¿Se fuma en los bares y restaurantes de León?

Imagen real tomada en un establecimiento hostelero de la capital leonesa.

C.J. Domínguez

La pregunta es sencilla: ¿Se fuma en los bares de León? Quien dice bares, dice restaurantes y pubs, pero también centros educativos, sanitarios o recreativos, establecimientos comerciales o incluso administraciones públicas. ¿Se fuma aún donde lo prohibe expresamente la Ley 42/2010, aquella polémica reforma de otra Ley de 2006 que nació hace tan sólo seis años para poner fin definitivo al consumo de tabaco en todo tipo de lugares públicos?

La respuesta es también muy sencilla: Sí. Se fuma. Esta categórica respuesta no viene dada sólo por la apreciación de no pocos leoneses, muchos de ellos clientes de determinados establecimientos hosteleros donde se hace la vista gorda, incluso algunos pocos que lo admiten abiertamente. Las estadísticas oficiales así lo indican, si bien dejan muy claro que el volumen de incumplimiento de la restrictiva Ley en la provincia leonesa no es muy elevado.

50 sanciones en 113 expedientes abiertos

Un establecimiento leonés ante el inicio de la prohibición de fumar en los espacios públicos. / Carlos S. Campillo / ICAL

Las sanciones impuestas en estos seis años de la prohibición en vigor se elevan exactamente a 50, de 113 expedientes abiertos por las autoridades. Eso quiere decir que más de la mitad de las infracciones detectadas se quedaron en nada. En virtud de estos expedientes que acabaron en multa, se recaudaron poco más de 18.000 euros en sanciones.

De las 50 sanciones impuestas, 30 se corresponden con los dos primeros años de la nueva y polémica Ley

Sin embargo, cabe reseñar que el mayor impulso para impedir que las personas adictas al tabaco fumaran en espacios públicos y prohibidos se produjo, lógicamente, en los primeros años y que posteriormente el ánimo fiscalizador ha decaído de manera muy considerable. Por ejemplo, el pasado año se realizaron únicamente 138 inspecciones de este tipo, de las que sólo 6 acabaron en sanción económica. Por contra, en 2013 las inspecciones habían superado con creces las 1.000.

Otro detalle clarificador de que ha perdido fuerza la capacidad inspectora en este sentido es que, del medio centenar de sanciones, 30 se corresponden con los dos primeros años de la entrada envigor de la nueva Ley. Desde entonces, inspecciones y multas han ido descendiendo de manera muy evidente.

Cero faltas graves

Las faltas graves no son solo por fumar: también por carecer de carteles de advertencia o no activar el sistema de control de las máquinas

Otro importante detalle que destacar del total de 113 expedientes abiertos desde el 2 de enero de 2011 hasta finales del año pasado, es que una mayoría abrumadora (87 de ellos) fueron por infracciones de carácter leve. Estas suponen según la Ley unas multas que oscilan entre 30 euros y 600 euros. Otras 26 faltas fueron consideradas graves (entre 601 y 10.000 euros); y ninguna fue muy grave (entre 10.001 y 600.000 euros).

Las faltas graves se refieren a detalles como permitir abiertamente fumar dentro de los establecimientos, pero no sólo a eso: también carecer de los carteles oficiales advirtiendo de la normativa antitabaco o incluso no tener activado el sistema de control de extracción de las cajetillas en las máquinas del interior de los locales.

Ante la proliferación de locales que realizan su reforma para dejar un habitáculo más o menos grande abierto al exterior, si bien con la Ley en la mano estaría prohibido dejar fumar -ya que sólo está al aire libre por uno de los cuatro lados- lo cierto es que en la práctica se hace la vista gorda. Poco a poco se ha ido frenando la inicial queja de algunos hosteleros que habían realizado una fuerte inversión desde la primera Ley restrictiva de 2006 hasta la prohibición total de 2011, impuesta por el Gobierno de Zapatero, y ahora proliferan estos locales que además combaten con calentadores el frío invernal de León.

Descensos paulatinos

Por años, el primer año de aplicación (2011), lo recaudado por las sanciones impuestas apenas sumó 1.802 euros; en 2012 se batieron todos los récords, con 7.060 euros de multas totales; en 2013 fueron 5.857 euros; en el año 2014 la cifra bajó hasta los 1.385 euros; en 2015 la cuantía recaudada por sanciones se elevó a 3.005 euros; y por fin el pasado año 2016, curiosamente, ya no hubo ninguna sanción, de manera que si nos ceñimos a esta cuenta no hubo infracción alguna.

León sólo suma el 7'7% de las inspecciones de la Comunidad

Nada más lejos de la realidad, porque hay otra estadística que indica que en León las inspecciones para 'pillar' a fumadores 'ilegales' y establecimientos que los permiten o amparan no son, precisamente, muy profusas. Para muestra, un boton: en toda Castilla y León en estos seis años ha habido 36.801 inspecciones oficiales registradas, y sólo 2.846 de ellas son de la provincia de León. No alcanza casi ni el 7,7% del total.

El extraño efecto 'chivato'

Eso sí, llama la atención que no pocas de las infracciones por fumar en lugares públicos han tenido su origen en 'chivatazos': en concreto una de cada tres inspecciones se originan por avisos de personas anónimas. Aunque la estadística en este sentido es un poco extraña, porque en años como 2015 se consigna que el total de los 152 visitas lo fueron por 'delaciones', el 100%, mientras que el pasado año de las 138 inspecciones sólo 7 se debieron a esto y hay que suponer que el resto fueron inspecciones rutinarias. En todo caso, muy pocas respecto a otros años.

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