La marcha de policías y guardias civiles por la equiparación salarial termina en Madrid con una enorme manifestación

La cabecera de la manifestación de Jusapol, en la plaza de Cibeles; al fondo, el Ayuntamiento de Madrid.

Jesús María López de Uribe

“En esta familia, nadie lucha solo”. Los miembros de la Marcha por la Equiparación Salarial de Jusapol finalizaron este sábado en Madrid su periplo de quinientos kilómetros en 14 etapas iniciado el pasado 22 de abril en Asturias entre los gritos de apoyo de decenas de miles de compañeros, que organizaron la manifestación más grande de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil que se haya visto en la capital del Estado.

Un exigente viaje a pie a la que se sumaron incontables agentes en cada jornada, cuatro de ellas en la provincia de León, y en la que este sábado muchos de ellos se volvieron a sumar a la entrada de la misma por Moncloa, entre vítores de los que les esperaban en la entrada de la Autovía del Noroeste en Moncloa y mientras llegaban a la Plaza de España para arrancar la jornada de protesta por las calles madrileñas.

Tal fue el apoyo a la entrada por la A-6, la autovía del Noroeste, que la misma manifestación se retrasó una hora en su salida teórica desde allí, abarrotando por completo la Gran Vía y la Puerta del Sol.

Atrás quedaba en ese momento la enorme polémica suscitada en Twitter con el Ayuntamiento de León por no cederles en un principio una instalación para descansar en su etapa reivindicativa que terminaba en el alfoz de León, donde al final durmieron en San Andrés del Rabanedo pese a que en tan sólo un día rectificara su decisión el Consistorio Legionense.

En la habitual guerra de números, Jusapol cifró la asistencia en 80.000 manifestantes, mientras que la policía local calculó 10.000. Más allá de todo esto, lo que está claro es que decenas de miles de agentes de Guardia Civil y la Policía Nacional estuvieron presentes junto a sus familias para defender ante el Gobierno una reclamación de hace más de treinta años. Temerosos de que se vuelva a repetir la historia, puesto que la equiparación salarial ya ha sido acordada y negada dos veces con anterioridad en la historia de la democracia española tras no haberse aprobado los presupuestos del Estado en los noventa y a principios del siglo XXI.

La pancarta de la cabecera de la manifestación portaba el lema: “Por nuestro pasado, presente y futuro. Equiparación ya - Equiparación real en 2020”. Encabezada por el presidente de Jusapol, Natan Espinosa Pérez, y los miembros de la marcha desde Asturias. Además, Jusapol calcula que cientos de policías y guardias civiles leoneses estuvieron presentes en esta histórica cita del 5 de mayo en la capital de España (lea la noticia).

También se pudo ver apoyando la reivindicación a los dirigentes de Ciudadanos de Madrid Begoña Villacís e Ignacio Aguado, junto la europarlamentaria de UPyD Maite Pagazaurtundua (hermana del exjefe de la Policía Local de Andoáin asesinado por ETA en febrero de 2003, Joseba Pagazaurtundúa) y la diputada socialista Zaida Cantero (la excapitana del Ejército de Tierra que se hizo famosa por su denuncia de acoso laboral).

Apartados 13.481 agentes de reserva y segunda actividad

A la lona principal de la protesta seguía otra que versaba: “13.481 están fuera del acuerdo. Vivimos los peores momentos y nos han dejado en el olvido”. La portaban agentes en la reserva y en segunda actividad, que Jusapol afirma que han sido olvidados por el ministro de Interior Juan Ignacio Zoido y apartados por los sindicatos de la negociación. Y es que el acuerdo firmado por las organizaciones policiales tradicionales con el Gobierno es una de las mayores causas por las que Jusapol decidió comenzar el viaje a pie de protesta (a modo de las marchas mineras).

“Se queda fuera del exiguo aumento las jubilaciones, los servicios y las pagas extraordinarias, además de la asistencia a juicio, dejando fuera del acuerdo a todos esos agentes de segunda actividad y reserva”, explicaba el presidente de la Asociación Justicia Policial, Natan Espinosa. Y, para colmo, el acuerdo con el Gobierno parece 'congelado' tras la última negociación y puede volver a desbaratarse si no se aprueban los Presupuestos Generales del Estado.

“Los 807 millones se han prometido en base a los costes de los promedios de las administraciones y no los complementos específicos en nómina”, explicó, por lo que critican que de esa manera no se garantiza un salario mínimo para los agentes que protegen a los ciudadanos en toda España.

En cuanto a la propuesta acordada para el aumento del salario de Policía Nacional y Guardia Civil, cifrada en un 25%, tanto los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil de Jusapol la consideran “un timo”, afirmando que lo firmado entre el Gobierno y los sindicatos tradicionales es “completamente falso”. “Ahí lo que acuerdan es una subida de salario, pero no una equiparación real con las policías autonómicas, por lo que venden lo que no es”.

Dejan el calzado de la marcha ante el Congreso

Según Jusapol, este falso acuerdo perjudica a los 80.000 agentes y a las 150.000 personas que componen sus familias. “Y es un engaño que no se puede consentir”. Por ello, la Asociación Justicia Salarial Policial ha refundado un sindicato inactivo y ha creado Jupol (y la asociación profesional Jucil para la Guardia Civil, que prohíbe la sindicación de sus agentes al ser un Cuerpo Militar), “con la intención de marcar un nuevo estilo en la defensa de nuestros compañeros, ya que los sindicatos tradicionales son unos vendidos”.

Una vez pasada la Gran Vía, al llegar a la plaza de Cibeles (donde se encuentra el Ayuntamiento de Madrid) los manifestantes se dirigieron al Congreso de los Diputados atravesando el paseo del Prado —donde homenajearon a los caídos en el monumento de la plaza de Neptuno— y, a la altura de la Cámara Baja del Legislativo, efectuaron el último acto de la marcha de quinientos kilómetros que iniciaron el 22 de abril dejando allí el calzado que los que han realizado la marcha a pie han usado en su protesta.

Todo escenificado con la esperanza de que los diputados nacionales y el Gobierno de Mariano Rajoy tengan presente algo: que su lema principal todos los días de trabajo —y sobre todo en toda esta reivindicación de que todos los agentes de policía de España tengan un sueldo similar—, es simple, sencilla, cortita y bien clara para que se entienda. Para que que no olviden que no van a parar hasta conseguir este objetivo.

Sólo son dos palabras.

“Prohibido rendirse”.

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