El joven de Reinosa que fue atacado por un oso usó cebos olorosos y cámaras de trampeo

Huella del oso encontrada por la Guardia Civil.

ileon.com

Un vecino de Reinosa, de 35 años, tras sufrir una fractura y desgarros de músculos en el brazo derecho y heridas leves en la cara y el cuello por mordeduras, al ser atacado por un oso pardo a dos kilómetros del pueblo cántabro de Villaescusa del Bardal, contó a los agentes que se encontraba a dos kilómetros de dicha localidad, junto al depósito de agua de la localidad, cuando se encontró con un oso pardo que le dio un zarpazo y huyó del lugar.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de junio pero, este jueves, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil completó la versión de lo ocurrido. El joven había utilizado cebos olorosos y una cámara de foto trampeo, provista de sensor de movimiento, para realizar fotografías a los animales.

A pesar de que el vecino aseguró a la Guardia Civil que justo en el lugar del ataque no había colocados ni cebos ni la cámara, los agentes realizaron diferentes reconocimientos al lugar y localizaron una huella de oso. También, en el interior de la zona boscosa donde ocurrió el ataque encontraron cebos olorosos y próximos a ellos la cámara de foto trampeo.

Ante estos hechos, y subrayando la peligrosidad que conlleva utilizar métodos como cebos olorosos y cámaras de foto trampeo en espacios y zonas con presencia de animales que pueden reaccionar de manera imprevisible, el Seprona ha declarado en un comunicado que presuntamente no existe ningún tipo de responsabilidad penal, y que la agresión del oso es un hecho aislado.

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