'Kadabra', cerveza leonesa, se sube al podio europeo

cerveza kadabra

S. Gallo / ICAL

Comenzó su andadura comercial hace apenas medio año, pero ya acumula una producción espectacular y un premio internacional. Es Kadabra, una cerveza artesanal que tiene como uno de su leitmotiv la elaboración de un producto “totalmente natural” pensado para “momentos de consumo”, que ha visto reconocida una de sus variedades, la India Pale Ale (IPA), con la medalla de bronce en esta modalidad en la última Brussels Beer Challenge, uno de los concursos de cerveza más importantes de todo el mundo y el más prestigioso a nivel europeo.

Aunque con cierta premura y casualidad, los dos amigos que han puesto en marcha esta empresa cervecera en Villadangos del Páramo (León), Jesús y José María, decidieron presentarse al último concurso cervecero pendiente este año, en un principio con la intención de conocer las valoraciones de los miembros del jurado y evaluar el desarrollo del proyecto en estos primeros meses de vida. “Hicimos una lista de los concursos de 2015, que suelen ser en primavera, y vimos que estábamos a tiempo de presentarnos al de Europa”, relata Jesús Fernández, por lo que en apenas seis días hicieron los trámites necesarios para participar en esta cita continental.

“Nos apuntamos porque teníamos inquietud en, dentro del premio, tener las valoraciones de los miembros del jurado”, y dado que el coste de participación era bastante elevado, se optó por participar con dos de las variedades disponibles, la IPA y la Blanca Belga, porque la Golden “creíamos que todavía no la íbamos a poder tener en condiciones óptimas”. La participación se hizo “sin ninguna pretensión” y con la vista puesta en el año 2015, que estos jóvenes empresarios consideran como “nuestra piedra filosofal” y en el que la internacionalización es uno de sus objetivos.

En un concurso “muy sólido” en el que participaron 725 fábricas de 25 países diferentes con más de 60 integrantes del jurado, la IPA de Kadabra consiguió la medalla de bronce en una categoría en la que ganó una cerveza americana y la medalla de plata fue a parar a una cerveza belga. “Participas en cada categoría según el tipo de cerveza”, relata Jesús, que recibió con especial agrado este premio, al que han otorgado “mucho mérito” dado que la IPA fue la categoría con mayor número de participantes, hasta el triple que en otras categorías, porque “es la cerveza más de moda a nivel mundial”, explica.

En este concurso, que en Europa es “el más prestigioso”, conseguir un premio “ya tiene mérito”, pero en una categoría como la de la cerveza IPA, que es “el summum de las cervezas”, lo es aún más, porque “todos los artesanos cerveceros tienen una IPA y otras variedades, pero todos una IPA porque es un revulsivo”. Este reconocimiento permite ahora a Kadabra “reafirmar y consolidar” la idea que se tenía de hacer cerveza y de venderla “y que la gente lo entienda”, porque ha quedado refrendada la idea de que la línea que se está siguiendo “es la acertada” aunque “hay que progresar” paulatinamente.

Oro americano, plata belga, bronce... ¡leonés!

“Cuando desde fuera te dicen que el oro lo gana un americano, la plata un belga y un leonés que lleva unos meses haciendo cerveza hace la tercera mejor IPA de 700 fábricas, voy a querer seguir haciéndolo igual de bien”, insiste Jesús, que reconoce que desde el premio ya han recibido propuestas europeas para hacer fabricación conjunta, algo “inviable” en España, e incluso han recibido la llamada de distribuidoras de países centroeuropeos para recibir muestras de Kadabra.

Boom de la cerveza artesana

El interés de los creadores de Kadabra por la cerveza artesana dio sus primeros pasos en el año 2009 cuando Jesús, a raíz de los muchos viajes que hacía por motivos laborales, conoció, en especial en Estados Unidos, el “boom” de la cerveza artesana. Después de ponerse en contacto con su amigo José María, decidieron dar un nuevo paso, ya en 2011 con la creación de un estudio de mercado “para ver cómo se movía el tema de las tendencias”. A partir de ahí la investigación, los viajes y el deseo de hacer algo nuevo y diferente fueron los ingredientes principales de lo que ya se está convirtiendo en un éxito.

