domicilios particulares y de empresas. Con esta operación la Policía Nacional daba por desmantelada una trama presuntamente dedicada al alzamiento de bienes, las insolvencias punibles y el blanqueo de capitales con epicentro en los restos del leonés Grupo Martínez Núñez.

La estrategia empresarial era vender a De Cabo sus sociedades quebradas o a punto de entrar en concurso de acreedores (Teconsa o los hoteles del otrora grupo Martínez Núñez). De Cabo los vaciaba y garantizaba dinero y bienes a la familia a a cambio de jugosas comisiones, según denunciaba la Agencia Tributaria. Teconsa presentó suspensión de pagos en el año 2009 y fue inmediatamente traspasada al polémico empresario valenciano Ángel de Cabo, aunque con la operación policial se frustró su salida del concurso y actualmente está en liquidación.

La investigación a los Martínez Núñez, que le costó una fianza de un millón de euros a su hijo José Luis Martínez Parra para eludir la cárcel, partió de la venta a De Cabo del Gran Hotel ubicando en Santiago de Compostela, que la Agencia Tributaria consideraba fraudulenta y que servía para proteger los bienes de los Martínez Núñez y no era una transacción real.

Una de las claves de la investigación judicial en la operación 'Caballo de Troya' era la empres Aszendia Asociados, una de las empresas usadas por De Cabo como sociedad pantalla y que dirigió también todo el proceso concursal de Teconsa.

Teconsa fue una de las grandes constructoras de la provincia gracias al polémico empresario José Luis Martínez Núñez y había llegado a registrar antes de la crisis (2007) un volumen de negocio de 427 millones de euros. Junto a la participación en medios de comunicación como La Crónica de León (ya cerrada) y otros negocios como hormigones y hoteles el Grupo Martínez Núñez fue uno de los grandes emporios empresariales de la primera década de este S. XXI en la provincia. Un grupo del que prácticamente ya no queda nada, arrastrado por la crisis inmobiliaria y la mala gestión empresarial y que deja sólo en Teconsa deudas por 500 millones de euros y centenares de puestos de trabajo en el camino.

El epílogo a este episodio empresarial lo pondrá el juicio por la operación 'Caballo de Troya' en el que los principales acusados deberán responder por los delitos de insolvencia punible, falsedad documental, delito fiscal y alzamiento de bienes. Entre ellos José Luis Martínez Parra (hijo de Martínez Núñez), Ángel de Cabo,

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