La canalización del agua causa nuevos problemas en la Plaza del Grano de León

Nuevos problemas con agua, bien por avería o por falta de previsión, están protagonizando en los últimos días las obras de la tercera fase de la completa remodelación de la Plaza del Grano de León, en medio de la polémica sobre la idoneidad y necesidad de esta obra que se elevará finalmente a los 600.000 euros de inversión a pesar de sumar, más al principio que ahora, una fuerte contestación social.

Los operarios de Aguas de León vuelven a levantar la acera perimetral pocos meses después de su polémica colocación.

Lo que parece una nueva avería del suministro de agua ha venido a complicar las labores de levantamiento total y colocación del nuevo empedrado con cantos rodados. Ha ocurrido en concreto en la zona norte, en la desembocadura de la calle Don Gutierre, haciendo esquina con el Centro de Educación de Adultos.

Allí, operarios de la empresa concesionaria Aguas de León se afanaban esta mañana en acceder a las tuberías y para ello han tenido que volver a levantar parte de las losas que ya fueron instaladas en la segunda fase de los trabajos, hace ya casi seis meses, sacrificando con ello en torno a unos 300 metros cuadrados de empedrado tradicional, según estimaron entonces los detractores del proyecto.

Cabe recordar que el Consejo Internacional de Momentos y Sitios (Icomos), asesor de la Unesco en materia de Patrimonio, muy crítico con el proyecto, desautorizaba también la tercera fase actualmente en marcha entre otros argumentos porque a pesar de levantar todo el pavimento “no se renuevan las redes, pese a que son viejas, y eso a la larga generará problemas y nuevos remiendos y asientos”.

Pero a la nueva obra hay que añadir chapuzas visuales como el hecho de que en medio de los nuevos paños de canto rodado que los operarios van extendiendo rodilla en tierra y a mano, con sumo cuidado, se haya tenido que dejar a la vista un llamativa tapa metálica para el registro del agua. La arqueta, que está por ver si sierá cubierta posteriormente con algún otro material más adecuado, se aprecia claramente afeando de manera muy elocuente toda la zona en la que los trabajadores ya han intervenido y que suma ya, aproximadamente, más de un tercio de la superficie total de la zona de la plaza donde sobrevivirán los cantos rodados.