Alerta en los perales bercianos

Ical

La Estación de Avisos Agrícolas del Bierzo alerta de los riesgos para las plantaciones de peral de la comarca por la presencia de un insecto barrenador de la madera, 'Xyleborus dispar', que produce daños en estos árboles que pueden ser confundidos con ataques de fuego bacteriano por las pudriciones de la madera y la necrosis en las ramas atacadas.

En principio las hojas marchitas permanecen sobre las ramas afectadas, dando apariencia de ataque de fuego bacteriano y, en ataques más antiguos, las hojas finalmente caen y la madera queda totalmente ennegrecida, según informan desde el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería. Así, este insecto ataca a los árboles más débiles -no necesariamente enfermos- y causa infecciones fúngicas que aparecen después. “La acción conjunta de los insectos y las afecciones fúngicas afecta a los árboles llegando incluso a matarlos”, advierten.

En los ensayos realizados en el Bierzo se ha comprobado que hay una única generación de estos insectos que suele volar entre los meses de marzo y mayo. Las recomendaciones de control en plantaciones con ataques muy generalizados es adoptar medidas que favorezcan un mayor vigor de los árboles como es evitar la aplicación de reguladores del crecimiento y abonar adecuadamente para revitalizar los árboles.

Si el foco afecta a pocos árboles, desde la Junta aconsejan intentar sanearlos durante el invierno, eliminando las ramas afectadas, retirándolas y quemándolas. “Quemar la madera afectada es fundamental, ya que sólo el fuego puede alcanzar y destruir los insectos que se encuentran profundamente escondidos en sus galerías”, recalcan desde la Estación de Avisos, que señalan que en este momento la opción es aplicar sistemas de captura con la instalación de trampas para el control de este insecto, como pueden ser las trampas cebadas con alcohol.

Estas trampas deben colocarse antes del inicio del período de vuelo de dispersión que comienza cuando las temperaturas diurnas comienzan a alcanzar los 20ºC, aproximadamente a finales de febrero o principios de marzo en función de la meteorología. Las trampas constan de alcohol diluido al 50 por ciento que actúa como atrayente, una botella de plástico con orificios que permiten que el alcohol se evapore y alrededor de ella se colocará una placa engomada.

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