La presidenta de las Cortes de Castilla y León duplica el gasto de contratos menores en el último año
El mantra político electoral del Partido Popular del 'fin de la crisis' ha llegado a las instituciones, por lo menos a las Cortes de Castilla y León que preside la veterana política Silvia Clemente a tenor de los datos oficiales que figuran en el Portal de Transparencia de la institución con sede en un edificio que costó casi 80 millones de euros en Valladolid.
Según los datos publicados de gasto en contratos menores, sobre las compras y suministros más importantes del Parlamento y sus proveedores, en 2016 las Cortes gastaron 1.144.440,08 euros, frente a los 636.574,29 euros del 2015. En términos comparativos este gasto creció un 79,8% en sólo un año. Silvia Clemente llegó a la presidencia de las Cortes a mediados de 2015, sustituyendo a la ahora consejera Josefa García Cirac.
Este significativo aumento de estos gastos en las Cortes se realiza en un contexto de mayores fondos para la institución en 2016, cuando su presupuesto ascendió a 17.018.079 euros, subiendo de los 16.421.564 euros que tuvo en 2015. Una cantidad similar al subidón de gastos generales de la institución, y que puede consultarse en detalle de forma pública.
Desde las Cortes autonómicas se ha señalado a este medio como causa de las diferencias de gastos la menor actividad parlamentaria de 2015 como causa de las elecciones autonómicas de ese año. Eso y que, apuntan, el documento que refleja esos gastos de 2015 podría no recoger todos los efectuados debido a la fecha de lanzamiento del portal de Transparencia, de primeros de diciembre de ese año.
La fama de 'derrochona' de Silvia Clemente
La actual presidente de las Cortes es toda una veterana de la política autonómica. En 1995 sacó una plaza de funcionaria en su Segovia natal y ya en 1996 fue nombrada Gerente Territorial de Servicios Sociales de Segovia, su primer cargo político. En 2003 pilla su primer cargo de consejera de la Junta de Castilla y León con la responsabilidad de Cultura y Turismo. Con el tiempo ha ido manteniéndose como consejera pero en diferentes áreas, la última Agricultura y Ganadería hasta 2015. Entonces el PP la elevó a presidenta de las Cortes al perder la mayoría absoluta en las elecciones de mayo.
Los gastos desmesurados en su etapa de consejera ya provocaron críticas de 'derrochona' en diversos medios de comunicación. Uno de los ejemplos más sonados fue el despido a capricho de un periodista de la Consejería de Agricultura y Ganadería que supuso a las arcas públicas 147.000 euros. Trabajador del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) que llevaba más de veinte años en la Administración autonómica y al que se quiso liquidar con un despido procedente que el Tribunal Supremo después consideró improcedente. Silvia Clemente le señaló como la persona que había filtrado un dossier contra la propia consejera aunque este hecho nunca fue probado.
Otras polémicas sonadas fueron cuando bajo su mandato la Consejería de Agricultura fue condenada a pagar 324.000 euros a cuatro trabajadores de este departamento y del Instituto Tecnológico Agrario por despidos improcedentes o traslados forzosos.