Influenciados por el mundo anglosajón, que es “el pionero” en la cerveza artesana, se comprobó que España se estaba quedando “un poco atrás” en lo que ya era “una tendencia a nivel mundial”, y movidos por el deseo de hacer “algo totalmente natural y con un producto totalmente natural”, Jesús y José María empezaron a dar forma a esta cerveza que está pensada “para momentos de consumo” en los que tomar “algo más pausado, con más sabor y más matices, además de con más calidad”.

Su esencia

La esencia en la que se basan los creadores de Kadabra es que “siempre hay algo por descubrir” y parten de la base de que la gente “es curiosa” y tiene una personalidad “inquieta” y está motivada “por probar cosas nuevas y vivir experiencias para culturizarse”. De ahí la figura del hombre armadillo que aparece en las cajas de la cerveza Kadabra. “Significa eso, una persona que se va transformando a medida que va adquiriendo vivencias y convirtiéndose en una persona única, que es un hombre armadillo”.

Crecimiento continuo

Después de varios retrasos por las licencias, la primera venta de Kadabra se hizo a finales del pasado mes de mayo, y desde entonces se distribuye esta cerveza leonesa, además de en la provincia de León, también en Asturias, Galicia, Zamora, País Vasco y Madrid. “La idea nuestra era crear un producto de León que sea exportable”, incide Jesús, que aclara que se quiere “vender un producto de León pero que se vea que los leoneses somos transgresores, porque si no eres transgresor, no vendes en el mundo”.

Ya se está intentando también la distribución a nivel internacional, porque se estima que se tiene capacidad para ello aunque “es complicado” porque supone “tiempo y paciencia”. El objetivo que se tiene en Kadabra es, en el plazo de tres o cuatro años, alcanzar una producción de un millón de botellas anuales, que es la capacidad de la fábrica que se ha ideado. Aunque todavía se está “a años luz”, se calcula que la producción actual al año es de unas 300.000 botellas, una cantidad “considerable para el tiempo que llevamos”.

Las variedades

Además de la IPA que ganó la medalla de bronce en Bélgica, que es una cerveza “muy lupulada y que tiene unos sabores más amargos”, Kadabra tiene otras variedades en el mercado, como son la Blanca Belga, que es de trigo aunque “no es la de trigo alemana”, porque se le ha dado un toque “mucho más sofisticado y natural”, sobre todo teniendo en cuenta que en las cervezas artesanas los sabores naturales “son más puros”.

También se ha sacado al mercado hace apenas dos meses la Golden Ale, que es una cerveza “muy bebible” que no resalta ningún sabor sino que tiene “su lúpulo, su amargos y su sabor, pero es una cerveza de trago muy largo, con casi cinco grados, es muy suave, la más suave de todas”. Próximamente se prevé que salga la Red Ale, de 5,5 grados, mucho más tostada que la IPA y con sabores “más dulces” y que resulta “también muy europea”.

¿Por qué Kadabra?

Aunque el nombre de esta cerveza puede sonar muy mágico, aunque en el sentido de “curiosidad” en lo que a la intención de “sorprender a la gente” se refiere. “Además de que puede ir por el lado de la magia, queremos buscar la expresión de un niño cuando se queda con la boca abierta” cuando un cliente prueba esta cerveza, relata Jesús.

Entre más de 3.000 propuestas realizadas y tras varias cribas, fueron 30 los nombres propuestos, entre los que Kadabra resultó el definitivo, entre otros aspectos también porque es un nombre “que se pronuncia igual en todos los países”, algo que sintonizaba con la intención de sus creadores de “mirar hacia afuera”. Además, es un término que tiene “la misma connotación en todos los países”, de ahí el nombre de una cerveza que está triunfando desde sus primeros pasos y que mira al próximo año con grandes expectativas de futuro.

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