71 años sin memoria para los leoneses que sufrieron el horror nazi de los campos de concentración

Gráfico Dativo sobre Leoneses en campos nazis

ileon.com

Consiguieron escapar con vida, no sin penalidades, de la Guerra Civil española. Pero acabaron en otro infierno del que muchos no consiguieron salir. Eran los 'rostpanier', los más de 14.000 rojos españoles con los que Hitler se encontró y con los que, tras el rechazo de acogerles por parte de Franco y Stalin, engrosó la lista de víctimas de los campos de concentración. Unos 37 de ellos procedían de la provincia de León, 34 constan en la lista oficial del archivo público Españoles Deportados a los Campos de Concentración. Algunos sufrieron en campos tristemente famosos como Mauthausen, o como su 'sucursal' Gusen. Y sólo unos pocos privilegiados sobrevivieron para ver cómo un 5 de mayo de 1945 -hoy hace 71 años- las tropas aliadas les liberaron de una muerte segura.

Imagen de la liberación de Mathausen, perteneciente al Archivo Nacional de los Estados Unidos (NARA).

Alipio Rodríguez Omaña, natural de Tapia de la Ribera, fue uno de ellos y relató por escrito aquel histórico momento: «Estamos esperando de un momento a otro la llegada de las tropas norteamericanas. A las cinco llega una tanqueta acompañada de otras dos y un pequeño coche de la Cruz Roja. Hacen presos a los soldados alemanes y nosotros quedamos libres».

Así de simple dejó constancia del día en que volvió a nacer. Quedaban atrás los tiempos en que, como uno más de los 'rostpanier', los deportados españoles, vivieron marcados con un triángulo azul pintado sobre el típico uniforme de rayas, un color que les distinguía del triángulo rojo que marcaba al resto de presos políticos.

Unas pocas imágenes permiten conservar en la retira el momento de la vuelta a la vida en los campos de la muerte. Unas fotografías en las que, de manera precipitada, improvisada, “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras”, como rezaba aquel cartel instalado sobre los muros de Mathausen.

Algunas de las víctimas leonesas, como Prisciliano García Gaitero, tuvieron fuerzas para que sobre aquel infierno no cayera el olvido y escribieron sus memorias de aquellos días de reclusión, olvido y muerte. Fue en su libro 'Mi vida en los campos de la muerte nazis“. Otros optaron por olvidar, para que las pesadillas no enturbiaran más sus sueños. Y los demás no tuvieron suerte para conservar la memoria... ni la vida.

Se estima que por Mauthausen pasaron cerca de 200.000 prisioneros y la mitad no vivió para contarlo. Esto ocurrió con 4.761 de los 7.200 republicanos españoles que se localizaron entre sus sangrietos muros, donde el tristemente célebre 'doctor Muerte', Aribert Heim, se entretenía sometiendo a irracionales experimentos mortales a los prisioneros.

No era la única forma de morir y ninguna era buena: quien no pereció en cámaras de gas lo hizo caprichosamente ejecutado o víctima del frío y el hambre, porque muchos supervivientes apenas sumaban alrededor de sus huesos los 40 kilos de peso. De los 34 leoneses 'encontrados' por el Ministerio, 24 no celebraron la liberación del 5 de mayo: eran uno más del montón de cadáveres que acumuló el campo de exterminio.

La Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) no se resigna a que el olvido sea el premio por aquel sufrimiento. Ni de los casos leoneses ni de ningún otro. Por eso, exige que aumente el número de instituciones, especialmente en el ámbito local, que conmemoren la tragedia de esos miles de hombres y mujeres que “comenzaron siendo perseguidos por los golpistas del 18 de julio de 1936 y terminaron a cientos de kilómetros de sus hogares, formando parte de la mayor tragedia de la humanidad”. Y que los representantes del Estado acudan cada año a conmemorar uno de los hechos más atroces y oscuros de nuestra historia.

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