Un jurado popular juzgará el crimen de Argayo del Sil, cuyo principal acusado se enfrenta a 20 años

ileon.com

El Ministerio Fiscal ha pedido veinte años de prisión por un delito de asesinato contra D.A.G, acusado de matar a su cuñado en Argayo del Sil en abril de 2012, quien será juzgado por un jurado popular en una vista pública que se celebrará los días 15 y 16 de junio en la Audiencia Provincial de León.

También ha solicitado treinta meses de prisión para otros dos acusados, amigos del presunto asesino, por un delito de encubrimiento.

Según recoge el fiscal en sus calificaciones previas, los hechos ocurrieron el 29 de abril de 2012 cuando el acusado llegó al domicilio de sus padres en Argayo del Sil en compañía de su amigo y también acusado S.D.C.. Ambos procedieron a prepararse la cena en compañía de las dos sobrinas menores de edad del principal acusado, una de quince y otra de diez años en el momento de los hechos.

Estas viven con sus padres en un edificio anexo al de sus abuelos maternos, con el que comparten garaje con acceso para las dos edificaciones y con el que también se comunican por una escalera interior existente en la tercera planta del edificio.

Los dos acusados y las dos menores permanecieron cenando y viendo la televisión en la planta baja de la casa de los abuelos maternos hasta las 23.30 horas, momento en que entró en liza el tercer acusado, J.A.F..

Pocos minutos después de llegar este a la reunión, el padre de las niñas y cuñado del principal acusado comenzó a llamar a las menores de viva voz desde su casa para instarles a que abandonasen la vivienda de sus abuelos y regresasen, puesto que se acercaba la medianoche y al día siguiente tenían colegio. Las dos menores obedecen y se van a su propia casa metiéndose en sus habitaciones. Sin embargo, a los pocos minutos contravienen las órdenes de su padre y vuelven a casa de sus abuelos para continuar en compañía de D.A.G. y sus amigos.

En este momento, el padre descubre que le han desobedecido y grita de nuevo a sus hijas que regresen a su casa exclamando expresiones más agresivas como “venid aquí de una puta vez que de mí no se ríe ni Dios”. Las menores deciden obedecer al tiempo que los amigos del acusado empiezan a sopesar la posibilidad de marcharse ante la discusión familiar que comienza a originarse entre el padre y las niñas.

El padre comienza a reprender a la mayor de sus hijas al tiempo que la golpea con una zapatilla por haberle desobedecido, momento que aprovecha la pequeña de ellas para regresar al salón de casa de sus abuelos e instar a su tío y sus amigos a abandonar la casa. En este punto, el acusado D.A.G. comienza a armar un rifle que esconde bajo el sofá al tiempo que dice en alto: “A mis sobrinas no las toca ni Dios. Yo a este tío lo mato”.

Los amigos, viendo el cariz que están tomando los acontecimientos, abandonan el lugar a toda velocidad en un coche. D.A.G., con el arma montada, intenta cambiar de vivienda pero se encuentra una puerta cerrada. Tras esta, escucha a su cuñado que se encuentra riñiendo y pegando a la menor de sus hijas, por lo que accede por el garaje, se aposta con el rifle preparado y le grita a su cuñado “atrévete conmigo, ven a pegarme a mí”.

Ante los gritos de su cuñado, la víctima accede al piso de abajo. Tras escuchar que su cuñado baja la escalera, D.A.G. aprovecha un momento en que puede verlo con total claridad y le dispara de frente y a una distancia de unos cinco metros. El acusado es cazador profesional, por lo que el disparo le acierta directamente en el corazón con resultado mortal.

Una de las menores, tras conocer los hechos, avisa a su madre, que se presenta rápidamente en la vivienda. Por su parte, el principal acusado llama a sus amigos para que vuelvan a ayudarle comunicándoles la muerte de su cuñado, ante lo que estos decidieron no regresar.

Al llegar a la vivienda la madre de las niñas y constatar que su marido está muerto, de común acuerdo con su hermano y sus hijas deciden simular un robo en la vivienda para no desvelar lo ocurrido. Contactan asimismo con los amigos de D.A.G. para que conozcan la coartada a seguir.

El acusado permanece en prisión desde el 8 de mayo de 2012. Su defensa trata de probar que actuó en defensa propia y especialmente, de sus sobrinas menores de edad, que estaban siendo “brutalmente agredidas por su padre”.

Etiquetas
stats