Cobrar 42.000 euros de la Diputación de León durante 8 años por llevar papeles “de un lado pa' otro”

Carlos S. Campillo

Pedro Vicente Sánchez. Por sus manos, bajo su firma de todopoderoso Coordinador de Presidencia, pasaron 106.000 euros de dinero público que los presidentes de la Diputación Isabel Carrasco, primero, y su sustituto Marcos Martínez Barazón, después, pagaron a una empresa del conseguidor de la trama Púnica Alejandro de Pedro para mejorar sus maltrechas imágenes personales ante la opinión pública.

Es el alcalde de Puebla de Lillo, municipio donde se enmarca la estación de esquí de San Isidro, en cuyos dos contratos de restaurantes la Audiencia Nacional observó presunta corrupción por tratar de amañarlos para adjudicárselos a empresas señaladas por De Pedro.

336.000 euros cobrados en ocho años

Pero ahora que el juez Eloy Velasco le achaca a Pedro Vicente Sánchez tres delitos –fraude, cohecho y malversación de fondos públicos- resulta que él nada sabe y nada pintaba. Pasaba por allí. A pesar de que como personal eventual de confianza del PP en la Diputación entre 2007 y 2015 cobraba cada año la friolera de 42.000 euros, lo que arroja un salario en ese tiempo de más 336.000 euros.

Eso sin contar que otros ocho años atrás, antes de que las trifulcas internas lo impidieran, fue diputado provincial y presidente del área de Turismo, responsable de las estaciones de esquí. Un perfil que iLeon.com ya retrató cuando su imputación judicial saltó por sorpresa y el PP anunció su expulsión fulminante del partido, si bien sigue siendo alcalde en su pueblo.

Pero pese al elevado salario de Coordinador, ser un cero a la izquierda es grosso modo la línea de defensa esgrimida el pasado 13 de septiembre ante el magistrado por el aún regidor de Puebla de Lillo, según se aprecia en la grabación aireada esta semana pasada por Voz Pópuli, a las que tuvo acceso en exclusiva. Y los audios no tienen desperdicio.

Afirma que ni le dejaban subir al coche oficial

Por ejemplo, cuando para defenderse de haber sido la mano derecha y hombre fuerte de absoluta confianza de Carrasco –asesinada en 2014- y Martínez Barazón – encarcelado por esta trama en el mismo año-, es capaz de afirmar que su labor se limitaba a llevar papeles “de un lado pa' otro” y tan sólo hacía lo que le mandaban los presidentes o lo que le preparaban quienes, como las periodistas de la institución, se encargaban de extraer de los cómputos de reparto publicitario, porque él no ha sabido manejar el ordenador “hasta el año pasado”.

Pedro Vicente Sánchez en una visita a la estación de esquí de su municipio, Puebla de Lillo, con los entonces presidente de la Diputación y consejero de Fomento de la Junta. Eran tiempos de 'pelotazo'. / Peio García / ICAL

Pedro Vicente Sánchez afrontó los 47 minutos de preguntas directas del juez Velasco con dificultad, insistiendo una y otra vez en que no participó nunca en los amaños presuntos, ya que a pesar de su puesto y su elevado sueldo él afirmaba que apenas se dedicaba a organizar los viajes de ambos cargos públicos. Hasta tal punto que hasta por dos veces aseguró que no le dejaban subir al vehículo oficial.

“Lo hice porque me lo mandaron”

Sobre el pago de las abultadas facturas mensuales a Madiva Editorial y Publicidad SL, empresa de Alejandro de Pedro, a cambiode supuestos banners de publicidad en su red de diarios zombies, Sánchez no pudo negar la evidencia de que él se encargaba de firmar la conformidad del pago aunque trató de defenderse insistiendo en que “no soy jurista ni interventor. Lo hice porque me lo mandaron”.

Sobre la abultada cantidad de los pagos regulares, y aunque si bien figuraba como el responsable de prensa, se escudó también “no sé si los 'banners son baratos. Yo no soy periodista”, algo que Voz Pópuli remarca cuando a continuación señala la responsabilidad de “Susana y Eva”, trabajadoras del gabinete de Prensa.

“No manejaba el ordenador hasta el año pasado, que me he puesto yo...”

“En el Gabinete de Prensa, (con) esa factura, buscan los banners que hay, los banners que han hecho este grupo de empresa (de Alejandro de Pedro). Esos banners los ponen en la factura y con un modelo previo [...] es el que rellenan ellas (las dos trabajadoras) porque yo le voy a decir lo que le tengo que decir, que no manejaba el ordenador hasta el año pasado porque me he puesto yo...”, aseguró de manera literal ante el magistrado, admitiendo sus evidentes limitaciones.

A pesar de haber sido dos mandatos diputado provincial del PP y los dos siguientes cargo de confianza de elevado sueldo, así como mantener la Alcaldía popular de Puebla de Lillo, Sánchez se limitó a declarar que “yo no estaba mucho en el ajo político. Me gustaba, pero me tenían como me tenían”, y por eso se centraba “en mi pueblo”. Por eso, explica, jamás hubo conversaciones de amaño con él delante: “No iban a hablar delante de mí. Yo era lo que era (...) ”No estoy en ningún tema de nada, de nada. (...) “Yo no he sido pieza clave. Yo no he estado metido en el plan ese”.

El informe de la Guardia Civil que le señala

De este modo, el aún alcalde trata de contrarrestar el efecto del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que le señaló personalmente y que acabó pesando para la decisión judicial de decidir su imputación penal con tanto tiempo de retraso respecto a la detención del presidente Marcos Martínez y la imputación del entonces interventor provincial, Jesús López.

Ese informe policial es el que, entre otras cosas, registra una llamada de teléfono de agosto de 2014 entre el experto en reputación informática Alejandro de Pedro y su socio José Antonio Alonso Conesa, en la que éste último comenta al primero un reciente encuentro con el presidente de la Diputación de León. “En un momento que estaba hablando con Marcos (Martínez Barzón) llegó el alcalde (se refiere a Pedro Vicente Sánchez) y José Antonio (Alonso Conesa) se calló para que éste no se enterara de lo que hablaban, pero Marcos le dijo le dijo que no se callara, que hablara sin problemas delante de Pedro, que era de su absoluta confianza”.

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