Una nutria chapotea a sus anchas en el río de la capital leonesa
Su cuerpo es grande, esbelto y escurridizo. Suele medir entre 59 y 85 centímetros, a lo que hay que añadir la cola, entre 25 y hasta 60 centímetros más. Tiene unas patas cortas y entre sus dedos existe una membrana interdigital que ocupa toda su longitud. Hablamos de las nutrias, y de entre estos mamíferos carnívoros, pertenecientes a la familia de los mustélidos, de una en concreto, que la semana pasada vino hacer turismo a la ciudad, bajando por el Bernesga hasta su paso por León capital, y siendo fotografiada por uno de nuestros lectores, Roberto Prieto Franco, mientras nadaba por el río.
Según expertos en zoología, la causa de que una nutria haya llegado hasta la urbe se debe a las corrientes de aguas provocadas por las intensas lluvias de las pasadas semanas, a lo que también ha contribuido el deshielo de las montañas. Sin embargo, la presencia de la nutria en un río es el mejor indicio acerca de un buen estado de un cauce fluvial.
La contaminación de los ríos, los basureros incontrolados, la corta de árboles y vegetación de las riberas, la lejía y el sulfato que utilizan los furtivos en la pesca de truchas, y otras agresiones que sufren los ríos, están haciendo que este animal disminuya año tras año de forma alarmante su población, estando ya incluida como especie vulnerable en el Libro Rojo de los Vertebrados Españoles publicado por ICONA en 1992.
Aunque en ocasiones se acusa a este mamífero de alimentarse de truchas, lo cual es cierto, también lo hace y en gran parte de peces, ranas, culebras y anguilas, que a su vez son también predadores de truchas y mucho más numerosos que la nutria, con lo cual colabora enormemente al equilibrio biológico de los cauces, no permitiendo la superpoblación de esos otros animales que se alimentan casi única y exclusivamente de las truchas y de sus crías.
Esta nutria avistada en León, probablemente ya haya abandonado la ciudad, ya que su hábitat preferido está situado en las orillas de los ríos bordeadas por bosques, vegetación espesa o paredes de piedra. A las nutrias le gustan las aguas cristalinas con fondos pedregosos, y la respuesta a que sólo se haya encontrado un ejemplar es que el territorio de los machos puede abarcar unos 15 kilómetros de río, el de la hembra unos 7, y dentro de cada territorio no permiten cazar a ningún otro animal, ni siquiera a sus congéneres.
Fuera del periodo de cría, la nutria no tiene domicilio fijo, valiéndose de diversos refugios temporales para descansar o pasar algunas noches. El nido de cría suele situarlo en arroyos laterales, protegidos de una posible crecida del río.
En la Península Ibérica su distribución es muy irregular, falta en el SE y en amplias zonas del centro, así como en los ríos contaminados, por lo que se va relegando a zonas montañosas frecuentemente con muchas lluvias.
Más nutrias en León, en el río Torío
Según especialistas de traumatología del Hospital Universitario de la ULE y otros expertos en anatomía, la zona de la Universidad de León, y alrededores del río Torío, concentran una gran población de estos ejemplares, que pueden verse a menudo en esta otra cuenca de la ciudad.
Las nutrias descienden desde la montaña, donde ellas viven normalmente en zonas limpias. Uno de los principales motivos es la búsqueda de alimento, que durante las últimas semanas se ha visto incrementado por las condiciones meteorológicas de tan abundantes lluvias.
En estas circunstancias, cuando se avista una, se debe lamar al Seprona, para que la Guardia Civil de León las recoja y las lleve al Hospital Universitario, donde se las trata y rehabilita si fuera necesario. Pero los expertos recomiendan mantener el menor contacto con todo lo relativo a la fauna silvestre, ya que, cuanto menos contacto tengan estos animales con los hombres mejor será su adapatación y vuelta a su hábitat.
Bibliografía consultada:
Distribución y alimentación de la nutria en la provincia de León
