La reestructuración del sector financiero cierra 136 oficinas bancarias en León

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La reestructuración financiera provocada por la crisis acabó con casi un millar de oficinas bancarias en Castilla y León desde 2008, un sector que en la actualidad se enfrenta al reto que plantean las nuevas tecnologías, una arma de doble filo para la atención al cliente en una Comunidad tan extensa como Castilla y León.

Los datos que maneja el Banco de España son concluyentes en cuanto al impacto de la concentración y la absorción de las antiguas cajas de ahorros de la comunidad. Si en junio de 2008 prestaban servicio en la Comunidad, un total de 3.169 oficinas, en el mismo mes de este año, estaban operativas 2.207, un 30,4 por ciento menos, con el cierre de 962 sucursales.

En el caso de la provincia de León, desde 2008 han caído las oficinas bancarias un 24,5%. En ese año, 2008, había 554 sedes, muy lejos de la cifra actual que se sitúa en 418, es decir, 136 menos.

Con todo, las clausuras fueron porcentualmente menores que las registrada en el conjunto nacional, donde en el periodo de estudio desaparecieron 15.833, con una merma del 34,4 por ciento, hasta un total al cierre del primer semestre de 30.207, cuatro puntos más que en Castilla y León, donde la extensión geográfica y la dispersión poblacional condicionan la expansión bancaria.

Un escenario al que se suman hoy nuevos ajustes anunciados desde entidades bancarias como Santander, BBVA y Banco Popular, bajo la nueva forma de prestación de servicios tradicionales en la era digital. Sin embargo, los grandes grupos en los que se integraron las antiguas cajas regionales expresan su compromiso por el medio rural, aunque asumen su apuesta por los nuevos canales y la atención financiera personalizada.

Una racionalización acompasada

Fuentes de EspañaDuero explicaron a Ical, que la banca irá adaptando progresivamente su comportamiento a las nuevas demandas de los clientes y defendieron que la racionalización en la era digital “debería ir acompasada con las necesidades comerciales y de servicios”. Así, sentenciaron que no debería “ser tan dura o rápida como en las reestructuraciones que se producen en momento de crisis como el que hemos vivido”.

Desde la entidad, que a día de hoy no tiene previsto ningún cierre, destacaron su “compromiso firme” en su territorio histórico de actuación, y con el medio rural, donde se ubica la mitad de su res. Asimismo, recordaron que ofrecen atención y servicios financieros a clientes del ámbito rural mediante oficinas móviles (autbuses), que “apoyan a más de 350 pequeñas localidades en Castilla y León”.

Responsables de la entidad defendieron que España Duero “siempre ha sido innovadora en cuanto a los medios y servicios tecnológicos”. Al respecto constataron que la incorporación de las nuevas tecnologías constituye un “proceso imparable” y recalcaron el “reto calve” de las entidades financieras “en itegrar en la vida normal de las personas las funcionalidades principales de los servicios bancarios de movilidad”. “Todo el mundo se está adaptando a las nuevas tecnologías y los nuevos servicios”, aseguraron

Así, aseguraron que “la tendencia es ir a oficinas más grandes y con servicios más especializados”, ya que las tareas más repetitivas y operativas, como sacar o trasferir dinero, se pueden hacer desde un móvil, pero “el cliente demanda conocimiento y especialización en la gestión de sus necesidades financieras, ya sea desde el punto de vista de su patrimonio o desde la mejor manera de obtener inversión para su negocio y sus necesidades personales”.

Vocación social

Desde CaixaBank incidieron en que aunque la tecnología y la innovación son “esenciales” para desarrollar nuevas formas de relación con un determinado perfil de clientes, esto “no puede implicar el abandono de los clientes de más edad o de un entorno rural”. “Nosotros somo un banco con vocación social y priorizamos la inclusión financiera. Por eso disponemos de la mayor cobertura geográfica del país y estamos en el 93 por ciento de municipios de más de 5.000 habitantes”.

La entidad bancaria defendió que es “pionera” en nuevas tecnologías“ pero ”sin olvidar la importancia del contacto del asesoramiento personal“. En este proceso, CaixaBank considera que lo más importante es que las oficinas deben pasar de ser un centro de operaciones con mucha actividad dedicada a servicios de bajo valor añadido, a centrarse en dar ese otro servicio de asesoramiento, de alto valor añadido, de solución de los problemas de los clientes.

“La combinación que buscamos en CaixaBank pasa por ser muy eficientes pero al mismo tiempo seguir invirtiendo en el futuro. Y esto significa invertir en nuestra plantilla e invertir en sucursales”, constataron.

Las mismas fuentes destacaron su apuesta por “atención presencial y la especialización”, aunque expusieron que la tendencia es la combinación de canales. Al respecto, los canales digitales les permite, afirmaron, “ofrecer a sus clientes una banca de calidad, accesible y disponible en cualquier lugar y a cualquier hora”.

Las personas, claves

En el caso de Bankia, representantes consultados por Ical, comentaron que “por mucha virtualidad a la que asistamos, las personas seguirán siendo claves”. “Somos conscientes de que la clientela va a querer aprovecharse de las facilidades que ofrece la tecnología, pero también va a requerir una relación personal, que tendrá su máximo valor en la cercanía y el asesoramiento”.

Desde la entidad, señalaron que ya acometieron su reestructuración en 2013, con el cierre de un tercio de su red, y hoy tienen la capacidad instalada que “quieren tener”. “Ahora son otros los que están siguiendo el camino que nosotros no vimos obligados a emprender hace unos años”, resumieron.

La entidad trabajó en la nueva realidad segmentando sucursales, transformando y especializando la red. Cuenta con un servicio de asesoramiento personalizado para clientes de perfil más digital; pero en Castilla y León “cobra especial importancia” el servicio de los 'ofibuses', que se encargan de visitar periódicamente localidades que no cuentan con una oficina bancaria física, para “evitar la exclusión financiera de la población rural”. Actualmente la entidad cuenta con cinco 'ofibuses, que prestan servicio a más de 160 localidades.

El futuro para Bankia traerá consigo “sin ninguna duda un mundo más digital y menos físico”, aunque en los próximos años, defendieron, seguirán teniendo “un sistema híbrido de oficinas y canales virtuales”, porque eso es lo que quieren los clientes. “A día de hoy en las oficinas trabaja el 86 por ciento de la plantilla del sistema bancario, y esa es una realidad hoy de la que uno no puede escapar hablando sólo de digitalización”, dijeron.

Bankia recuerda que la era digital evoluciona con rapidez y “las entidades vencedoras del proceso de digitalización serán aquellas que, respondiendo a las demandas crecientes de los clientes en los canales virtuales, sepan adaptar sus redes tradicionales y combinar la multicanalidad”. Dos ejemplos numéricos de la nueva situación, solamente el once por ciento de las operaciones transaccionales en Bankia se realizan en oficinas, el resto se hace por los cajeros o Internet; y el 45 por ciento de los créditos al consumo ya se contrata por esos medios.

Provincias

Por provincias y siempre según los datos de la autoridad monetaria española, el número de oficinas se contrajo en ávila (137), un 36 por ciento; en Valladolid (395), un 35,4 por ciento; en Burgos (373), un 32,1 por ciento; en Segovia (140), un 32 por ciento; en Palencia (149), un 34,1 por ciento; en Salamanca (287), un 29,7 por ciento; en León (418), un 24,5 por ciento; en Soria (112), un 24,3 por ciento; y en Zamora (196), un 22,5 por ciento.

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