¿El fin justifica los medios en Pekin Express?

Ylenia y Sonia, nuevas participantes de Pekín Express, en La Sexta.

Nuria V. Martín

Las siete parejas que han llegado hasta la India empiezan el programa purificándose en el mar. Pero después de ese momento místico vuelven a lo de siempre, parar coches. Con los primos fuera de combate por culpa de la gripe, que les hizo tomarse la primera fase con mucha calma, el resto de parejas rozaron la desesperación por conseguir un transporte. Las tres parejas que firmaron primero el libro rojo lucharon por la inmunidad.

Las astorganas se colaron en segundo posición entre los blogueros, que consiguieron su puesto tras prometerle a un taxista que le pagarían cuando llegaran a España (las normas del programa prohíben pagar por transporte en el momento o por transferencia, por eso juran que no lo harán), y las jerezanas. La prueba se desarrolló en unos canales en los que un miembro de la pareja tenía que cruzar de un lado a otro para transportar el peso de su compañero en fruta, como ofrenda para un Dios hindú. Por mucho que Sonia culpó al peso de su hija, y no a su poco dominio de los remos, la batalla estaba muy reñida entre las amas de casa y la joven pareja digital, los que se hicieron con la inmunidad. Inmunidad que desbarajustó la estrategia del resto de parejas que querían nominarles por odios personales o estrategia.

Tras una complicada búsqueda para pasar la noche las parejas se alojaron según afinidad, las astorganas se unieron a las jerezanas que fueron las más nominadas en la asamblea. La carrera se retoma al día siguiente teniendo que hacer una prueba a la mitad del camino. Los inmunes penalizaron a las pulperías, los aristócratas y a los ex para que trasladaran 15 kilos de pescado sin cesta, teniendo que usar su ropa para llevarlo de un punto a otro. Superado como se podía esa parada algunas de las parejas, jerezanas y astorganas, intentaron seguir la dudosa estrategia de los blogueros sin éxito. Estrategia que se les volvió en contra a los propios expertos en redes sociales teniendo un enfrentamiento con un taxista, además de dar explicaciones en la meta. Lo que supuso una gran controversia con las demás parejas cuando se enteraron, además del consiguiente rapapolvo por parte de Cristina Pedroche, dejando constancia de que ninguna de las tres parejas pueden ser penalizadas pero es inmoral.

A pesar del mal rato hemos de decir que previamente nuestras astorganas llegaron terceras a la meta, aunque se suben al segundo puesto porque las jerezanas al ser ovejas negras descendían un puesto. Las pulpeiras fueron las penúltimas, y como los inmunes atravesaron la meta en último lugar, estaban fuera de la carrera, pero la suerte que caracteriza a Sonia e Ylenia se la trasladaron con la tarjeta verde que llevaron toda la carrera.

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