Competencia asegura que la generación eléctrica con carbón es “competitiva” y puede funcionar sin incentivos

César Sánchez/Ical. Central térmica de Anllares en Palacios del Sil

R. Travesí/Ical

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) asegura que la generación de energía eléctrica con las centrales térmicas, de tipo convencional con carbón, tiene unos costes “más competitivos” que las instalaciones de ciclo combinado. De ahí que este organismo considere que es posible su funcionamiento sin necesidad de ningún mecanismo que incentive la compra de carbón, además de tener un “impacto” en el funcionamiento del mercado de producción de electricidad.

El informe sobre la 'Propuesta de Planificación de la red de transporte de energía eléctrica 2015-2020' recoge que los planes del Ministerio de Industria sobre la minería del carbón nacional, así como el cumplimiento de la normativa específica sobre aspectos medioambientales para reducir las emisiones de CO2, tendrán un “impacto muy limitado” sobre la potencia instalada de centrales de carbón. No en vano, la previsión del Gobierno central es el cierre de 861 megavatios (MW) entre 2013 y 2020. Una medida que supondrá mantener una potencia de 10.270 MW de carbón en el horizonte de 2020.

La CNMC recuerda que desde el 1 de enero de 2015 el mecanismo de restricciones por garantía de suministro que incentivaba la producción con carbón autóctono ya no está en vigor. Sin embargo, el organismo presidido por José María Marín asegura que la producción de las centrales de carbón, en el marco del 'mix' energético, se ha mantenido en “niveles similares” a los alcanzados bajo la aplicación de esa normativa en los años anteriores.

En la actualidad, las cuatro centrales termoeléctricas existentes en la Comunidad son de ciclo convencional como las de León de Anllares (Páramo de Sil), Compostilla II (Cubillos del Sil), La Robla y la palentina de Velilla (Velilla del Río Carrión).

El documento de Competencia, que incluye una serie de modificaciones en el sector eléctrico español, recuerda que los titulares de las centrales de carbón –tanto nacional como de importación- han manifestado a la CNMC la dificultad de acometer las inversiones necesarias para cumplir con la Directiva europea de Emisiones en grandes instalaciones de combustión, “al no haberse definido el mecanismo de capacidad que les resultará de aplicación en el largo plazo”.

De ahí que Competencia abogue por que el Gobierno apruebe un sistema de pagos por capacidad, tal y como prevé la Ley del Sector Eléctrico, que “permita dotar al sistema de un margen de cobertura adecuado e incentive la disponibilidad de potencia gestionable”.

El informe se hace eco de los escenarios que contempla Red Eléctrica Española (REE) a la hora de la generación térmica de la energía. Existen dos hipótesis de precios del gas natural como combustible de los grupos de ciclo combinado: una en la que el coste del gas es alto y la generación con carbón es más barata, y otra en la que el precio del gas es más bajo, de tal manera que desplazaría a la generación de carbón tradicional.

Aumento demanda electricidad

Una opinión que tiene lugar en un escenario donde la previsión de la demanda nacional de electricidad, según la CNMC, aumentará una media del 1,7 por ciento entre 2015 y 2020, con un crecimiento más moderado en 2015 y 2016, acorde con la recuperación económica. En cambio, la tasa rondará el dos por ciento en el periodo 2017-2020, en todo caso inferior a la estimación del Ministerio que contempla una subida media del 2,3 por ciento entre 2013 y 2020. Un aumento de la demanda que será abastecido, a juicio de este organismo, por la generación renovable y los ciclos combinados.

De los 303.901 gigavatios hora (GWh) que se demandarán, previsiblemente, en 2020, el 40 por ciento se cubrirá con las energías renovables, seguido del gas natural (28 por ciento), nuclear (20 por ciento) y carbón (15,7 por ciento). Precisamente, la CNMC aboga por una mayor penetración de renovables que venga acompañada por una apuesta por el autoconsumo. Solo así, a su juicio, se logrará cumplir los “exigentes” objetivos de energía verde de la Unión Europea. Y eso pasa por “agregar varios miles de pequeñas instalaciones –paneles- fotovoltaicas, presumiblemente sobre cubierta” con una conexión a la red para vender al sistema la energía no consumida.

Competencia también cree que “continuar invirtiendo en el mallado –refuerzo- de la red provoca un sobrecoste para el sistema eléctrico, que podría evitarse. Tampoco entiende la propuesta de Industria de cerrar subestaciones ya que implica ”onerosas inversiones“ en la red de transporte y de distribución. En ese sentido, defiende redistribuir el reparto de las inversiones en la red de transporte para evitar sobrecostes al sistema.

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