Clases a cinco grados en el colegio Gadañón de San Andrés del Rabanedo

La temperatura de una de las aulas a las doce del mediodía de hoy lunes.

C.J. Domínguez

Niños y niñas sentados en sus pupitres con las cazadoras puestas y abrochadas hasta el cuello, bufandas y guantes. No es para menos: los escolares del colegio público Teodoro Martínez Gadañón de San Andrés del Rabanedo llevan días soportando gélidas temperaturas que van desde los cinco grados sobre cero en los pasillos hasta los 8 grados de las aulas más frías y los 10 grados de las más 'calientes'.

Así lo denuncian padres, alumnos y profesores desde el regreso a las aulas tras las vacaciones de Navidad del pasado jueves. “Pensamos que era un problema puntual después de permanecer el centro muchos días cerrados, pero la situación continuó el viernes y ha seguido hoy lunes; es que es una situación de pingüinos en los pasillos, algo que no tiene nombre”, denuncia indignada una de las maestras al habla con iLeon.com.

La gestión de la calefacción en los colegios públicos corresponde al Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo. Desde el centro se explica que una de las concejalas del equipo de Gobierno del PP, Aurora Baza, responsable de Educación y Cultura, se ha personaso esta misma mañana en el centro “y no ha podido menos que reconocer esta situación que padecemos” pero de momento sin solución alguna. La empresa externa que gestiona el sistema de calefacción mantiene, según el centro, “que encienden todas las noches a las cuatro de la mañana, y nos dicen que no hay ninguna avería, pero está claro que o pasa algo raro o nos están mintiendo”.

Los padres describen por su parte profesores con guantes dando clase y alumnos enfundados en toda la ropa de abrigo con la que llegan de las heladas de la calle, especialmente grave “desde las 7,30 horas que entran en el programa Madrugadores”.

La primera amenaza de recogidas de firmas, plantones a las clases y otras medidas ya se están valorando en un centro que ha tenido el peor regreso a las aulas que recuerdan, a pesar de que la situación no es nueva, y lleva siendo motivo de quejas “desde hace 3 y 4 años”.

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