Comienza el adiós a la receta médica en papel

Miriam Chacón / ICAL Expedición de medicamentos con receta en una farmacia

Ical

El pilotaje de la receta electrónica arrancará a finales de noviembre en Castilla y León con el objetivo de estar implantada en el 80 por ciento de las farmacias y centros de salud en junio. Si todo avanza a los ritmos previstos, el nuevo sistema será una realidad en toda la Comunidad con el cabo de año de 2015, fecha en la que Sanidad quiere tener todos los centros y las 1.800 farmacias conectados. Todo dependerá, eso sí, de cómo se vaya implantando el proyecto que se estrenará en días en las localidades de Cigales, Tudela de Duero y Medina de Rioseco, en Valladolid, según confirmó a Ical el director general de Asistencia Sanitaria, José María Pino.

Con la dispensación electrónica, la Comunidad dirá adiós a la tradicional receta en papel, lo que supondrá ventajas para el paciente y el propio sistema, incluso algunos ahorros, teniendo en cuenta que Sacyl dedica hasta 700.000 euros anuales para cubrir el gasto en papel por la impresión de recetas.

En un principio, Sacyl aprovechará las tarjetas sanitarias actuales, ya que ha apostado por el sistema de banda magnética, siguiendo el modelo de Cantabria. En ella, el médico cargará los datos de los medicamentos que luego dispensará el farmacéutico al pasarlos por un lector. Teniendo en cuenta un margen de error de hasta el 15 por ciento de las tarjetas, la Consejería ha empezado a renovar 1,6 millones de los 2,4 millones de tarjetas que tiene activadas, y completará el círculo a medida que se vayan caducando. Para ello suscribió un contrato de suministro y renovación por valor de 414.763 euros en mayo.

Ventajas para todos

A priori, los mayores beneficiarios de la receta electrónica serán los pacientes crónicos, ya que aporta mayor seguridad entre los casos de polimedicados, y permitirá prescribir tratamientos por un período de hasta un año. Esto reducirá el número de visitas al médico para recetas. De hecho, de las experiencias de otras autonomías se deprende que la receta reduce hasta un 20 por ciento las consultas sólo para prescripción.

En consecuencia, los profesionales podrán aumentar los tiempos de consultas y conocer mejor el historial farmacológico de los usuarios al estar todo el proceso informatizado. Podrán saber si cumplen con la posología, teniendo en cuenta que un 44 por ciento de los pacientes crónicos incumple el tratamiento, ya sea por olvido o por falta de síntomas, con lo que ello supone en costes para el sistema.

La receta electrónica también permite una mejora de la seguridad del uso de los medicamentos y mayor control de éstos, con disminución de errores, ya que el farmacéutico dispondrá de mecanismos que garanticen la dispensación del producto prescrito, evitando así los errores asociados a la prescripción tradicional. Por último, en un futuro, se conseguirá la interoperabilidad con las aplicaciones de receta electrónica de otras comunidades, con la disponibilidad de información cruzada sobre datos de prescripción y dispensación.

Mejor gestión

Además, para la propia Gerencia Regional de Salud y para los farmacéuticos aportará beneficios de gestión y facturación. Por ejemplo, la implantación evitará que los pensionistas tengan que abonar por adelantado dinero cuando superen el techo máximo de copago mensual de 8 ó 18 euros, en función del tramo de renta que ocupen. Entre otros beneficios se encuentran un mayor control del uso racional de los medicamentos.

Sistema de implantación

Antes de arrancar con la prescripción electrónica propiamente dicha, la Consejería dedicará este mes a formar a los facultativos para que conozcan y testen el módulo de prescripción. El primer centro de salud será el de Tudela, para dar paso al de Cigales y al de Medina de Rioseco. En estos centros, tampoco se pasará de la noche a la mañana de un sistema a otro, con el fin de que los pacientes también conozcan los cambios y se adapten a ellos.

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