Informe ambiental favorable para la protección del Conjunto Histórico de Grajal de Campos
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de León emitió el informe ambiental estratégico del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Grajal de Campos, en la provincia de León, al determinar que no es probable que vayan a producirse impactos adversos significativos, por lo que no se considera necesaria la tramitación de la evaluación ambiental estratégica ordinaria, según publica en su edición de hoy el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).
El término municipal de Grajal de Campos carece de instrumento de planeamiento general municipal, por lo tanto, el único planeamiento urbanístico en vigor son las normas subsidiarias de planeamiento municipal con ámbito provincial. En el término municipal hay dos Bienes de Interés Cultural (BIC) declarados con la categoría de conjunto histórico: el Camino de Santiago y la Villa.
Los objetivos del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico pasan por conservar y proteger la estructura urbana compacta y homogénea y los valores de las tipologías heredadas, tanto de las manzanas por sus dimensiones y definición del viario como de las edificaciones residenciales y del ambiente urbano, con el aspecto uniforme que confiere el empleo de los materiales, colores y texturas tradicionales; preservar y recuperar el espacio público principal, que es la plaza Mayor, que junto con el palacio de los Condes de Grajal y la iglesia de San Miguel Arcángel forman un conjunto unitario de estilo renacentista de gran valor patrimonial e histórico.
También se pretende compatibilizar la protección de los valores por los que la villa ha sido declarada BIC con el desarrollo de la actividad urbana y la adecuación del tejido y las edificaciones a las necesidades humanas; establecer un control de la localización y el diseño de las naves agropecuarias necesarias para el desarrollo de las actividades económicas vinculadas al medio rural pero haciéndolas compatibles con la preservación del patrimonio, del paisaje, el uso del territorio y la disposición del núcleo de población; y conservar y proteger la escena urbana, tanto desde el exterior del núcleo hacia su interior como a la inversa, garantizando el mantenimiento de la silueta paisajística de la villa.
Con todo ello, se crearán unas ordenanzas que regulen la edificación y mantengan el carácter y la tipología de esa edificación en compatibilidad con la tradicional; fijen con claridad las alineaciones y rasantes del suelo urbano, y establezcan normas de protección de los específicos sobre valores patrimoniales y paisajísticos identificados en el suelo rústico.
