“¡Chorizo al agua!”, el hit Púnico de este verano
Se acaba la temporada de baños en la piscina de un verano que ha dado tiempo para muchos, muchísimos chapuzones. Pero pocos como el que protagonizó el 8 de agosto el actual alcalde del Ayuntamiento de Cuadros electo, ex presidente de la Diputación por el PP e imputado en seis presuntos delitos de corrupción por el caso de la Operación Púnica ordenada por la Audiencia Nacional.
Marcos Martínez Barazón ha pasado una de las vacaciones más complejas de su larga trayectoria pública, siempre a la sombra de Isabel Carrasco hasta el asesinato de ésta en mayo del pasado año. Y sólo el pago de una fianza de 30.000 euros ha permitido que al menos las pase en libertad, después de haber permanecido ingresado por espacio de 43 días en las prisiones de Soto del Real y Navalcarnero. Aunque los detalles desvelados en el sumario del caso, que dejan entrever sus 'manejos' para amañar presuntamente contratos a favor de los cabecillas de la supuesta trama corrupta y hasta fotografías en prisión jugando al tute publicadas por Interviú le han amargado los otrora apacibles momentos estivales.
Las elecciones municipales de mayo le dieron, al menos, la satisfacción de salir reelegido como alcalde del municipio cuyo bastón de mando ostenta desde 1991, aunque esta vez dentro de la candidatura de la recién nacida Agrupación Independiente de Cuadros (AIC), una vez expulsado del PP que a punto había estado de nombrarle presidente provincial.
Uno de los proyectos 'estrella' de Marcos Martínez y su equipo ha sido la mediática inversión de 150.000 euros en remodelar parte de la piscina municipal de Cuadros para convertirla en un reclamo de ocio, gracias a la instalación de numerosos juegos acuáticos, toboganes e infraestructura similar.
Pero aquel momento dulce del 8 de agosto, el día en que convocó a los medios para cortar la cinta del ansiado proyecto, el día en que descubrió la placa oficial con su nombre para la posteridad –en la que se trata a sí mismo de 'Excelentísimo señor' a pesar de que como alcalde de un pequeño municipio no le corresponde este título-, ese día dejó para la posteridad una escena que quedará para los anales de la política municipal leonesa.
Fuera de focos, habiéndose marchado los fotógrafos, rodeado ya solo de sus vecinos, que acudieron por centenares, el alcalde quiso probar personalmente la diversión en la que tanto esfuerzo económico volcó. Por eso, se quitó el traje y se enfundó su bañador, se situó sobre la parte superior de uno de los toboganes y se tocó la cabeza con el obligatorio gorrito de baño. Después, se dejó deslizar hacia el agua de la piscina disfrutando como cualquier otro usuario.
Lo que no pensaba es que en la era de los móviles alguien grababa la escena. Y de paso captaba la ácida expresión de un vecino que, cuando Marcos Martínez se dejaba caer, no pudo reprimir un grito de crítica: “¡Chorizo al agua!”, puede oírse con claridad en el vídeo que acompaña a este artículo. Un documento que ha corrido como la pólvora de móvil en móvil este verano en el municipio.
Y es que, en tanto la Audiencia Nacional dirime la responsabilidad penal de Martínez Barazón, la sombra de la corrupción le acompaña allá donde va. Por más que haga vida absolutamente normal, como se le ha podido ver durante todo este verano.
Aquí puedes ver la secuencia completa, enciende tus altavoces para escucharlo:
