Jaque mate a la minería subterránea de carbón en la provincia de León

Mina de interior Hijos de Baldomero García

Luis Álvarez

Hoy es el último día de trabajo en la última mina de carbón subterránea de la provincia de León que permanecía activa. Así parece ponerse fin a una actividad que ha reportado ingentes beneficios a empresas y personas, y de las que los trabajadores han sido siempre el eslabón más débil de la cadena y los paganos de las malas coyunturas.

Los delegados sindicales de la empresa Hijos de Baldomero Garía, que opera la mina La Escondida en Caboalles de Arriba, recibieron el martes la esquela del velatorio, según explica Israel, “se nos comunicó que a partir del viernes cesaba la actividad y desde el lunes solo permanecerán servicios mínimos con tres personas”.

También acudió a la reunión el anterior presidente del comité de empresa Miguel Ángel Menéndez, que ha explicado las condiciones en las que quedan momentáneamente los trabajadores: “los que son fijos de la empresa (20) y tienen las vacaciones pendientes de disfrutar, pueden cogerlas y ver como evolucionan las cosas, después lo del resto de los fijos, a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), los trabajadores con contrato por obra o servicio (55), se les rescinde automáticamente el contrato”.

Algunos trabajadores tienen pendiente otra decisión, los que solicitaron acogerse a las bajas incentivadas para este año, que contemplan los planes del carbón, las tienen ya aprobadas y hasta el 31 de agosto podrán tomar la decisión que quieran. Deben pensarlo bien pues las cantidades ofertadas no son para perder la cabeza, 10.000 euros y 35 días por año trabajado, sin que por el momento tengan tampoco muy claro el sistema de tributación que van a tener estos posibles ingresos extras. Si se los aplican a IRPF, la mitad de los ingresos se los quedaría Hacienda.

La Escondida era hasta el momento la única mina de interior en funcionamiento en la provincia leonesa, y es propiedad de Hijos de Baldomero García, empresa del Grupo Lamelas Viloria propiedad del expresidente de la Cámara de Comercio de León Manuel Lamelas Viloria. Esta mina entró en funcionamiento a finales de los años 50 y en los últimos años ha sufrido diversos vaivenes laborales con aperturas y cierres, que ahora parece tornarse definitivo. Este periódico ha intentando ponerse en contacto con los responsables de la empresa de manera de manera infructuosa hasta el momento de publicación de la información.

Poca mina nos queda en la provincia, si recuerdos y monumentos, ruinas, algún que otro museo y muchos políticos alardeando en los medios de comunicación de la “defensa a ultranza de la minería”. Para defensas como estas mejor nos dejamos ganar en el próximo partido.

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