El proyecto de la Plaza del Grano prevé más de un 23% de cemento para sustentar las piedras, que serán mucho más planas

A la derecha, el actual verdín natural de la Plaza del Grano por el solar de tierra; a la izquierda, la piedra fijada con cemento en Las Cercas, como en el resto de zonas de empedrado rústico de la capital leonesa.

Habrá cemento en la reforma de la Plaza del Grano, al contrario de lo que se afirma. Y no poco. El proyecto del emplazamiento público que ha comenzado a ejecutar, después de seis años, el Ayuntamiento de León ante una agria polémica contempla el uso de más de un 23% de cemento, además de una capa fina de mortero bastardo seco de cal, bajo el empedrado tradicional de este espacio público protegido. Viene así contemplado en el proyecto de ejecución, basado en la memoria firmada por el arquitecto Ramón Cañas, ganador del concurso de ideas que definió la intervención que se ejecutaría sobre esta tradicional plaza leonesa.

El proyecto tramitado, adjudicado y en ejecución al que remite el Ayuntamiento de León no deja lugar a duda del abundante empleo de cemento bajo las nuevas piedras en la Plaza del Grano.

Literalmente, el documento al que el Consistorio ha dirigido a la ciudadanía para comprobar detalles del proyecto dice así: “Se considera primordial mantener las características del pavimento tradicional de canto rodado de la plaza, si bien se plantean una serie de matices y disposiciones constructivas de la ejecución que supongan un mejor comportamiento respecto a la superficie de uso y a la durabilidad y limpieza” de este espacio. Es decir, un hipotético respeto pero con muy abundantes “matices” para que el arreglo dure más tiempo.

Con esa finalidad, el proyecto recoge que “se empleará una cama de mortero bastardo seco de cal, cemento, arena lavada y arena de machaqueo o piñoncillo”, en la proporción de “1:4:6:6”. Es decir, que de 17 partes en total, cuatro lo serán de cemento; o lo que es lo mismo, un 23,5%; o que una cuarta parte del material usado para fijar los típicos cantos rodados será cemento. Como se quiera expresar.

Datos del proyecto oficial

Este detalle aparece en las páginas 56 y 57 del extenso documento aireado por el propio Ayuntamiento, que se corresponden con las páginas 9 y 10 de la Memoria que está en vigor, firmada en enero de 2014 por el arquitecto Ramón Cañas Aparicio. Este documento, junto con otros muchos de la larguísima tramitación municipal, se encuentra disponibles en el perfil del contratante del Consistorio leonés. Y es el que está en vigor, salvo que el Ayuntamiento haya modificado el proyecto sin dar a conocer los cambios y sin 'colgarlo' en su web oficial.

Las proporciones de cemento y de cal especificadas son las habituales para fabricar el llamado “mortero bastardo”, eufemismo que técnicos y políticos sí admiten en sus intervenciones bajo esta terminología, y que no es otra cosa que hormigón.

'Mortero bastardo' u hormigón

De hecho, la Real Academia de Ingeniería deja muy claro que la definición de mortero bastardo es “mortero compuesto por cemento, cal y arena que combina las cualidades de los dos anteriores”. La proporción de cemento previsto en la Plaza del Grano respecto a la arena identifica un mortero de gran fuerza, según los parámetros técnicos habituales en construcción, incluso muy superiores a los que necesita un relleno para suelo normal y corriente.

Lo contrario de lo explicado

'Fact check' a la concejala Ana Franco hace dos semanas: Se van a utilizar elementos y métodos absolutamente tradicionales

Este detalle del elevado uso de cemento para sujetar el empedrado tradicional de la Plaza del Grano, que aparece en el Expediente 22-2016 Proyecto 03 de Accesibilidad, contradice abiertamente la versión que siempre ha dado el PP en el Ayuntamiento de León, tanto la anterior Corporación presidida por Emilio Gutiérrez, como en la actual, con Antonio Silván como alcalde.

En concreto, la concejala de Urbanismo y Medio Ambiente en la última rueda de prensa para contestar a las “muchas mentiras” sobre el controvertido proyecto, celebrada hace dos semanas, insistía en que “se van a utilizar elementos y métodos absolutamente tradicionales” para conseguir que sean el actual equipo de Gobierno los que “vamos a salvar la plaza”, incluso a pesar del “desconocimiento total de cómo es el proyecto, que se exhibe en la web del Ayuntamiento, perfil del contratante, o en el Palacio de Don Gutierre”.

