La angustia de los leoneses abandonados por Alsa en una gasolinera en la noche del temporal de nieve

Los dos autobuses, uno Supra, cuyos pasajeros denuncian haber sido 'abandonados' en la madrugada del domingo en la localidad vallisoletana de Rueda.

No fueron uno ni dos. Fueron muchos los leoneses afectados por una 'espantada' protagonizada por los conductores de dos autobuses de la empresa Alsa que cubrían en la noche del sábado al domingo el trayecto de Oviedo a Madrid y que dejaron sin solución durante toda la madrugada a la totalidad de los viajeros de ambos convoyes, sin que la empresa facilitara alimento o alojamiento alguno. Con el agravante de que en uno de los autobuses viajaba un niño de pocos meses de edad que estaba enfermo y que tuvo que ser asistido por una dotación sanitaria. El pequeño, como el resto de los viajeros de un autobús normal y posteriormente otro de servicio Supra, tuvieron que soportar las bajas temperaturas ya que los autobuses quedaron, además, con las puertas abiertas mientras nadie se hacía cargo de la situación.

Una joven de 18 años afectada, que viajaba a Madrid con la presión de tener que afrontar a primera hora del lunes un importante examen en Madrid, no daba crédito cuando tras las gestiones realizadas por varios pasajeros, comprobaron que la empresa no sólo se negaba a buscar un hotel o cualquier otro tipo de alojamiento a los afectados -más de un centenar en total, según los afectados- sino incluso enviar otros vehículos a la gasolinera de la localidad vallisoletana de Rueda donde habían sido detenidos para trasladarlos al menos a Valladolid capital.

Los servicios sanitarios atendiendo a un bebé de meses enfermo dentro del autobús 'abandonado'.

Otro afectado, que perdió por culpa de esta situación un vuelo contratado para dos personas que salía del aeropuerto madrileño pocas horas más tarde, confirmaba que la situación fue así de surrealista: el conductor aparcó en la gasolinera poco antes de llegar a Rueda, abrió la puerta, se bajó del autobús y se marchó, aduciendo que terminaba su turno. Este detalle fue ratificado al menos por dos personas consultadas. Por delante, en la misma carretera A-6, se preparaba una retención de 3.000 vehículos bloqueados por la intensa nevada en la provincia de Segovia.

Cuatro horas después de la media noche aún no tenían explicación de ningún tipo por parte de Alsa, y por supuesto tampoco alternativa diferente al hecho de quedarse en el interior, tapados con las prendas de abrigo. Quien quisiera alimento, debía acudir a la estación de servicio donde permanecían a comprársela.

Además del servicio médico de emergencias que tuvo que atender al bebé, también llegó a pasar por allí la Guardia Civil, que comprobó que al primer autobús se había sumado otro, el Supra, que había salido de la estación de autobuses de León incluso cuando ya se sabía oficialmente la situación de bloqueo de la entrada a Madrid.

El padre de una de las afectadas, indignado, confirmó a iLeon.com que tuvo que “rescatar a mi hija a la mañana siguiente” desde Valladolid, porque “Alsa seguía sin darnos una alternativa”. Apenas habían trasladado a algunos hasta Valladolid sobre las siete de la madrugada. Por eso, aseguró que interpondrá una denuncia judicial contra la compañía, “porque una situación así no la podemos permitir, cualquiera de nosotros si comete una negligencia la paga de alguna manera y a ellos no les va a salir gratis”.

Este medio ha contactado con un portavoz oficial de la compañía, una vez publicada la presente información, afirmando que los hechos no se corresponden con la realidad pero sin concretar en qué extremos difiere, a expensas de considerar si conviene detallar algunos de ellos ante la opinión pública.

Etiquetas
stats