Causa de la muerte: culturalmente denegado
Tras los recortes realizados en prácticamente todas las áreas de nuestro entorno, quizás sea la cultura una de las peor amparadas. La cultura forma al individuo en su perfil intelectual, social y humano, por lo que llevado al extremo, afirmaríamos que “desculturizar a la sociedad conlleva a la deshumanización”.
Los organismos públicos no disponen de presupuestos para realizar actos culturales en la medida que la población demanda y los presupuestos destinados a tales fines, se emplean en lo que la coalición política de turno considera “más adecuado”, utilizando como razones de concesión de las mismas, los amiguismos y la subjetividad.
Cada vez somos más, los empresarios insatisfechos y cansados de esta situación, que nos movemos bajo la “excelentísima tutela” del Ayuntamiento de León. Ya no pedimos una limosna de sus arcas públicas, sino simplemente ejercer nuestro derecho a la libre expresión y fomentar la cultura, sufragando por nosotros mismos nuestras propias propuestas. Sin embargo, el excelentísimo Ayuntamiento de León, no sólo no destina presupuestos a este fin o lo hace por amiguismo, sino que se interpone en las nuevas iniciativas culturales propuestas que “pueden” no convenir a sus aliados, denegándolas con razones confusas, poco fundamentadas y en muchos casos inciertas.
Además ante una queja directa hacia su “Excelencia”, nos podemos labrar un camino lleno de trabas y dificultades, que incluso puede desembocar en la pérdida de nuestros preciados negocios, paradójicamente, fuente de ingresos del Ayuntamiento a través de las tasas e impuestos.
Simple y llanamente quiero expresar el descontento de muchos de nosotros ante una situación que se escapa de nuestras manos y que difícilmente tiene solución, ante los abusos de poder existentes. Pedimos una revisión y reflexión en las peticiones solicitadas y una mayor facilidad de entendiendo en los requerimientos solicitados.
León, Cuna del Parlamentarismo, tiene que ser el ejemplo de lo que tanto se publicita, apoyando a los ciudadanos que la conformamos. A todos nos aúna el espíritu de mejora y de impulsar nuestra ciudad hacía arriba, creando una ciudad culturalmente activa, mejorando sus propuestas turísticas y dándonos a conocer nacional o internacionalmente. Creando un turismo activo se fomentan puestos de trabajo, tan necesarios en la época de depresión económica en la que vivimos.
Por todo ello, sólo me queda reseñar la necesidad de abrir una ventana a la comunicación y a la objetividad de concesión de licencias municipales, dejando a un lado los amiguismos y apoyando la igualdad.