La concejala negó las “mentiras”; el arquitecto lo admite

En la misma rueda de prensa, sin embargo, ya el arquitecto responsable de tal proyecto matizaba bastante a la edil reconociendo que los “bolos” o piedras tradicionales irán “sobre una capa de áridos con cal mezclados haciendo una potente capa de 30-40 centímetros”. Porque a pesar de insistir en que serían empleadas “las mismas técnicas”, admitía “sólo un cambio respecto al reafirmado y a la mejora de las bases del firme”.

Sin embargo, la memoria pública a la que el mismo Consistorio remite admite que la solución del tradicional empedrado de la Plaza del Grano, hoy sustentada en su mayor parte por el método tradicional sobre tierra cruda, como desde hace siglos, será finalmente muy parecida a los empedrados que hoy pueden observarse en el resto de la ciudad de León, es decir, las plazas de San Marcelo, San Isidoro, Las Cercas o espacios como delante del Hospital de Regla, todos ellos con el canto rodado fijado con cemento.

Pensando en un “eventual tráfico”

A este respecto, el proyecto habla de que “el sistema de tomado de cantos y morrillos con mortero bastardo se ha comprobado duradero en otras zonas de la ciudad peatonales. El empleo de un sistema (...) únicamente con tierra arcillosa -el actual- requeriría un mantenimiento continuado de conservación y limpieza de vegetación, y ya tradicionalmente se han empleado mezclas de tierra y áridos de granulometría variable con cal y cemento para su mejora”.

El proyecto prevé que así la Plaza del Grano se parecerá al resto de zonas empedradas de León que soportan razonablemente un eventural tráfico

Con esta otra solución que incluye cemento, mortero bastardo, también en el Grano la plaza estaría preparada para el posible paso de vehículos, porque como en las otras zonas de León mencionadas “soportan razonablemente un eventual tráfico”.

Pero no es el cemento el único detalle altamente preocupante del proyecto cuyas obras se ha empeñado en paralizar la Plataforma Salvemos la Plaza del Grano. Porque siempre con el proyecto oficial en la mano, tampoco el aspecto alomado de los cantos rodados será igual. Ni mucho menos.

El documento oficial del Ayuntamiento deja claro que habrá una “simplificación de la organización de los paños de cal y canto y rebaje del enlomado de calles de morrillos, con trazado curvado en planta para efecto visual con menor bombeo”, reza literal la página 9 de la memoria del arquitecto Cañas, que es la página 57 del documento.

Literal: “Reducción del relieve del pavimento histórico de la plaza”

Más adelante deja claro por qué las piedras que se levanten y recoloquen en la II fase de las obras ya no serán tan salientes. En el apartado de “Plan de Mantenimiento” (página 15 de la memoria) una frase resume este drástico cambio de manera categórica al hablar de pautas y recomendaciones para accesibilidad: Porque además de “formación de itinerarios peatonales con superficies planas (las aceras), habrá ”reducción del relieve del pavimento histórico de la plaza“.

El proyecto oficial que airea el Ayuntamiento habla de pendientes, superficies y perfilados suavizados en la superficie de cantos rodados

La excusa que el proyecto busca para este cambio es mejorar las labores de limpieza. Página 16, Plan de mantenimiento: “Las pendientes, las superficies y perfilados suavizados respecto al estado actual, consideradas en la zona de empedrado y los anchos de las aceras, hacen posible el empleo de los medios mecánicos ligeros usuales que se emplean en la limpieza general de la ciudad”.

Es decir, que así podrán pasar las barredoras mecánicas ligeras, evitando que la plaza tenga que ser adecentada por barrenderos cepillo en mano o por baldeo de agua. Un 'manguerazo' que deberá hacerse poco (sólo por algún “evento popular en el recinto de la plaza”, léase Genarín, procesiones de semana Santa o San Froilán) y en todo caso “a baja presión”. Con ayuda del considerable rebaje de las piedras tradicionales, “el mantenimiento referido a la limpieza en general de la plaza es similar al de cualquier punto de la ciudad”, remata el documento.

La concejala de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de León, Ana Franco, la arquitecta municipal, Begoña Gonzalo, y el arquitecto del proyecto, Ramón Cañas, presentan el proyecto de la Plaza del Grano. / Carlos S. Campillo / ICAL

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