La Junta destrozó, sin recuperar para el Museo de León, el último escudo franquista de León
Ya no hay ni rastro del último escudo públicamente visible del régimen dictatorial de Francisco Franco en la capital leonesa. Literalmente no existe ya. Y es que la empresa contratada por la Junta de Castilla y León, por un coste de 1.754 euros, ha deshecho por completo este relieve con los símbolos del dictador que permanecía en la fachada principal del Laboratorio Pecuario a pesar de que se trataba de un símbolo expresamente prohibido por la Ley de la Memoria Histórica, promulgada hace 10 años.
El problema estriba en que los operarios procedieron a su destrucción total, de manera que hoy en el lugar que ocupaba ya sólo existe un plano pedazo de piedra. Sin embargo, como han admitido fuentes oficiales consultadas por este medio en la Delegación Territorial de la Junta en León, las instrucciones eran intentar recuperar ese escudo franquista y que pudiera ser trasladado, custodiado y acaso en el futuro expuesto en el Museo de León. Este museo estaba advertido desde hace días de que la pieza llegaría “en el mejor estado posible”. Pero ya no llegará.
Las mismas fuentes de la administración autonómica en León han explicado que la recuperación del escudo resultó “imposible”, ya que se encontraba “profundamente encastrada” en la fachada de ladrillo. Y recuerdan que la pieza no estaba catalogada ni protegida en modo alguno, como se comprobó previamente. Por eso, dan por cumplida la Ley con su total desaparición.
En el lugar, en la avenida Alcalde Miguel Castaño, se pudo comprobar la semana pasada que los trabajadores contratados se habían dedicado a picar la pieza, labrada sobre piedra natural de Boñar. Algunos viandantes pudieron recuperar incluso los trozos abandonados en la zona tras aplicársele al escudo 'la piqueta'. El debate ahora es cuál era el valor, no sólo económico, que también, sino histórico de este escudo, con la leyenda del régimen dictatorial “Una, grande y libre”, el águila imperial, el yugo y las flechas tras inquívocamente representativos de la dictadura.
Además, se da la curiosidad de que la tramitación para acabar con el escudo fue de lo más farragosa y compleja, hasta el punto de que además de la licencia municipal, la Junta tuvo que tramitar una autorización especial de Patrimonio para actuar en el escudo, ya que la zona está afectada por un elevado grado de protección que le confiere el paso por la zona del Camino de Santiago en su recorrido por la ciudad.
