Las portadoras del sobre negro de Pekin Express
Pekin Express se despide de Sri Lanka con una yíncana de tres fases. Al final de cada tramo las parejas se podían encontrar con un amuleto si eran los más rápidos o un sobre negro si llegaban los últimos. Al principio de la carrera Cristina Pedroche explicó que los sobre negros contenían tres tarjetas verdes y una roja, por lo que sería la suerte la que decidiría la expulsión de la competición entre las parejas más lentas. Recordemos que nuestras astorganas, además de llegar las últimas la semana pasada, incumplieron las normas abandonando el hándicap de 16 kilos de pescado podrido, que arrastraron por haberse salvado de la expulsión hace dos programas. Por todo ello la penalización fue empezar cargando con el peso moral de una de las tarjetas negras.
La primera misión para llegar hasta la bandera número uno consistía en localizar un colegio privado en el que los niños les enseñarían a pronunciar los colores en el idioma local. Una vez superado el examen debían viajar hasta el Faro de Colombo para encontrarse con la directora de carrera. La suerte nunca vista en otras ediciones hizo que madre e hija se hicieran con el primer amuleto, valorado en 3.000 €, a pesar de llegar en segundo lugar porque la bloguera piso la meta sin cargar con su mochila, como indican las normas del programa.
Sin tiempo para más lloros por la mochila o para el enfado de los vascos por hacerse con un sobre empiezan la segunda etapa. Como siempre cogen como pueden un transporte, esta vez hasta un mercado, donde deben localizar unos alimentos concretos y colocarlos al azar para acertar con la combinación de detrás de un panel. Tras los intentos necesarios van corriendo al mercado flotante para encontrar a Pedroche. Las astorganas pisaron los talones del segundo amuleto que se lo llevaron los primos frikis. La ancestral lucha entre el norte y el sur se vio reflejado entre las pulpeiras y las jerezanas, siendo éstas las que se quedaron con el tercer sobre negro. Los vascos mostraron su nada disimulada alegría lo que supuso un acalorado enfrentamiento con las amas de casa.
En el tercer tramo de la carrera las parejas viajaron hasta la oficina de correos donde la dirección de la última bandera estaba bajo llave en un casillero. Una vez allí debían acertar tres preguntas sobre el programa respondiendo con números para conseguir la combinación de la taquilla. Sonia e Ylenia coincidieron con otras parejas en esa encrucijada. La nueva dirección les llevaba hasta un Monumento Conmemorativo de la Independencia llegando los vascos los primeros, madre e hija en segundo lugar junto a las jerezanas, mientras que las gogos se quedaron con el último sobre negro. Entre las jerezanas, los vascos, las mallorquinas y las astorganas la expulsión inminente e inevitable recayó sobre las gogos de Palma de Mallorca. La suerte sigue acompañando a madre e hija y esperemos que no las abandone en la India, donde prosigue la aventura de Pekin Express.
