Honores a un cocinero de altura que apostó por León y su Capitalidad Gastronómica en España

Xavier Cuadras. / Óscar de la Huerga

C.J.D.

El año de gloria culinaria de 'León Capital Gastronómica' se ha ganado hoy a pulso uno de sus referentes para la eternidad: Xavier Cuadras Rodríguez. El cocinero catalán que recaló en León, y en concreto a orillas del Órbigo, hace 15 años y por el mejor motivo que se conoce, el amor, ha fallecido a primera hora de esta tarde con las manos en la masa, dirigiendo con su destreza y buen hacer habitual un hermanamiento gastronómico entre el sabor de su tierra de origen y el de la tierra que le acogió.

Un hermanamiento que dio en llamar la 'Calçotada Berciana' para unir las dos figuras de calidad del Calçot de Valls y el Botillo del Bierzo en su ya mítico restaurante ubicado en el viejo molino de Villoria de Órbigo, El Reguero Moro, que supo ir convirtiendo en referente de la buena cocina de raíces apostando por el mundo rural leonés como pocos.

Preparando una de sus más conocidas especialidades, el calçot, con el distintivo de la Capital Gastronómica de España 2018.

Xavier, ese cocinero tardío que se enfundó un delantal y un gorro a los 34 años, había desplegado en la provincia leonesa no sólo su saber hacer sino un encanto personal que pronto le hizo hueco en la lista selecta de los más conocidos cocineros. Hoy, mientras mostraba a los comensales el embrujo de dar parrilla a los calçots, en la solapa de su chaqueta destacaba la insignia de una de sus últimas ilusiones y alegrías, la de la Capital Gastronómica de España. Porque con su excelente olfato, había convocado a un selecto grupo de invitados justo en el Mes del Botillo, y como invitados de honor algunos miembros del Consejo Comarcal de la IGP Botillo del Bierzo y de la Cofradía del Real Botillo del Bierzo. Tal era su compromiso.

Disfrutando de su hospitalaria sapiencia culinaria estaban Juanín García e Ignacio Biosca, jugadores del Baloncesto Ademar y oficiando como mantenedores de este tercer encuentro, miembros de las entidades del botillo mencionadas, de la Academia Leonesa de Gastronomía o de la candidatura de León Capital Gastronómica -en concreto, sólo Pedro Llamas, concejal leonés-, y por supuesto del Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo que tanto le apoyó en su arriesgada apuesta profesional.

Pasión fue lo que sirvió, como siempre, en la ayuda impagable de su plantel profesional de mujeres, junto a su esposa, Ana Belén. Pasión con sabor a un hallazgo personal, la MorÇilla de Calçot, ideada mano a mano con Yolanda León y Juanjo Pérez y su Estrella Michelín del restaurante Cocinandos. Pasión que siempre quedará en el recuerdo de todos cuantos disfrutaron de este artista del fogón en su entrañable reducto de Villarejo de Órbigo, y que se quedará como recuerdo del mejor sabor.

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