Un estudio revela el aumento de variabilidad genética entre los osos pardos, esencial para su futuro

Imagen de Jesús Arias.

FOP / ileon.com

La revista internacional PeerJ ha publicado a finales de la semana pasada el estudio 'Recuperación genética y demográfica de una población aislada de oso pardo', realizado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) y de la Fundación Oso Pardo (FOP), que resume los resultados de varios años de trabajo. Los datos publicados han seguido los procedimientos habituales de revisión por especialistas, y se ha decidido seleccionar una revista de acceso abierto y distribución gratuita para que cualquier interesado pueda leer o descargar los resultados de este estudio.

La población cantábrica de oso pardo se encuentra dividida en dos subpoblaciones que se separaron hace más de un siglo. A principios de los años noventa, se determinó que ambos núcleos estaban aislados, tenían características genéticas diferenciadas y habían perdido variabilidad genética, especialmente el oriental. Esto suponía un riesgo importante, porque podía limitar su productividad y hacerlo más vulnerable ante problemas ecológicos y sanitarios.

Sin embargo, desde finales de los años 90 estas subpoblaciones se están recuperando demográficamente, sobre todo la occidental. El objetivo del estudio 'Recuperación Genética y Demográfica de una población aislada de oso pardo' es saber si la variabilidad genética en la subpoblación oriental estaba aumentando y si el crecimiento de la subpoblación occidental (con más de 200 ejemplares) se manifiesta en la dispersión de ejemplares al núcleo oriental y en el consiguiente intercambio genético entre las dos subpoblaciones.

Los análisis de las muestras recolectadas han individualizado genéticamente a 26 ejemplares diferentes en la zona oriental, de los que 7 han resultado ser osos migrantes nacidos en la zona occidental y 14 osos con algún grado de mezcla, procedentes de cruces entre individuos occidentales y orientales. Esto significa que se ha producido un intercambio genético efectivo, lo que está contribuyendo al rescate y a la mejora genética de la subpoblación oriental, la más amenazada.

Según los datos obtenidos, la variabilidad genética de la subpoblación oriental ha dejado de ser la más baja registrada en osos europeos, situándose por encima de las descritas en los Pirineos o en los Apeninos italianos. El aumento de la variabilidad genética conlleva grandes ventajas para la pequeña subpoblación oriental, pues reduce su vulnerabilidad ante problemas ambientales y enfermedades, y podría contribuir a que aumente el tamaño de las camadas. De acuerdo con estos esperanzadores resultados, el Corredor interpoblacional (el territorio situado entre las dos subpoblaciones cantábricas) se configura como un elemento clave para asegurar la recuperación de la subpoblación oriental, por lo que es necesario permeabilizar las infraestructuras que dificultan el paso de ejemplares y mejorar del hábitat para facilitar el flujo de osos entre ambas subpoblaciones e, incluso, la presencia permanente de osos en los montes del Corredor.

Los resultados de este estudio, iniciado en 2013, se han alcanzado gracias a la colaboración económica de ENEL Green Power España. Los análisis genéticos han sido realizados por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales -organismo adscrito al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- y el proyecto ha contado con el apoyo y la participación en todas sus fases de la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. También hemos tenido el apoyo de la Dirección General de Recursos Naturales del Principado de Asturias, que ha aportado muestras genéticas e información de interés para el estudio.

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