'Entre la estulticia y la torpeza'

Manifestación contra la Ley Mordaza en León

Máximo Soto Calvo

“La llamada Ley mordaza es así, aplicable al ciudadano, coartando sus expresiones, recortando su libertad... en especial cuando molestan al político. Pero no olvidemos que éstos están donde están, porque nosotros los hemos colocado con el voto.

Ciertamente que, para alcanzar tal cosa, previamente se han hecho merecedores de nuestra confianza (voto), mediante el planteamiento de un programa, algo así como una sucesión de propuestas, encaminadas a un supuesto bienestar social. Que las más de las veces no lo cumplan, y otras realicen todo lo contrario a la promesa, parece no resultarnos difícil asumirlo, tolerarlo es otra cosa.

Está claro que el ciudadano que pasa en silencio por todo, que no está dispuesto a salir a la calle para defender lo propio, lo ajeno y lo común, “nada tiene que temer”. Pero ante las injusticias sociales, por el modo ideológico de gobernar dirigido en favor de los grandes intereses nacionales, en beneficio de terceros, o porque no se explican adecuadamente, la respuesta ciudadana puede y debe ser la protesta puntual. La tardía, la de las urnas es demasiado dilatada y hasta blandengue, pues, con el tiempo todo se suaviza, se maquilla, y la tolerancia del ciudadano adquiere la condición de paradójica. Atención hablo de protesta, firme pero pacífica, nunca de desmanes parientes del libertinaje.

El PP nacional, debido a casos de corrupción de gentes dirigentes o con importantes cargos en sus filas, que en los medios están un día sí y otro también, lo hacen a título personal, dicen los que ostentan el poder partidario para defender la honorabilidad de los más, y no establecida de forma colegiada. No voy aquí a analizar esto, o a valorar si la imputación es el sello sobre la hoja de servicios que les debe llevar a dimitir, o, por vergüenza torera deben alejarse de la política en cuanto haya sospechas algo más sólidas que dimes y diretes.

Lo que está claro es que hagan lo que hagan, escaseando el pundonor de la dignidad, tan solo un juez les puede colocar en su sitio. “Pero largo me lo fiáis”, ante la lentitud actual de la justicia y las dilaciones propiciadas por lo garantista de la ley. La condición primera del ciudadano ante las urnas, su defensa democrática, está en anteponer los recuerdos, lo negativo del proceder político y tamizar el valor de las nuevas promesas. Ni ellos son tontos ni nosotros necios.

El PP nacional tiene que depositar un millón muy largo de euros, como civil subsidiario en el caso de la caja “b”, ante el aviso del juez de embargo si se niegan a ello. Andrea Levy, uno de los jóvenes valores que ahora dan la cara, afirma que “ni es una condena ni una multa”. A mí esto no me preocupa, ni entra dentro de la necedad, sí, que haya bastante más que sombra de dudas sobre el modo de pagar en negro reformas hechas en la sede central, y ellos salgan como inmaculados hasta que la justicia diga otra cosa. ¿La propia conciencia qué les dice? ¿O ésta se obnubila con el ejercicio partidario?

A la señora vicepresidenta del gobierno, ante el caso obras en la sede, y la fianza a depositar en el juzgado, entre otras apreciaciones al respecto la escuché decir que ellos al igual que todos los partidos, y los sindicatos, están “subvencionados” con dineros del Presupuesto del Estado. ¿Quiero esto decir, que nosotros, los ciudadanos con nuestra aportaciones mediantes impuestos más o menos directos, estamos obligados a sufragar sus errores, distorsiones y dislates, en silencio? o ¿a qué precio...al de la estulticia?“

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