Rajoy salió en 'pato' y marchó en AVE

Agustín Rajoy se ofreció a inmortalizar para los concejales de Ciudadanos el histórico momento.

Carlos J. Domínguez

Por el andén 2 de la estación de tren de León a las doce menos cinco de la mañana, con la banda sonora de las campanas de la iglesia de San Francisco de la Vega, hizo su llegada el primer AVE a León, un convoy inaugural en el que viajaba desde Madrid el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y un séquito de autoridades políticas, técnicos de Renfe y Adif y medios de comunicación invitados al histórico momento de la llegada de la conexión de alta velocidad.

Juan Lázaro / ICAL La empresaria Esther Koplowitz, asiste al acto de inauguración de la línea de alta velocidad que hace el trayecto línea Madrid-Palencia-León

Gracias a que desembarcaron más de 200 y se unieron al centenar que les esperaba expectante en el andén y la estación, entre flashes de los más de 50 periodistas acreditados, los participantes en el acto inaugural consiguieron rivalizar con los casi 400 ciudadanos que esperaban en el exterior, convenientemente separados de la estación de ferrocarril tras vallas y un cordón policial, a pesar de que sólo algunos protestaban -especialmente las mujeres del carbón y las brigadas forestales Brif- y el resto parecían acudir llamados por la curiosidad.

Del otro lado del muro policial y tras la valla de la estación, constructores como Esther Koplowitz hija y presidenta de la constructora FCC, destacada de entre quienes han ejecutado la obra en alguna de sus fases. Las autoridades civiles y militares locales habían esperado impacientes sufriendo los rigores del protocolo, teniendo que formar en el andén para recibir los saludos oficiales de Rajoy y la ministra de Fomento Ana Pastor, que habían hecho desde Madrid sólo una parada en Palencia -donde también se registraba idéntico hito histórico- pero que apenas inauguraron una placa que equivocadamente ponía 'León', sin ni siquiera intervención del presidente. Por lo que le tocaba en la historia leonesa, el alcalde Antonio Silván deambulaba eufórico, señalaba la apariencia de pato de la máquina y sonreía a diestro y siniestro.

Dos carpas: la de Rajoy en plasma y la de Rajoy de verdad

Las carpas para el acto oficial eran dos: la pequeña para que los periodistas siguieran las intervenciones a través de una pantalla de plasma. Porque como todo el mundo sabía, no habría opción para preguntas. Y en la grande, donde descorrieron la placa, y después de un caótico baile de sillas para localizar cada uno su sitio, se calentó el 'sarao' con un breve video protagonizado por un tal Amable, supuestamente el primer viajero del primer ferrocarril que llegó a León el 9 de noviembre de 1863.

En el documental se desgranaban loas económicas y técnicas del hito de la alta velocidad, como que desde hoy se puede conectar Madrid en apenas 2 horas mientras en el primer ferrocarril se cubría la distancia en 20 horas, que hasta entonces habían sido 40 horas en diligencia, casi 2 días. Como platos se veían algunos ojos de los espectadores.

“Silván, ¿por qué te quiero tanto” y los 'castillaleon' del presidente

Y sin mucha demora dieron comienzo los discursos. Bastante breves para lo esperado, de Silván primero, a quien sucedió Juan Vicente Herrera, que saludó al regidor con un curioso “Silván, ¿por qué te quiero tanto?”, fiel a su tradición de improvisar en gran medida sus palabras. Ambos, como después el propio Rajoy, mencionaron como artífices de la llegada del AVE a José Maria Aznar y a José Luis Rodríguez Zapatero. Y después fue el turno del presidente, un discurso bien elaborado que sin embargo adoleció de detalles como las dos ocasiones en las que se refirió a castillaleon al nombrar a la Comunidad autónoma.

El secretario provincial del PSOE, Tino Rodríguez, charlando con las mujeres del carbón en el exterior de la estación.

Antes, durante y después, en la calle, algunos se desgañitaban con frases como “Mariano, cobarde, la calle está que arde”, recordaban sus reivindicaciones con un “Rajoy, escucha, las Brif están en lucha” y reclamaban “Que salga, que salga, que salga el presidente”. Gritos que no eran masivos, como si lo fue el silencio total mientras una de las mujeres del carbón que protestaban por la situación de las cuencas mineras leonesas agarró el megáfono y se marcó un 'Santa Bárbara bendita' durante el que no se escuchaba una mosca.

Majo batió récords de 'compadreo' con Rajoy

Acabaron los 'espiches' oficiales entre grandes aplausos y comenzó el baile político en los apenas 10 minutos que Mariano Rajoy permaneció expuesto a los saludos más íntimos y las fotos de posado más deseadas. Le flanquearon Silván, la ministra Ana Pastor, el consejero de Fomento de la Junta Juan Carlos Suárez-Quiñones, los parlamentarios populares leoneses Luis Aznar, Alfredo Prada, Eduardo Fernández o Silvia Franco, pero por encima de todos el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, que batió el récord de presencia y charló con él no escaso tiempo.

Mientras, por detrás y subidos al escenario, los represententes de algunos grupos políticos del Ayuntamiento de León también querían inmortalizar el momento. Y el primo del presidente del Gobierno, Agustín Rajoy, primero, y el vicealcalde, Fernando Salguero, después, fueron los encargados de retratar a los concejales de Ciudadanos, que se llevaron 'puestas' multitud de fotos. Luego le tomó el relevo el PSOE. El municipal, porque el secretario provincial estaba fuera charlando con las mujeres del carbón, como también decidió hacer el edil de León en Común, Santiago Ordóñez.

El sobre que entregó la alcaldesa de San Andrés

Por su parte, la también alcaldesa socialista de San Andrés del Rabanedo, Mª Eugenia Gancedo, había conseguido entregar a la ministra Pastor un sobre a su nombre que guardaba celosamente. Contenía una carta reclamando que, después de varios meses de silencio oficial, se iniciaran las reuniones para avanzar en el proyecto de integración del futuro AVE de León a Asturias, abogando por el soterramiento. La ministra aceptó el inesperado recado de buen grado, habrá que ver si el gesto sirvió de algo.

Periodistas “encerrados en el vagón”

Y con esto, a la una menos cinco de la tarde, Rajoy y casi toda la comitiva que habia traído en el primer AVE que oficialmente recalaba en la capital enfilaron de nuevo a sus respectivos vagones de regreso a Valladolid, primero, y Madrid después. Quedaron aquí los no pocos viajeros que habían aceptado la invitación del Ministerio de Fomento de realizar el viaje a la inversa y entre ellos algunos periodistas y gráficos que no termimaban de entender el por qué de este viaje “para estar encerrados en el vagón todo el rato”. Cosas del protocolo también.

Disueltas las autoridades, se disolvieron también los curiosos y manifestantes, la estación y los andenes se vaciaron de nuevo. Y el AVE volverá ya a partir de mañana a un normal ir y venir que todos confían en que tenga un saldo positivo para la ciudad.

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