El español: una lengua en continua evolución

Palabrotas, Cabrón

Michael Glick

Yo no soy de decir palabrotas, al menos graves. Porque he de reconocer que hay algunas que no suenan mal dentro de nuestro día a día... casi al contrario. 'Joder' es un término tan usado en nuestra expresión habitual que a veces se convierte en la muletilla que cierra la oración, que le da contundencia, que reafirma nuestra convicción. Creo que, al menos bajo mi punto de vista, es el taco más usado en nuestro idioma. Pero no es éste el que le ha llamado la atención a Michael, un estudiante americano que ha compartido unas semanas de prácticas trabajando con nosotros en el periódico.

'Maricón' es la palabra que más le ha calado. Hemos tratado de explicarle que nada tiene que ver con la condición sexual de nadie, que no es un insulto para ridiculizar a ningún homosexual –en la mayoría de los casos- y que, en ocasiones, tiene cierto matiz de familiaridad, de cercanía entre las dos partes de una conversación. Pero nada, Michael, a pesar de que es un chico muy empático y entiende lo que significa para nosotros, no puede evitar compararlo con una de las palabras prohibidas dentro de su idioma. Lo mismo ocurre con 'la palabra que empieza por N...' como él mismo dice sin pronunciar 'negrata', que equivocadamente muchas películas americanas traducen al español para intentar dar un toque de camaradería entre personas de una comunidad negra. Para los americanos se trata de racismo, contra homosexuales o negros en este caso, en cambio, para nosotros son palabras que no disponen de ese peso, mensajes vacíos de tal fin.

Hablando de traducciones, Michael también se ha interesado por los anglicismo usados en nuestra lengua, en nuestra ciudad, y que, por qué no, cada vez son más numerosos, curiosamente también para expresar alguna blasfemia...

'Mi mujer', 'su mujer' es algo intrínseco dentro de nuestra lengua, cuando tratamos de explicar que estamos casados con alguien, y no porque le pertenezcamos posesivamente... Algo tan básico para nosotros también llama la atención en el extranjero. Tanto es así que Michael se ha visto obligado a escribir sobre ello, de preguntarnos a los españoles, a los leoneses, sin ponernos en el compromiso de por qué los usamos, pero sí de hacernos reflexionar sobre el uso que damos a ciertas expresiones, y de si opinamos que en el futuro seguirán en nuestras acciones verbales.

M.C.

El español: una lengua en continua evolución

Cada idioma se desarrolla con el paso tiempo y debido a muchos factores, tales como la influencia de otras culturas, los cambios sociales y las diferencias que siempre existen entre generaciones distintas. El español también se ha desarrollado y hoy en día parece que hay muchos aspectos que pueden cambiar en el futuro. Este artículo examina algunos de los posibles cambios.

Es probable que hayas oído, quizás también usado, algunos anglicismos y las expresiones 'maricón' y 'mi mujer'. La pregunta es: ¿Se continuará usando estos tipos de palabras en el futuro? Para tratar de abordar esta pregunta, he hablado con gente de diferentes edades, desde niños hasta gente mayor.

Anglicismos

Primero, he tenido la oportunidad de hablar con algunos ancianos sobre el uso de palabras inglesas y, de entre los que me dieron respuesta, la mayoría asegura usar los anglicismos con poca frecuencia. Sin embargo, un hombre de 81 años me dijo que sus hijos, de aproximadamente 50, hablan el inglés perfectamente y, a menudo, pueden introducir anglicismos cuando están hablando.

Existe una tendencia muy evidente, parece que los jóvenes usan los anglicismos más que la gente mayor. Pero, muchos de los que utilizan no son palabras que aprenden en la escuela.

“Uso algunos, a veces como 'Oh my God!' que significa 'O Dios mío!' Y muchas veces digo 'fuck' sin querer y también a veces 'bitch'”, dice un niño de 10 años. ¿Por qué usa estas? –insisto– “Las he oído en las películas a veces, y a veces se las escucho a un mayor”.

Debido a influencias similares, otro chico de 13 años opina que los anglicismos son buenos para insultar, especialmente el popular 'Fuck you!'

Pero, existen otras palabras inglesas que se usa mucho aparte de las palabrotas, tales como muchas expresiones relativas a la tecnología (wifi, Smartphone, etcétera). Es probable que se use anglicismos como estos más en el futuro, debido a que es más fácil tener palabras universales cuando es posible.

'Maricón'

Este insulto se puede usar en muchos contextos, incluso en diferentes tonos que provocan que el significado pueda variar. No obstante, el uso de esta palabra para referirse a los homosexuales con mala intención es, cuanto menos, problemático. Entre países de todas partes del mundo, han surgido asociaciones que condenan el uso de palabras similares. Desde luego, España es diferente, ya que el término puede utilizarse de manera coloquial, entre amigos y sin carga negativa, pero ¿se evitará en el futuro el uso de la palabra?

Las respuestas de la gente que ha querido contestar varían mucho. Una mujer de aproximadamente 65 años, explica que siempre evita la palabra cuando está hablando, pero aún así cree que es muy fácil diferenciar entre tonos diferentes para comprender la manera en la que una persona quiere utilizar la palabra. Otras personas, mujeres y hombres, describen la palabra como algo 'fea', y debido a eso dicen que es necesario tener cuidado al usarla.

“Yo creo que se usa 'maricón' en ámbitos de colegueo, pero en los medios de comunicación, en ámbitos formales, está mal visto. Entre amigos, entre colegas, se usa, hay que tener algo de confianza... Creo que en el futuro, según lo políticamente correcto, creo que se usará menos, y no más”, dice un hombre leonés de 36 años.

Pero hay muchos, incluso otro hombre de edad similar, que opinan que el uso de la palabra va a seguir. ¿La razón? El mismo entrevistado alude al uso frecuente entre los jóvenes, quienes usan la palabra más que la gente mayor, por lo que sería difícil eliminarla. Otra mujer de aproximadamente 60 años comparte al cien por cien su punto de vista, y añade que no vale la pena evitar la palabra si hay mucha gente usándola.

Aquí se puede ver un ciclo desconcertante: Como con todas las palabras, los jóvenes aprenden el vocablo porque los mayores y los adolescentes la usan, y luego los aprendices se convierten en maestros a la generación siguiente. La pregunta es: ¿Cómo terminaría este ciclo si alguna vez terminara?

'Mi mujer'

Utilizar adjetivos posesivos sin pensar es común y, desde luego, es un aspecto necesario en cualquier idioma. Un niño puede decir 'este es mi juguete', un adolescente puede decir 'ella es mi novia', etcétera. No obstante, un dicho que me ha llamado la atención de manera especial desde mi llegada es el uso de: 'mi mujer'.

Diría que hay muchas mujeres estadounidenses que no les gustaría el uso de la expresión 'My woman' por sus maridos. No obstante, el concepto en España se interpreta de manera distinta. Casi todas las personas, incluso hombres y mujeres de edades variadas, entrevistados contestan que no hay ningún problema con la expresión, ni tiene nada que ver con el machismo. Defienden la palabra como 'natural' y se ciñen a razones de 'tradición' para explicar los motivos para usarla. Pero, también un hombre de unos 30 años expresa que es 'nuestra manera de pensar' la que resulta en el uso de la expresión, me pregunto si este sentimiento indica que debemos examinar la manera en la que estamos pensando.

No me sorprendería si en el futuro hubiera gente que protestara contra este tipo de expresión, pero ahora parece que los españoles no tienen ningún problema con el uso de 'mi mujer'.

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