Las carreteras nacionales de la provincia arrojan cinco tramos 'negros' con alta incidencia de accidentes
Castilla y León es la comunidad con un mayor número de 'puntos negros' en la red nacional de carreteras y concentra 24 de los 125 detectados en el último informe de Automovilistas Europeos Asociado (AEA), que recoge datos de siniestros con víctimas en el periodo 2009-2013 y evalúa la peligrosidad de los tramos en función de la intensidad de tráfico.
De estos 24 tramos peligros de Castilla y León, sólo dos están señalizados como tramos de concentración de accidentes y en ninguno hay instalado radares. En este sentido, desde AEA se señala que es necesario que la Dirección General de Tráfico (DGT) advierta a los conductores donde están ubicados estos 'puntos negros' y denuncia que de los 125 tramos localizados en este informe solo ocho están señalizados como puntos peligrosos y sólo siete controlados por radares.
Por detrás de la Castilla y León, que con 5.511 es la comunidad con más kilómetros en la red nacional, se sitúa Castilla-La Mancha con 17 'punto negros', Asturias (17), Andalucía (14), Cataluña (13), Galicia (12), Aragón (11), Extremadura (5), La Rioja (5), Cantabria (3), Valencia (3) y Madrid (1).
El informe, que ha analizado la accidentalidad en los 26.073 kilómetros de carretera estatal, que soportan el 51,2 por ciento del tráfico español, señala aquellos puntos que presentan un riesgo de sufrir un accidente diez veces superior a la media. Así, durante el quinquenio analizado en estos 125 puntos se han contabilizado 615 accidentes y 917 víctimas, mientras que los 24 ubicados en Castilla y León el balance es 56 accidentes y con 76 víctimas. Los puntos negros de León han supuesto nueve accidentes con diez víctimas mortales entre 2009 y 2013.
El tramo más peligroso de la Comunidad y el sexto en el conjunto de España se ubica en Salamanca, en el punto kilométrico 328 de la N-620, pasado Ciudad Rodrigo en dirección Portugal, en una curva antes del cruce con Carpio de Aazaba. En este caso el índice de peligrosidad es de 528,5 puntos, casi tres veces inferior al índice de la vía con más riesgo de toda España que, por segundo año consecutivo se localiza en la carretera que comunica Villaviciosa con Gijón, en Asturias, a la altura de la desviación a Pola de Siero, donde el índice es de 1.807,5.
Burgos, con seis, es la provincia con más 'puntos negros', aunque aquí el tramo más conflictivo, ubicado en la confluencia entre la N-232 y la N-629 (entre Oña y Trespaderne), presenta un índice de peligrosidad casi cinco veces inferior al registrado en la N-620 en Ciudad Rodrigo. El resto de puntos de la provincia burgalesa se ubican en la N-622, y en la N-629.
Por detrás de Burgos se encuentra León, que igual que Salamanca presenta cinco tramos repartidos en la N-VI (km.357), N-621 (kms. 84 y 127) y N-625 (kms.106 y 127). En Ávila se localizan dos tramos peligrosos, uno en la N-403 (km.116) y otro en la N-501 (km.8), y el mismo número en Palencia, en la N-120 (km.198) y N-611 (km.115) y también en Soria, en la N-110 (km 87) y N-112 (km.90). En Valladolid, también aparece un tramo peligroso en la N-122 (km.400) y en Zamora otro en la N-525 (km. 68). Sólo la provincia de Segovia queda fuera de la lista de 'puntos negros'.
En el informe también se analiza la peligrosidad en las autopistas de peaje, aunque en estas vías las posibilidades de sufrir un accidente es mucho menor. Así, el tramo mas peligroso se sitúa en el kilómetro 116 de la AP-66 (León), que presenta un índice de peligrosidad de 41,1. En esta misma vía de peaje también se localizan dos puntos peligrosos más en los puntos kilométricos 97 y 113. La AP-71 (km.12) y la AP-61 (km.76) también aparecen como puntos conflictivos.
Reducción de tramos
En el periodo 2009-2013, el informe señala que el Índice de Peligrosidad Medio de la Red de Carreteras del Estado (RCE) se ha reducido sensiblemente respecto del quinquenio anterior al pasar de 11,4 ha pasado al 10,6. Este descenso en el caso de Castilla y León se ha traducido de una reducción de nueve puntos negros
Sin embargo, AEA advierte que “todavía hay en las carreteras españolas demasiados puntos negros que son necesarios corregir, o al menos, advertir donde están ubicados, en tanto persistan los recortes presupuestarios que impidan actuar sobre esas infraestructuras”, ya que como señala el presidente de la asociación Mario Arnaldo “es importante al menos que los conductores sepan dónde están esos tramos peligrosos para tomar las debidas precauciones”.
