Alcohol y otras drogas cotidianas. Lo que la sociedad actual normaliza
El pasado 31 de marzo, tuvo lugar en CEPTECO la sexta charla-coloquio gratuita dentro del ciclo 'Por el bienestar emocional' que desarrolla este centro desde el pasado año y que se ampliarán hasta el mes de junio. El título de la charla fue 'Alcohol y otras drogas cotidianas. Lo que la sociedad actual normaliza'. En esta ocasión fue impartida por el Médico de Atención Primaria del SACYL, Dr. Javier Montero, a quien entrevistamos:
¿Por qué ha elegido este tema?
Me pareció relevante y apropiado para una charla-coloquio de las características de las que se están impartiendo en CEPTECO. Como profesional de la Atención Primaria de salud, estoy interesado en esta problemática y creo que es positivo acudir a foros donde poder convencer y debatir sobre el tema, así como buscar estrategias de afrontamiento del mismo, ya sea a nivel individual o familiar.
¿Qué quiere expresar con la frase “lo que la sociedad normaliza”?
En realidad no estoy seguro de que sea así en todos los casos, pero observando algunas portadas de los periódicos, donde repetitivamente se ven lugares públicos llenos de basura tras fiestas “institucionalizadas” con importante consumo de alcohol y otras sustancias en los mismos, así como sus consecuencias en forma de ingresos hospitalarios: o también muchas noticias sobre el uso compulsivo de dispositivos electrónicos y la problemática a la que está dando lugar, da la sensación que la sociedad está asumiendo como “normal” o al menos como habitual, conductas que tienen implicaciones que es necesario considerar y adecuado reflexionar sobre las mismas.
¿Cómo pueden afrontarse esas situaciones?
En primer lugar, y así voy a abordarlo en la charla-coloquio, hay que conocer la realidad del entorno, con los datos más fidedignos de los que se disponga. Las encuestas EDADES 2013 y ESTUDES 2013, sobre el consumo de drogas en adultos y adolescentes, respectivamente, arrojan bastante luz sobre la problemática y también informan sobre las medidas que la población desearía para poder afrontarla.
Posteriormente es bueno considerar cómo actúan normalmente las familias en estas situaciones y cómo lo hacen los recursos sanitarios cuando llegan a la consulta. Es necesaria, y esto es especialmente cierto cuando se trata de adolescentes, una buena interrelación con la familia y con la persona que consume, identificando qué consumos resultan problemáticos y diferenciándolos de aquellos con un carácter más experimental, sabiendo cómo actuar frente a los mismos, ofreciendo siempre una información veraz, que evite emitir juicios, y que permita a la persona afectada obtener la ayuda que precise y valorar si el objetivo es lograr una abstinencia de consumo como si lo que puede llegar a obtenerse es una minimización de los riesgos, y siempre desde la perspectiva de la atención integral a las personas.
¿Qué cree que sería deseable para conseguirlo?
Creo que por parte de los profesionales sanitarios y de la comunidad educativa, sería deseable tener mayor formación y mejorar nuestra disposición a implicarnos en este tema. Por parte de la población en general, y especialmente de los padres, implicarse en lo posible en la educación de los hijos y mejorar las estrategias de comunicación familiar. Finalmente, por parte de las autoridades sanitarias poner en marcha las actuaciones que permitan, de una manera eficaz, que las actuaciones preventivas lleguen a la población, especialmente a aquella más vulnerable.
