Las posibles consecuencias penales de la desaparición “voluntaria” de Fermín Guerrero

El letrado Fermín Guerrero junto a su patrocinada Raquel Gago.

Alba Mañanes

La misteriosa desaparición del letrado que asiste a Raquel Gago en el juico por el crimen de Isabel Carrasco puede traer cola. Y es que esta ausencia “voluntaria”, según él mismo ha explicado este mismo miércoles en la Comisaría de León, puede afectar de forma muy significativa a este letrado si su desaparición, y posterior aparición tras más o menos 20 horas ilocalizable, se tratara de una estratagema de la defensa.

Nerviosismo, incredulidad y tensión se mezclaban este miércoles cuando, en torno a las 11:00 horas de la mañana, el magistrado decidía suspender la vista prevista para esta jornada ante la ausencia de Fermín y dejar claro que no se podía concretar cuando sería posible su reanudación.

A partir de ese momento, un amplio dispositivo policial se desplegó por toda la ciudad para intentar localizar al letrado, cuyo coche también había desaparecido. Tampoco contestaba a llamadas ni a whatsapps, su última conexión en este servicio de mensajería instantánea databa de las 19:04 del día anterior, por lo que muchos temieron lo peor. Incluso se autorizó la entrada en su piso a la Policía, que comprobó que no había nadie y que allí parecía que tampoco había dormido nadie.

Parece extraño que todo este 'sindiós' haya podido ser algo previamente premeditado por Guerrero, y con alguna intención de sacar algún tipo de rédito para su patrocinada, Raquel Gago, pero esa posibilidad existe y si llega a demostrarse sería un delito, más grave aún si lo comente un abogado en ejercicio de su profesión.

Según el Código Penal, el delito de obstrucción a la justicia se da cuando “el que, citado en legal forma, dejare voluntariamente de comparecer, sin justa causa, ante un juzgado o tribunal en proceso criminal con reo en prisión provisional, provocando la suspensión del juicio oral”.

Esta actuación podría 'encajar' con la actuación de Guerrero que, al menos por el momento, no ha explicado el motivo de su ausencia y únicamente ha afirmado que ha sido “voluntaria”, sin querer ofrecer más detalles de su paradero. Para este delito, según la misma legislación, se contempla “una pena de prisión de tres a seis meses o una multa de seis a 24 meses”.

Pero aún podría ser peor, porque a Fermín Guerrero, por ser abogado en ejercicio de su función, se le impondría la pena “en su mitad superior”. Además, también se enfrentaría a la “inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, por tiempo de dos a cuatro años” lo que podría suponer el fin de su carrera profesional. Eso sin hablar el desprestigio que podría ocasionarle.

Según fuentes jurídicas consultadas por ileon.com, si se demuestra que la desaparición se ha hecho “de manera dolosa”, con intención, el abogado de la Policía Local Raquel Gago puede ser imputado por obstrucción a la justicia. Para evitarlo Fermín debería dar las “explicaciones pertinentes que justifiquen porque no ha acudido a la vista”.

Las mismas fuentes han precisado que es muy probable que se le cite a declarar para explique el motivo de su ausencia y tendría que ser un forense quien determinase si su ausencia ha sido provocada por alguna causa ajena a su voluntad.

La vista podría reanudarse de nuevo este jueves, esta decisión aún no se ha tomado. De ser así, muchas de las incógnitas podrían ser resueltas y se podría dar algo de luz a este, cada vez más, oscuro caso. De momento, lo único claro es que Fermín Guerrero ha aparecido vivo, en León, junto a su coche y, lo que es más importante, en buen estado, además se ha vuelto a conectar al Whastapp, donde su estado parece premonitorio “Aceptar errores y asumir responsabilidades”.

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